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E/CÏL 4/1371<br />
página 45<br />
160. Otro saxerdote católico contó al Relator sus experiencias bajo el régimen<br />
del ex Presidente Hacías. Distinguía entre el sufrimiento físico y el sufrimiento<br />
moral. Prácticamente todos los sacerdotes del país habíali experimentado sufrimientos<br />
físicos, detención, etc. Con todo, pensaba que la. peor tortura era el<br />
sufrimiento moral "o sea el pisotear a la persona, el no tener ningún momento de<br />
sosiego espiritual, el estar a merced de cualquier cosa que intenten o que quieran<br />
sobre cada uno de nosotros". Dijo al Relator que lo habían detenido tres veces y<br />
le habían encarcelado dos. El período peor de encarcelamiento en términos de sufrimiento<br />
físico había sido el último, de fines de I976 hasta'la primavera de 1977.<br />
Había dos clases de malos tratos físicos, a saber, palizas y trabajos forzados<br />
durante 12 horas o más por día. La duración del día de trabajo dependía del<br />
capricho de los guardas de la prisión. La mayor parte del trabajo consistía en<br />
limpiar la tierra de malezas (chapear). No obstante, <strong>com</strong>o los presos eran considerados<br />
más o menos <strong>com</strong>o esclavos, se les utilizaba para cualquier tipo de trabajo<br />
infrahumano. Las palizas eran particularmente duras, ya que los sacerdotes eran<br />
considerados "subversivos" por natirraleza y bajo el regimen del Presidente Macías<br />
los subversivos no tenían derecho a la vida. Los que tenían гша constitución<br />
débil morían o quedaban físicamente incapacitados. Las palizas se propinaban<br />
sobre todas las partes del cuerpo. El sacerdote manifestó que mientras estaba<br />
en la prisión de Bata personalmente no había visto morir a nadie, pero que dinrante<br />
la misma época se había matado a muchas personas en la prisión de Malabo, en particular<br />
a гш sacerdote católico, el Padre José Esono? a Jesús ilfonso Oyono, ex<br />
Ministro de Obras Públicas; a Manuel Nsi Nba, ex Ministro de la Juventud y Deportes<br />
y a muchos otros. Mencionó también los nombres de varios sacerdotes católicos que<br />
habían sido encarcelados y habían sufrido consecuencias físicas.<br />
161. El mismo sacerdote declaró que las persecuciones que sufría la iglesia bajo •<br />
el régimen del Presidente ííacías se habían intensificado mucho después de 1974.<br />
A partir de ese momento, los sacerdotes y el personal religioso en general 'eran<br />
objeto de arrestos y detenciones arbitrarios. Puesto que se consideraba que la<br />
iglesia era inherentemente "subversiva", todo lo que los sacerdotes hacían o decían<br />
despertaba sospechas. Por lo tanto, se les detenía sin acusaciones concretas.<br />
Por ejemplo, cuando se detuvo al informante por última vez, la razón inmediata había sido<br />
^m сопсгдгао de poesía infantil organizado por гша de las escuelas religiosas.<br />
El simple hecho de haberse reunido había inducido a las autoridades a creer que<br />
estaban conspirando contra ellas. En consecuencia,' se podía decir que no había<br />
ninguna libertad religiosa bajo el régimen anterior, incluso antes de que se<br />
cerraran efectivamente las iglesias en 1978. El cierre de la^s iglesias había<br />
ido precedido por varios años de violenta propaganda antirreligiosa, con el pre-''<br />
pósito de preparar al público para la eliminación definitiva de la iglesia. Todo<br />
el tiempo que duró el Gobierno del Presidente Macías, los sacerdotes habían tenido<br />
que tener mucho cuidado con lo que decían y hacían, porque todo podía volverse<br />
contra ellos.<br />
162. Según la opinión de esta persona, el plan del Gobierno era destruir sistemáticamente<br />
los edificios de la iglesia. Declaró que habían <strong>com</strong>enzado por el<br />
interior del país, en particular en Evinayong y Akurenam, causando destrozos en<br />
las iglesias y las capillas de las aldeas y eliminando paxte de las estructioras,<br />
<strong>com</strong>o los canalones de desagüe, de modo que los edificios <strong>com</strong>enzaron a desmoronarse.<br />
Luego entraban en las casas de los que estaban bautizados y se llevaban todo lo<br />
que pensaban que tenía algo que ver con la religión, <strong>com</strong>o los certificados de<br />
nacimiento, certificados de bautismo, imágenes religiosas e incluso pasaportes<br />
y muchas otras cosas. Además de intentar eliminar la identidad religiosa del<br />
pueblo, suprimieron también toda la enseñanza religiosa y, por último, cerraron