REVISTA PESCA ENERO 2018
La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Proporciona información e ideas obtenidas de diversas fuentes, que exponen la temática de la pesca en el Perú y el mundo, con el objeto de contribuir a la formación de opinión propia en base a la lectura de las notas publicadas. Siendo la pesca una actividad poco difundida y poco conocida por el ciudadano común, pretende contribuir a la generación de mayor conocimiento individual derivada del análisis de los artículos. Se publica en forma mensual, en formato digital y su descarga es gratuita para quien desee conocer el sector pesquero y mantenerse informado sobre su temática.
La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Proporciona información e ideas obtenidas de diversas fuentes, que exponen la temática de la pesca en el Perú y el mundo, con el objeto de contribuir a la formación de opinión propia en base a la lectura de las notas publicadas.
Siendo la pesca una actividad poco difundida y poco conocida por el ciudadano común, pretende contribuir a la generación de mayor conocimiento individual derivada del análisis de los artículos. Se publica en forma mensual, en formato digital y su descarga es gratuita para quien desee conocer el sector pesquero y mantenerse informado sobre su temática.
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
del Norte. Mientras tanto, las repúblicas italianas protegían su<br />
comercio exterior y su industria mediante aranceles, privilegios<br />
y prohibiciones rigurosas: los artífices no podían expatriarse,<br />
bajo pena de muerte.<br />
La ruina lo abarcaba todo. De los 16 mil telares que quedaban<br />
en Sevilla en 1558, a la muerte de Carlos V, sólo restaban cuatrocientos<br />
cuando murió Felipe II, cuarenta años después. Los<br />
siete millones de ovejas de la ganadería andaluza se redujeron<br />
a dos millones. Cervantes retrató en Don Quijote de la Mancha<br />
–novela de gran circulación en América– la sociedad de su<br />
época. Un decreto de mediados del siglo XVI hacía imposible<br />
la importación de libros extranjeros e impedía a los estudiantes<br />
cursar estudios fuera de España; los estudiantes de Salamanca<br />
se redujeron a la mitad en pocas décadas; había nueve<br />
mil conventos y el clero se multiplicaba casi tan intensamente<br />
como la nobleza de capa y espada; 160 mil extranjeros acaparaban<br />
el comercio exterior y los derroches de la aristocracia<br />
condenaban a España a la impotencia económica.<br />
Hacia 1630, poco más de un centenar y medio de duques,<br />
marqueses, condes y vizcondes recogían cinco millones de<br />
ducados de renta anual, que alimentaban copiosamente el<br />
brillo de sus títulos rimbombantes. El duque de Medinaceli tenía<br />
setecientos criados y eran trescientos los sirvientes del<br />
gran duque de Osuna, quien, para burlarse del zar de Rusia,<br />
los vestía con tapados de pieles.<br />
El siglo XVII fue la época del pícaro, el hambre y las epidemias.<br />
Era infinita la cantidad de mendigos españoles, pero ello<br />
no impedía que también los mendigos extranjeros afluyeran<br />
desde todos los rincones de Europa. Hacia 1700, España contaba<br />
ya con 625 mil hidalgos, señores de la guerra, aunque el<br />
país se vaciaba: su población se había reducido a la mitad en<br />
algo más de dos siglos, y era equivalente a la de Inglaterra,<br />
que en el mismo período la había duplicado. 1700 señala el fin<br />
del régimen de los Habsburgo.<br />
La bancarrota era total. Desocupación crónica, grandes latifundios<br />
baldíos, moneda caótica, industria arruinada, guerras perdidas<br />
y tesoros vacíos, la autoridad central desconocida en las<br />
provincias: la España que afrontó Felipe V estaba «poco menos<br />
difunta que su amo muerto». Los Borbones dieron a la<br />
nación una apariencia más moderna, pero a fines del siglo<br />
XVIII el clero español tenía nada menos que doscientos mil<br />
miembros y el resto de la población improductiva no detenía<br />
su aplastante desarrollo, a expensas del subdesarrollo del país.<br />
Por entonces, había aún en España más de diez mil pueblos y<br />
ciudades sujetos a la jurisdicción señorial de la nobleza y, por<br />
lo tanto, fuera del control directo del rey. Los latifundios y la<br />
institución del mayorazgo seguían intactos. Continuaban en pie<br />
el oscurantismo y el fatalismo. No había sido superada la época<br />
de Felipe IV: en sus tiempos, una junta de teólogos se<br />
reunió para examinar el proyecto de construcción de un canal<br />
entre el Manzanares y el Tajo y terminó declarando que si Dios<br />
hubiese querido que los ríos fuesen navegables, Él mismo los<br />
hubiera hecho así.<br />
En el primer tomo de El capital, escribió Karl Marx: «El descubrimiento<br />
de los yacimientos de oro y plata de América, la cruzada<br />
de exterminio, esclavización y sepultamiento en las minas<br />
de la población aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo<br />
de las Indias Orientales, la conversión del continente<br />
africano en cazadero de esclavos negros: son todos hechos<br />
que señalan los albores de la era de producción capitalista.<br />
Estos procesos idílicos representan otros tantos factores fundamentales<br />
en el movimiento de la acumulación originaria».<br />
El saqueo, interno y externo, fue el medio más importante<br />
para la acumulación primitiva de capitales que, desde la Edad<br />
Media, hizo posible la aparición de una nueva etapa histórica<br />
en la evolución económica mundial. A medida que se extendía<br />
la economía monetaria, el intercambio desigual iba abarcando<br />
cada vez más capas sociales y más regiones del planeta. Ernest<br />
Mandel ha sumado el valor del oro y la plata arrancados<br />
de América hasta 1660, el botín extraído de Indonesia por la<br />
Compañía Holandesa de las Indias Orientales desde 1650 hasta<br />
1780, las ganancias del capital francés en la trata de esclavos<br />
durante el siglo XVIII, las entradas obtenidas por el trabajo<br />
esclavo en las Antillas británicas y el saqueo inglés de la<br />
India durante medio siglo: el resultado supera el valor de todo<br />
el capital invertido en todas las industrias europeas hacia<br />
1800.<br />
Mandel hace notar que esta gigantesca masa de capitales creó<br />
un ambiente favorable a las inversiones en Europa, estimuló el<br />
«espíritu de empresa» y financió directamente el establecimiento<br />
de manufacturas que dieron un gran impulso a la revolución<br />
industrial. Pero, al mismo tiempo, la formidable concentración<br />
internacional de la riqueza en beneficio de Europa impidió,<br />
en las regiones saqueadas, el salto a la acumulación de<br />
capital industrial.<br />
«La doble tragedia de los países en desarrollo consiste en que<br />
no sólo fueron víctimas de ese proceso de concentración internacional,<br />
sino que posteriormente han debido tratar de compensar<br />
su atraso industrial, es decir, realizar la acumulación<br />
originaria de capital industrial, en un mundo que está inundado<br />
con los artículos manufacturados por una industria ya madura,<br />
la occidental.»<br />
Las colonias americanas habían sido descubiertas, conquistadas<br />
y colonizadas dentro del proceso de la expansión del capital<br />
comercial.<br />
Revista Pesca Enero <strong>2018</strong> 77