Central 90
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
E
l sábado 14 de marzo, previo a
las medidas de Provincia y Nación,
el Intendente Guillermo
Montenegro anunció en un comunicado
de urgencia la suspensión
de clases en todos los niveles, tanto
públicos como privados, hasta el 31 de marzo
en el Partido de General Pueyrredon. A nivel
universitario se decretó la suspensión por una
semana en concordancia con las medidas
municipales para reducir la circulación de
personas y evitar la propagación del virus.
Para muchos la medida se presentó de
manera abrupta y, para la mayoría, la extensión
de la suspensión parecía algo temporal…
solo por unos días. Por ese entonces en la
ciudad había solo un caso positivo de coronavirus
y la premura para evitar la circulación
viral y consiguiente colapso sanitario auguraba
un futuro próspero y una pronta vuelta a la
normalidad.
Todo es dinámico en este contexto, repetían
funcionarios de todos los ámbitos en cada
conferencia. Cada medida, decreto o anuncio
se tomaría teniendo en cuenta la situación
dinámica que la pandemia presentara. Las
clases, en tanto, seguirían estando suspendidas
en su carácter presencial pero se impulsaría
un Plan de Continuidad Pedagógica mediante
el cual alumnas y alumnos tendrían un acompañamiento
docente virtual para continuar con
los contenidos curriculares establecidos.
Muchas instituciones debieron reveer todo el
plan; llamar a reuniones, capacitar a sus
docentes para el dictado de clases virtuales;
crear plataformas, aulas virtuales, aplicaciones
de teleconferencias. Otras, en cambio, ya
estaban al corriente sobre las herramientas
tecnológicas con sus Planes de Educación a
Distancia prepandemia.
Lo temporal se volvió permanente y así pasó
la primera mitad del año. Entre tanto, el transcurrir
de los días en el ámbito virtual sirvió
para la re"exión: la cultura digital se presentó
como el futuro que, de hecho, ya había llegado
y hacía rato.
Hoy hay debates y bienvenidos sean: ¿es
viable que pase todo al plano virtual?, la
Educación a Distancia ¿es un modelo en sí
mismo que puede reemplazar a la presencial?,
¿qué pasa con el contacto interpersonal en los
diferentes grupos etarios?, ¿es lo mismo para
un alumno de primer grado que para un universitario?
Al margen, el acceso a la tecnología
y la conectividad siguen siendo puntos clave
para analizar la capacidad del sistema para
que educar sea un acto que acorte las brechas
socio-económicas y no las profundice.
Sobre Educación a Distancia dialogó Revista
CENTRAL con referentes de distintas instituciones.
Cómo fue la adaptación, cuáles los aprendizajes
y de qué manera se evalúa lo que
suceda a futuro.
TXT: Analía Elefante
CENTRAL