Central 90
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
CAMBIO DE PASO
¿Con qué situación se encontraron cuando co-
¡Pero arrancaron y salió bien!
menzaron a trabajar en las cárceles?
El primer escollo fue el Servicio Penitenciario.
Los Directores de las Unidades no querían saber
nada con esta iniciativa. Nos decían –como
muchos otros- que estábamos locos. A diferencia
de otras unidades como la 9 de La Plata
(donde se inició el rugby carcelario con Proyecto
Fénix en 2008), en Batán no había ningún
interno que hubiera jugado al rugby.
¿Entonces?
El panorama cambió en marzo de 2009 cuando
asume la Dirección de la Unidad 44 el Prefecto
Marcelo Capra, que había jugado en Albatros (La
Plata). A él le encantó la idea y lo convenció al
Director de la 15, el Prefecto Mario Vargas.
Ambos nos facilitaron el ingreso y nos presentaron
al Profesor de Educación Física Miguel
Cazaux quien no tenía idea del rugby pero le
gustaba el proyecto. Miguel se convirtió, desde
el inicio, en un protagonista esencial de todo
nuestro trabajo en esta unidad –hoy es el encargado
del programa en la Unidad 15-. A su vez,
otro apoyo que recibimos fue el del O!cial
Penitenciario Profesor de Educación Física,
Guillermo Pujol que era un ex jugador del club
LA PLATA RUGBY y quien dirigía el proyecto
Fénix. Cuando nos juntamos Guillermo se
entusiasmó pero no con!aba mucho en que
pudiera salirnos bien sin tener internos jugadores
de rugby.
Sí! Carlos López Silva empezó a entrenar en la
Unidad 15 y Matías Barbini en la 44, en donde
enseguida se sumó el empleado penitenciario
Fernando Puebla e invitamos a los internos a que
participaran sin hacer acepción de ninguna
índole (clase de delitos o tiempo de condenas).
Pronto sumamos casi 30 internos en cada
Unidad teniendo para hacer dos equipos.
Otro escollo difícil de sobrellevar (y a veces lo
sigue siendo) fue trabajar con moldes penitenciarios
rígidos, en los que lo más importante es
la disciplina y el orden y no las personas que
cumplen pena, que deben ser tratadas para su
resocialización. Hay que tener en cuenta los
estereotipos que genera la cultura tumbera
(lenguaje, códigos de violencia, actitudes intemperantes,
intolerencia), en base a la cual las
cosas se consiguen por violencia, acomodo o
mendicidad y no por buen comportamiento y
esfuerzo personal.
En esta etapa recibimos un apoyo extraordinario
de parte de dos personas del ambiente del rugby
marplatense que, por entonces, eran directivos
de la U.A.R.: el ex puma Buenaventura “Gurí”
Mínguez (NdR: creador de la Carta Abierta
“Perdón Fernando, el Rugby llora por ti” tras el
crimen de Villa Gesell) y Eliseo Pérez. Ellos nos
consiguieron que aquella entidad nos pagara las
haches de la primera cancha y los equipos
completos de todos los jugadores y continúan
apoyándonos hasta hoy.
CENTRAL