You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Esta mañana Miep nos contó que el <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> los<br />
Van Daan fue saqueado. Todavía no se lo hemos dicho a la señora,<br />
ya tan nerviosa en estos últimos tiempos; no tenemos ganas <strong>de</strong><br />
oír sus quejas con respecto a su hermoso servicio <strong>de</strong> mesa y a las<br />
lindas sillitas que <strong>de</strong>jó allí. Nosotros también nos vimos obligados<br />
a abandonar casi todo lo que era bonito; nada se logra con<br />
lamentarse.<br />
Des<strong>de</strong> hace poco se me permite leer algunos libros para<br />
personas mayores. Me he enfrascado en La juventud <strong>de</strong> Eva, <strong>de</strong><br />
Nico van Suchtelen. No veo gran diferencia entre las historias<br />
amorosas <strong>de</strong> colegialas y ésta. Allí se habla <strong>de</strong> mujeres que exigen<br />
un montón <strong>de</strong> dinero por ven<strong>de</strong>r su cuerpo a hombres<br />
<strong>de</strong>sconocidos en calles dudosas. Yo me moriría <strong>de</strong> vergüenza.<br />
A<strong>de</strong>más, he leído que Eva estaba indispuesta. ¡Así! ¡Oh, qué ganas<br />
<strong>de</strong> estarlo yo también! Se <strong>de</strong>be <strong>de</strong> sentir una muy importante.<br />
Papá ha traído <strong>de</strong>l armario gran<strong>de</strong> las tragedias <strong>de</strong> Goethe y<br />
<strong>de</strong> Schiller; va a leerme algunas páginas cada noche. Ya hemos<br />
comenzado con Don Carlos.<br />
Para seguir el buen ejemplo <strong>de</strong> papá, mamá me ha puesto en<br />
las manos su libro <strong>de</strong> rezos. He leído algunas plegarias en alemán,<br />
para complacerla; son hermosas, pero no me dicen gran cosa.<br />
¿Por qué me obliga ella a exteriorizar sentimientos religiosos?<br />
Mañana encen<strong>de</strong>remos el fuego por primera vez. ¡Cómo<br />
vamos a ahumarnos! ¡Hace tanto tiempo que no se <strong>de</strong>shollina!<br />
¡Ojalá ese artefacto tire!<br />
Tuya,<br />
ANA<br />
Sábado 7 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1942<br />
Querida Kitty:<br />
Mamá está terriblemente nerviosa, lo que me pone en<br />
evi<strong>de</strong>nte peligro. ¿Es en realidad un azar que papá y mamá nunca<br />
reprendan a Margot, pero que a mí me regañen con frecuencia?<br />
Anoche, por ejemplo: Margot estaba leyendo un libro ilustrado<br />
© Pehuén Editores, 2001.<br />
)27(<br />
EL DIARIO DE ANA FRANK<br />
con dibujos magníficos; como se había levantado y abandonado<br />
la habitación, <strong>de</strong>jó su libro con el fin <strong>de</strong> reanudar su lectura tan<br />
pronto como volviera. Yo no tenía nada <strong>de</strong> especial que hacer en<br />
aquel momento, y lo tomé para mirar las imágenes. A su regreso,<br />
Margot, viendo su libro en mis manos, frunció el ceño y me rogó<br />
que se lo <strong>de</strong>volviera. Yo quería retenerlo un instante más. Margot<br />
se enfadó <strong>de</strong> veras, y mamá intervino, diciendo:<br />
-Margot está leyendo ese libro. ¡Debes dárselo!<br />
Entrando en la habitación e ignorando <strong>de</strong> qué se trataba,<br />
papá notó, sin embargo, el gesto <strong>de</strong> víctima <strong>de</strong> Margot, y exclamó:<br />
-¡Querría verte a ti si Margot se pusiera a hojear uno <strong>de</strong> tus<br />
libros!<br />
Yo cedí inmediatamente, y, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber <strong>de</strong>jado el libro,<br />
salí <strong>de</strong> la habitación..., humillada, según la expresión <strong>de</strong> papá. No<br />
se trataba <strong>de</strong> sentirse humillada, ni <strong>de</strong> estar enojada. Estaba<br />
simplemente apenada.<br />
No me pareció justo que papá me reprendiera sin preguntar<br />
la causa <strong>de</strong> nuestra discusión. Yo misma habría <strong>de</strong>vuelto el libro a<br />
Margot, y mucho más pronto, si papá y mamá no hubiesen<br />
intervenido: en cambio, se pusieron enseguida <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> mi<br />
hermana, como si ella fuera víctima <strong>de</strong> una gran injusticia.<br />
Mamá protege a Margot, huelga <strong>de</strong>cirlo; ellas se protegen<br />
siempre mutuamente. Estoy tan acostumbrada a esa situación,<br />
que me he vuelto indiferente por completo a los reproches <strong>de</strong><br />
mamá y al humor irritable <strong>de</strong> Margot.<br />
Yo las quiero sólo porque son mi madre y mi hermana. En<br />
cuanto a papá es otra cosa. Me consumo íntimamente cada vez<br />
que él exterioriza su preferencia por Margot, que aprueba sus<br />
actos, que la colma <strong>de</strong> elogios y <strong>de</strong> caricias. Porque yo estoy loca<br />
por Pim. <strong>El</strong> es mi gran i<strong>de</strong>al. No quiero a nadie en el mundo<br />
tanto como a papá.<br />
<strong>El</strong> no repara en que no se porta con Margot igual que<br />
conmigo. ¡Margot es siempre la más inteligente, la más amable, la<br />
más bella y la mejor! Pero, no obstante, yo tengo un poco <strong>de</strong>