13.03.2013 Views

El Diario de Ana Frank

El Diario de Ana Frank

El Diario de Ana Frank

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

se mantiene aún dueño <strong>de</strong> sus nervios <strong>de</strong>masiado tensos, pero<br />

hay momentos en que apenas si logra pronunciar una palabra.<br />

Koophuis y <strong>El</strong>li, aún ocupándose bien -y hasta muy bien- <strong>de</strong><br />

nosotros, tienen sin embargo un mayor respiro, algunas horas <strong>de</strong><br />

ausencia -un día, a veces dos días- que les permiten olvidarse <strong>de</strong>l<br />

anexo. Tienen sus propias preocupaciones, Koophuis sobre su<br />

salud, y <strong>El</strong>li sobre su compromiso, que no es <strong>de</strong> color <strong>de</strong> rosa;<br />

pero aparte <strong>de</strong> eso, tienen sus excursiones, sus visitas, toda una<br />

vida <strong>de</strong> personas libres. <strong>El</strong>los pue<strong>de</strong>n alejarse <strong>de</strong> esta atmósfera<br />

sombría, aunque sólo sea por poco tiempo; para nosotros, la<br />

tensión siempre va en aumento. Ya hace dos años que estamos<br />

aquí, ¿cuánto tiempo vamos a po<strong>de</strong>r resistir esta presión insoportable<br />

y más fuerte cada día?<br />

Como los <strong>de</strong>sagües están obstruidos, <strong>de</strong>bemos hacer correr<br />

el agua con cuentagotas; vamos al W.C. provistos <strong>de</strong> un cepillo, y<br />

conservamos el agua sucia en un recipiente. Hoy, eso pue<strong>de</strong> pasar,<br />

pero ¿qué vamos a hacer si el plomero no pue<strong>de</strong> arreglárselas<br />

solo? <strong>El</strong> servicio municipal no viene hasta el martes.<br />

Miep nos ha enviado un pan <strong>de</strong> centeno con la inscripción:<br />

«Feliz Pentecostés». Esto suena casi a burla. ¿Cómo ser «feliz» en<br />

el estado en que nos hallamos? Tras el arresto <strong>de</strong>l proveedor <strong>de</strong><br />

hortalizas, el miedo reina en el anexo. ¡Chis, chis!, por todos lados.<br />

Las tareas se hacen con mucho sigilo. ¡Si la policía ha forzado la<br />

puerta <strong>de</strong>l verdulero, nosotros estamos tan expuestos como él! Si<br />

nosotros... No. No tengo el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> escribirlo, pero hoy esta<br />

cuestión no quiere abandonarme, toda la angustia por la cual ya<br />

he pasado se me impone nuevamente en toda su amplitud.<br />

Esta noche, al ir al W.C. alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> las ocho, he tenido que<br />

<strong>de</strong>jar el piso <strong>de</strong> los Van Daan, don<strong>de</strong> todos estábamos reunidos,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la radio; quería ser valerosa, pero era difícil. Con los<br />

otros, me siento todavía en seguridad relativa, pero no<br />

completamente sola. Sé que la casa es gran<strong>de</strong> y que está<br />

abandonada; los ruidos <strong>de</strong> arriba, ensor<strong>de</strong>cidos, son misteriosos;<br />

a<strong>de</strong>más, están los bocinazos <strong>de</strong> afuera. Si me <strong>de</strong>moro, comienzo<br />

*Ultraje racial. Término racista propio <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología nazista. (N. <strong>de</strong>l T.).<br />

© Pehuén Editores, 2001.<br />

)134(<br />

EL DIARIO DE ANA FRANK<br />

a temblar, pues no puedo <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ver cuán terrible es nuestra<br />

situación.<br />

Más <strong>de</strong> una vez me pregunto si, para todos nosotros, no<br />

habría valido más no ocultarnos y estar ahora muertos, antes <strong>de</strong><br />

pasar por todas estas calamida<strong>de</strong>s, sobre todo por nuestros<br />

protectores, que al menos no estarían en peligro. Ni siquiera este<br />

pensamiento nos hace retroce<strong>de</strong>r, amamos todavía la vida, no<br />

hemos olvidado la voz <strong>de</strong> la naturaleza, a pesar <strong>de</strong> todo. Que algo<br />

acontezca bien pronto, que lleguen las bombas si es necesario,<br />

porque ellas no podrían aplastarnos más que esta inquietud. Que<br />

llegue el fin, aunque sea duro; al menos sabremos si, en última<br />

instancia. <strong>de</strong>bemos vencer o perecer.<br />

Tuya,<br />

ANA<br />

Miércoles 31 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1944<br />

Querida Kitty:<br />

Hizo un calor tan espantoso el sábado, el domingo y el lunes,<br />

que simplemente me resultó imposible sujetar una lapicera en la<br />

mano. Por lo tanto, no pu<strong>de</strong> escribirte. Las cañerías volvieron a<br />

fallar el viernes, y fueron arregladas el sábado. <strong>El</strong> señor Koophuis<br />

vino a visitarnos por la tar<strong>de</strong> y nos contó un montón <strong>de</strong> cosas<br />

sobre Corry: entre otras, que está en el mismo club <strong>de</strong> hockey<br />

que Jopie.<br />

<strong>El</strong> domingo vino <strong>El</strong>li para asegurarse <strong>de</strong> que no habíamos<br />

recibido ninguna visita in<strong>de</strong>seada, y se quedó a <strong>de</strong>sayunar con<br />

nosotros. <strong>El</strong> lunes <strong>de</strong> Pentecostés fue el señor Van Santen quien<br />

actuó como guardián <strong>de</strong>l escondite; y, finalmente, el martes fue<br />

posible abrir nuevamente las ventanas.<br />

Pocas veces hemos tenido un Pentecostés tan agradable,<br />

cálido, hasta podría <strong>de</strong>cirse caluroso. <strong>El</strong> calor que hace en el «anexo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!