13.03.2013 Views

El Diario de Ana Frank

El Diario de Ana Frank

El Diario de Ana Frank

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

necesariamente en serio todo lo que se dice en las conversaciones<br />

generales, pero que sí consi<strong>de</strong>raría seriamente lo que yo dijera.<br />

Sin que pueda explicar por qué, me parece que lo expresa todo.<br />

Con el fin <strong>de</strong> aproximarme a mi i<strong>de</strong>al, he pensado llamar a mamá<br />

«Mammi», para no <strong>de</strong>cir «Mamita». <strong>El</strong>la es, por así <strong>de</strong>cir, la<br />

«Mamita» incompleta. ¡Cuánto me gustaría llamarla así! Y, sin<br />

embargo, ella ignora todo eso. Afortunadamente, porque se<br />

apenaría <strong>de</strong>masiado.<br />

Pero ya me he <strong>de</strong>sahogado bastante. Al escribir estas líneas<br />

he resucitado un tanto.<br />

Tuya,<br />

ANA<br />

© Pehuén Editores, 2001.<br />

Sábado 25 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1943<br />

Querida Kitty:<br />

Este día <strong>de</strong> Navidad me recuerda muy particularmente la<br />

historia <strong>de</strong> una amor <strong>de</strong> juventud que Pim me contó el año pasado,<br />

por la misma época. Entonces, no podía compren<strong>de</strong>r tan bien el<br />

sentido <strong>de</strong> sus palabras. ¡Cómo me gustaría que volviera a hablarme<br />

<strong>de</strong> eso! Al menos, podría probarle mi simpatía.<br />

Pim <strong>de</strong>bió <strong>de</strong> contarlo por necesidad <strong>de</strong> confiarse a alguien,<br />

aunque sólo fuera una vez, él, el confi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> tantos «secretos<br />

<strong>de</strong>l corazón», porque Pim no habla nunca <strong>de</strong> sí mismo. No creo<br />

que Margot tenga la menor i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> todo cuanto papá ha sufrido.<br />

¡Pobre Pim! No podrá hacerme creer que lo ha olvidado todo.<br />

No olvidará jamás. Se ha vuelto tolerante. Confío en que, más<br />

tar<strong>de</strong>, seré un poco como él, sin tener que pasar por todo eso.<br />

Tuya,<br />

ANA<br />

Lunes 27 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1943<br />

)75(<br />

EL DIARIO DE ANA FRANK<br />

Querida Kitty:<br />

<strong>El</strong> viernes a la noche recibí por primera vez en mi vida un<br />

regalo <strong>de</strong> Navidad. Miep, <strong>El</strong>li, Koophuis y Kraler nos prepararon<br />

una <strong>de</strong>liciosa sorpresa. Miep hizo torta <strong>de</strong> Navidad, adornada<br />

con estas letras: «Paz 1944». <strong>El</strong>li nos regaló medio kilo <strong>de</strong> galletas,<br />

calidad <strong>de</strong> preguerra. Peter, Margot y yo recibimos cada uno un<br />

frasco <strong>de</strong> yogur, y los mayores, una botella <strong>de</strong> cerveza. Todo estaba<br />

muy lindamente envuelto, con una imagen en cada paquetito.<br />

Aparte <strong>de</strong> eso, los días <strong>de</strong> Navidad pasaron rápidamente para<br />

nosotros.<br />

Tuya,<br />

ANA<br />

Miércoles 29 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1943<br />

Querida Kitty:<br />

Anoche me sentí nuevamente triste. Volví a acordarme <strong>de</strong><br />

abuelita y <strong>de</strong> Lies. ¡Abuelita! ¡Oh, la querida abuelita! ¡Qué buena<br />

y dulce era! Ignorábamos que pa<strong>de</strong>cía <strong>de</strong> una enfermedad muy<br />

grave. ¿Lo <strong>de</strong>seaba ella así?<br />

¡Qué fiel nos era abuelita! Nunca hubiese <strong>de</strong>jado que nos<br />

<strong>de</strong>rrumbáramos. Yo podía hacer cualquier cosa, ser insoportable<br />

a último grado, pero ella siempre me disculpaba.<br />

Abuelita, ¿me quisiste realmente o tú tampoco me<br />

comprendiste? No sé. Nadie iba nunca a confiarse con abuelita.<br />

¡Qué sola <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> sentirse, a pesar <strong>de</strong>l cariño <strong>de</strong> todos nosotros!<br />

Hay quien pue<strong>de</strong> sentir la soledad, aunque esté ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> afectos,<br />

si para nadie es el Amado con A mayúscula. ¿Y Lies?<br />

¿Vive aún? ¿Qué hace? ¡Oh Dios, protégela y <strong>de</strong>vuélvenosla!<br />

Lies, tú me haces entrever lo que hubiera podido ser mi suerte;<br />

constantemente me pongo en tu lugar. ¿Por qué, entonces, tomar<br />

tan en serio lo que suce<strong>de</strong> en casa?. ¿No <strong>de</strong>bería sentirme contenta,<br />

dichosa y satisfecha, salvo cuando pienso en ella y los que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!