13.03.2013 Views

El Diario de Ana Frank

El Diario de Ana Frank

El Diario de Ana Frank

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

cualquier modo, es un muchacho simpático, y quizá, ¡quién sabe!,<br />

vamos a tener conversaciones magníficas.<br />

La señora Van Daan parece consentir mis charlas con su<br />

hijo, pero hoy me hizo una broma algo pesada:<br />

-¿Puedo <strong>de</strong>jarlos solos a los dos, allá en el <strong>de</strong>sván?<br />

-Des<strong>de</strong> luego -contesté-. ¿Preten<strong>de</strong> usted, por casualidad,<br />

ofen<strong>de</strong>rme?<br />

Des<strong>de</strong> la mañana temprano y hasta la noche, espero<br />

ansiosamente ver a Peter.<br />

Tuya,<br />

ANA<br />

© Pehuén Editores, 2001.<br />

Lunes 6 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1944<br />

Querida Kitty:<br />

Leo en el rostro <strong>de</strong> Peter que piensa tanto en mí como yo en<br />

él. Anoche su madre lo llamó burlonamente: «<strong>El</strong> pensador». Peter<br />

enrojeció, y yo me sentí a punto <strong>de</strong> explotar.<br />

¡Por qué no se callará esta gente!<br />

Tú no pue<strong>de</strong>s saber hasta qué punto me entristece verlo tan<br />

solo y no po<strong>de</strong>r hacer nada por él. Comprendo, como si yo misma<br />

hubiera pasado por ello, cómo <strong>de</strong>ben exasperarle las perpetuas<br />

disputas y las <strong>de</strong>mostraciones <strong>de</strong> cariño <strong>de</strong> sus padres. ¡Pobre<br />

Peter, tú también necesitas tanto <strong>de</strong>l amor!<br />

Me ha dicho que podía muy bien pasarse sin amigos; mis<br />

oídos resuenan todavía con la dureza <strong>de</strong> estas palabras. ¡Ah, cómo<br />

se engaña! Y pienso que, en el fondo, él no cree en eso para nada.<br />

Se aferra a su soledad, simula indiferencia y juega a la persona<br />

mayor, porque se ha impuesto ese papel y no quiere abandonarlo.<br />

Pobre Peter, ¿cuánto tiempo aguantarás aún? Ese esfuerzo<br />

sobrehumano, ¿no provocará, tar<strong>de</strong> o temprano, una reacción<br />

*En los hogares judíos se encien<strong>de</strong>n velas en vísperas <strong>de</strong>l sábado.<br />

)96(<br />

EL DIARIO DE ANA FRANK<br />

terrible?<br />

¡Oh Peter! ¡Si me <strong>de</strong>jaras ayudarte...! Juntos, nosotros dos,<br />

podríamos vencer nuestra soledad común.<br />

Pienso mucho, pero no hablo <strong>de</strong>masiado. Me siento dichosa<br />

cuando lo veo y más feliz aún si, a<strong>de</strong>más, el sol brilla. Ayer, mientras<br />

me lavaba la cabeza, me sentía muy excitada, pues él estaba en la<br />

habitación <strong>de</strong> al lado. Era algo más fuerte que yo, como siempre.<br />

Cuanto más tranquila y seria me siento en mi interior, más<br />

ruidosamente me comporto.<br />

¿Quién será el primero en <strong>de</strong>scubrir y romper esta armadura?<br />

Es una suerte que los Van Daan no hayan tenido una hija. Nunca<br />

mi conquista hubiera sido tan difícil, tan bella, tan espléndida,<br />

como con un muchacho.<br />

Tuya,<br />

ANA<br />

P.D. - Ya sabes que te escribo con toda franqueza; por eso quiero añadir, que, en el<br />

fondo, sólo vivo <strong>de</strong> un encuentro al otro. Siempre espero comprobar que él también<br />

me aguarda, y me siento transportada <strong>de</strong> alegría cuando noto una <strong>de</strong> sus íntimas y<br />

tímidas iniciativas. Apostaría a que él siente tantos <strong>de</strong>seos como yo <strong>de</strong> encontrar las<br />

palabras a<strong>de</strong>cuadas. Ignora que, precisamente, son sus esfuerzos <strong>de</strong>samparados los<br />

que más me conmueven.<br />

Martes 7 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1944<br />

Querida Kitty:<br />

Cuando recuerdo mi vida durante el año 1942, todo se me<br />

antoja irreal. La <strong>Ana</strong> que disfrutaba <strong>de</strong> esa existencia celestial era<br />

muy diferente <strong>de</strong> la que maduró entre estas pare<strong>de</strong>s. Sí, era una<br />

vida celestial: admiradores en cada esquina, una veintena <strong>de</strong> amigas<br />

no todas íntimas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, la predilecta <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> mis<br />

profesores, y mimada a más no po<strong>de</strong>r por mis padres con<br />

bombones, con dinero para pequeños gastos... ¿Qué más pedir?<br />

Tú te preguntarás cómo tenía a tanta gente prendada. Peter<br />

cree que gracias a mis atractivos, pero no es <strong>de</strong>l todo cierto. Los

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!