Journal of Film Preservation N° 60/61 - FIAF
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El cine alemán y el cine soviético en<br />
México en los años veinte<br />
Aurelio de los Reyes<br />
Desde el inicio de la historia del cine, a México llegó lo más<br />
destacado de la producción cinematográfica mundial, comenzando<br />
con las clásicas películas de Edison y Lumière, incluidas El beso y<br />
Vida, pasión y muerte de nuestro señor Jesucristo de Hâtot,<br />
respectivamente; siguiendo con películas de Méliès, de Segundo de<br />
Chomón, de Zecca y de otros directores que trabajaban para Pathé;<br />
del Asalto y robo al tren correo de Porter (1904). A partir de 1906 la<br />
sistematización de la distribución con la apertura de agencias de<br />
fabricantes europeos y norteamericanos (Eclipse, Gaumont,<br />
Vitagraph, Selig) enriqueció notablemente el panorama<br />
cinematográfico con el arribo de las películas de Griffith; en 1908 la<br />
agencia Pathé trajo las películas de dicha marca filmadas en Berlín,<br />
Rusia y Estados Unidos; hacia 1909 comenzaron a llegar películas<br />
italianas y danesas. La Primera Guerra Mundial trastornó el comercio<br />
cinematográfico al entorpecer el arribo de películas europeas, sobre<br />
todo italianas y francesas, lo que ocasionó depender del producto<br />
norteamericano, desde el momento en que la producción nacional<br />
era prácticamente inexistente.<br />
Como es sabido, el pacto de Versalles firmado en 1919 estableció el<br />
boicot de los países aliados a los productos alemanes, sin embargo<br />
por la neutralidad de México en la Guerra se abrió sin conflico en<br />
1920 una agencia, F. Hollmann y Cía., para distribuir películas<br />
alemanas. Se agregarían Alvarez Arrondo y Cía. Sucesores, que<br />
compraba las películas a la Victory <strong>Film</strong> en Londres, y German<br />
Camús, que las adquiría en Barcelona. No deja de ser interesante la<br />
venta de películas alemanas en Inglaterra, puesto que, como se dijo,<br />
ese país había declarado el boicot a todo producto alemán. Hubo<br />
pleitos entre los distribuidores al declararse propietarios de la misma<br />
película. El enriquecimiento en la distribución facilitó la llegada del<br />
expresionismo en diciembre 1921con la exhibición de El gabinete del<br />
doctor Caligari (1919) de Robert Wiene. Por otra parte, la no ruptura<br />
de relaciones diplomáticas con Rusia a raíz de la Revolución<br />
bolchevique, y la relación cordial de los gobiernos posrevolucionarios<br />
con ésta facilitó la llegada del mejor cine soviético a partir de 1927.<br />
El 26 de julio de 1920 F. Hollmann y Cía. registró en la Dirección de<br />
Derechos de Autor la propiedad intelectual de las películas alemanas<br />
La princesa de los ostiones “comedia por Hans Kraly y Ernest<br />
Lubitsch”; ocho días después aseguró la propiedad de La difunta viva,<br />
Mónica Voorlsang, El viaje incierto las tres con Henny Porten, El viaje y<br />
La muñeca (Die Puppe) con Ossi Oswalda, y El calvario de una esposa<br />
(Kreuziget Sie!) con Pola Negri.<br />
50 <strong>Journal</strong> <strong>of</strong> <strong>Film</strong> <strong>Preservation</strong> / <strong>60</strong>/<strong>61</strong> / 2000