AMNISTÍA INTERNACIONAL
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Perpetraron homicidios y tortura —<br />
incluyendo violaciones— y saquearon e<br />
incendiaron viviendas civiles. Los<br />
enfrentamientos entre las fuerzas del<br />
gobierno y las fuerzas aliadas de la oposición<br />
que tuvieron lugar el 24 y 25 de junio en la<br />
ciudad de Wau causaron el desplazamiento<br />
de unas 70.000 personas y decenas de<br />
muertes.<br />
Durante los combates que tuvieron lugar<br />
en Yuba en julio, los actores armados —<br />
especialmente los soldados del gobierno—<br />
perpetraron violaciones y abusos contra el<br />
derecho internacional humanitario y de los<br />
derechos humanos, incluidos homicidios,<br />
actos de violencia sexual y saqueos de<br />
bienes civiles y humanitarios. Los soldados<br />
gubernamentales también dispararon<br />
indiscriminadamente en las proximidades de<br />
emplazamientos de protección de civiles y,<br />
en algunos casos, los atacaron a propósito.<br />
Un total de 54 personas desplazadas<br />
murieron en los emplazamientos durante los<br />
combates, según la ONU.<br />
El número de personas refugiadas que<br />
habían llegado a países vecinos desde el<br />
inicio del conflicto en diciembre de 2013<br />
alcanzó en septiembre la cifra de un millón.<br />
El número de personas internamente<br />
desplazadas que buscaban protección en los<br />
emplazamientos de protección de civiles<br />
aumentó en el transcurso del año hasta<br />
alcanzar 204.918 en octubre. Un total de<br />
1,83 millones de personas continuaban<br />
desplazadas dentro del país y 4,8 millones de<br />
personas sufrían inseguridad alimentaria.<br />
DETENCIONES ARBITRARIAS Y TORTURA<br />
Y OTROS MALOS TRATOS<br />
El Servicio de Seguridad Nacional de Sudán<br />
del Sur y la Dirección de Inteligencia Militar<br />
del ejército nacional continuaron sometiendo<br />
a presuntos opositores del gobierno a<br />
detención arbitraria, prolongada y, en<br />
algunos casos, incomunicada, así como a<br />
desaparición forzada. En numerosos centros<br />
de detención se infligían tortura y otros malos<br />
tratos a las personas detenidas.<br />
El Servicio de Seguridad Nacional recluyó<br />
a más de 30 hombres en un centro de<br />
detención de dos plantas albergado en su<br />
Jefatura, en el barrio de Jebel (Yuba). Los<br />
hombres fueron detenidos tras ser acusados<br />
de apoyar al SPLA/M-IO, pero no se<br />
presentaron cargos formales en su contra ni<br />
comparecieron ante los tribunales. Ninguno<br />
de ellos había tenido acceso a asistencia<br />
letrada al terminar el año. El Servicio les<br />
restringió el acceso a familiares y no les<br />
proporcionó una atención médica adecuada.<br />
Algunos fueron sometidos a palizas y otras<br />
formas de agresiones físicas, especialmente<br />
durante los interrogatorios o como castigo por<br />
incumplir las normas de detención internas.<br />
Varios llevaban recluidos más de dos años.<br />
El Servicio de Seguridad Nacional<br />
mantenía recluido arbitrariamente sin cargos<br />
ni juicio a George Livio —periodista de la<br />
emisora de la ONU Radio Miraya— en Yuba,<br />
a quien había detenido en Wau el 22 de<br />
agosto de 2014. El Servicio rechazó las<br />
solicitudes de su abogado para reunirse con<br />
él y restringió el acceso del periodista a sus<br />
familiares.<br />
Loreom Joseph Logie, que llevaba<br />
detenido de forma arbitraria por el Servicio<br />
de Seguridad Nacional desde septiembre de<br />
2014, murió el 17 de julio. Antes de morir<br />
había padecido una teniasis que, por falta de<br />
tratamiento, le había causado daños<br />
hepáticos.<br />
Al menos entre noviembre de 2015 y<br />
mayo de 2016, se utilizó un centro de<br />
detención de una base militar situada en<br />
Gorom, a unos 20 kilómetros de Yuba, para<br />
recluir, sin cargos ni juicio, a soldados y<br />
civiles presuntamente vinculados a la<br />
oposición. Eran recluidos en contenedores<br />
metálicos de transporte de mercancías<br />
escasamente ventilados donde recibían<br />
alimentos sólo una o dos veces por semana y<br />
agua potable en cantidad insuficiente.<br />
Muchos detenidos en este centro murieron<br />
como consecuencia de las duras<br />
condiciones; otros fueron sometidos a<br />
ejecuciones extrajudiciales.<br />
En el cuartel militar de Giyada, en Yuba, se<br />
seguían llevando a cabo detenciones<br />
arbitrarias y en régimen de incomunicación,<br />
torturas y desapariciones. Las condiciones<br />
Informe 2016/17 Amnistía Internacional 421