13.03.2013 Views

El Diario de Ana Frank

El Diario de Ana Frank

El Diario de Ana Frank

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-le dije.<br />

-¿Por qué? Se lo pregunto a mi padre. <strong>El</strong> sabe <strong>de</strong> todo mucho<br />

más que yo, y, a<strong>de</strong>más, tiene experiencia.<br />

Ya habíamos llegado al pie <strong>de</strong> la escalera, así que callé.<br />

¡Cómo se cambia! Jamás hubiera creído po<strong>de</strong>r hablar <strong>de</strong> eso<br />

tan llanamente, ni siquiera con una muchacha. Estoy segura <strong>de</strong><br />

que mamá pensaba en eso al advertirme que no hablase con los<br />

muchachos <strong>de</strong> tales temas. Pero al menos he aprendido algo: hay<br />

jóvenes -incluso <strong>de</strong>l sexo opuesto- que pue<strong>de</strong>n hablar <strong>de</strong> temas<br />

sexuales sin bromear y sin falsa vergüenza.<br />

¿Hablará Peter <strong>de</strong> todo a sus padres, y será él verda<strong>de</strong>ramente<br />

tal como se me mostró ayer?<br />

Bueno, no me importa <strong>de</strong>masiado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> todo.<br />

Tuya,<br />

ANA<br />

© Pehuén Editores, 2001.<br />

Jueves 27 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1944<br />

Querida Kitty:<br />

En estos últimos tiempos me he aficionado mucho a los<br />

árboles genealógicos <strong>de</strong> las familias reinantes: <strong>de</strong> ello <strong>de</strong>duzco<br />

que, a fuerza <strong>de</strong> buscar, se pue<strong>de</strong> muy bien remontarse hasta la<br />

Antigüedad haciendo <strong>de</strong>scubrimientos cada vez más interesantes.<br />

Aunque me aplico particularmente a mis <strong>de</strong>beres escolares<br />

(empiezo a po<strong>de</strong>r seguir bastante bien las audiciones <strong>de</strong> la B.B.C.),<br />

me paso una gran parte <strong>de</strong> los domingos recortando y clasificando<br />

mi colección <strong>de</strong> artistas <strong>de</strong> cine, que adquiere un volumen<br />

respetable.<br />

<strong>El</strong> señor Kraler suele traer, todos los lunes, una revista <strong>de</strong><br />

cine, lo que me produce una gran satisfacción. Aunque mi círculo,<br />

menos frívolo, piensa que eso es <strong>de</strong>rrochar dinero en<br />

extravagancias, <strong>de</strong> todos modos ellos se sorpren<strong>de</strong>n al oírme citar<br />

)84(<br />

EL DIARIO DE ANA FRANK<br />

los nombres exactos <strong>de</strong> los actores <strong>de</strong> los filmes estrenados hace<br />

un año o más. <strong>El</strong>li va mucho al cine con su amigo durante las<br />

horas libres; ella me anuncia los títulos <strong>de</strong> las películas que verá el<br />

sábado, y seguida yo le enumero a los actores protagonistas y las<br />

opiniones <strong>de</strong> la crítica. No hace mucho tiempo mamá <strong>de</strong>cía que<br />

yo no tendría ya necesidad <strong>de</strong> ir más tar<strong>de</strong> al cine para <strong>de</strong>squitarme,<br />

a tal punto los filmes, sus artistas y las críticas se habían grabado<br />

en mi memoria.<br />

Si se me ocurre usar un nuevo peinado, todos me miran con<br />

ojos críticos, y siempre puedo esperarme la pregunta: «¿A qué<br />

artista has imitado esta vez?».<br />

Y nadie me cree más que a medias cuando respondo que es<br />

una <strong>de</strong> mis creaciones.<br />

En cuanto al peinado, no dura más <strong>de</strong> media hora; tras lo<br />

cual, me siento tan contrariada por las observaciones, que corro<br />

al cuarto <strong>de</strong> baño para arreglarme el pelo como todos los días.<br />

Tuya,<br />

ANA<br />

Viernes 28 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1944<br />

Querida Kitty:<br />

Quizá creas que te tomo por una vaca, al obligarte a rumiar<br />

constantemente las mismas cosas y las mismas noveda<strong>de</strong>s. La<br />

monotonía <strong>de</strong>be <strong>de</strong> hacerte bostezar abiertamente, y juzgarás que<br />

ya es hora <strong>de</strong> que <strong>Ana</strong> aparezca con algo nuevo.<br />

¡Ah, ya lo sé! No hago más que <strong>de</strong>senterrar viejas historias.<br />

Eso aburre, y a mí también, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego. Cuando, en la mesa, no<br />

se habla <strong>de</strong> política ni <strong>de</strong> menús suculentos, mamá y la señora<br />

Van Daan rivalizan en relatos <strong>de</strong> sus historias <strong>de</strong> juventud - ¡que<br />

nos sabemos <strong>de</strong> memoria!-, o bien Dussel empieza a chochar a<br />

propósito <strong>de</strong>l amplio guardarropa <strong>de</strong> su mujer, o sobre caballos<br />

<strong>de</strong> carrera, <strong>de</strong> canoas que hacen agua, o <strong>de</strong> niñitos superdotados

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!