Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
La señora hubiera querido guardarse para ella ese dinero, con el<br />
fin <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r comprar ropa nueva <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la guerra. Le costó<br />
mucho trabajo a su marido hacerle compren<strong>de</strong>r que <strong>de</strong> esa suma<br />
había necesidad urgente para el hogar.<br />
No pue<strong>de</strong>s imaginar qué alaridos, qué gritos, qué injurias y<br />
qué accesos <strong>de</strong> cólera. Fue horrible. Nosotros nos situamos al<br />
pie <strong>de</strong> la escalera, conteniendo la respiración y preparados para<br />
subir a separar a las furias. Todo eso repercute en el sistema<br />
nervioso y causa tal tensión, que por la noche, cuando me acuesto,<br />
lloro y agra<strong>de</strong>zco al cielo que puedo contar con una media hora<br />
para mí sola.<br />
<strong>El</strong> señor Koophuis está nuevamente ausente, su estómago<br />
no le da tregua. Ni siquiera sabe si la hemorragia ha sido bien<br />
contenida. Por primera vez le hemos visto <strong>de</strong>primido cuando<br />
nos anunció que se iba a su casa porque no se sentía bien.<br />
En cuanto a mí, la única novedad es que no tenga nada <strong>de</strong><br />
apetito. Constantemente oigo <strong>de</strong>cir: «¡Qué mala cara tiene!». Te<br />
confieso que hacen lo in<strong>de</strong>cible para que mi salud no flaquee; me<br />
dan glucosa, aceite <strong>de</strong> hígado <strong>de</strong> bacalao y tabletas <strong>de</strong> levadura y<br />
calcio.<br />
Mis nervios me juegan malas pasadas: estoy <strong>de</strong> un humor<br />
espantoso. La atmósfera <strong>de</strong> la casa es <strong>de</strong>primente, soñolienta,<br />
aplastante, sobre todo el domingo. Afuera, ningún canto <strong>de</strong> pájaro;<br />
a<strong>de</strong>ntro, un silencio mortal y sofocante planea sobre personas y<br />
cosas, y pesa sobre mí como si quisiera arrastrarme a<br />
profundida<strong>de</strong>s insondables.<br />
En momentos así, me olvido <strong>de</strong> papá, <strong>de</strong> mamá y <strong>de</strong> Margot.<br />
Indiferente, voy <strong>de</strong> una habitación a otra, subiendo y bajando las<br />
escaleras, y me veo como el pájaro cantor cuyas alas han sido<br />
cortadas y que, en la oscuridad total, se hiere al golpearse contra<br />
los barrotes <strong>de</strong> su estrecha jaula. Una voz interior me grita: «Sal a<br />
la calle, ríe, respira el aire puro». Ni siquiera contesto ya: me tiendo<br />
© Pehuén Editores, 2001.<br />
)69(<br />
EL DIARIO DE ANA FRANK<br />
en un diván y me duermo para acortar el tiempo, el silencio y la<br />
espantosa angustia, porque no hay forma <strong>de</strong> matarlos.<br />
Tuya,<br />
ANA<br />
Miércoles 3 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1943<br />
Querida Kitty:<br />
Papá ha hecho traer un programa <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Enseñanza<br />
<strong>de</strong> Ley<strong>de</strong>, con el fin <strong>de</strong> que nos distraigamos con una actividad<br />
educativa. Margot ha recorrido por lo menos tres veces el<br />
voluminoso tomo, sin hallar en él un curso que le pareciera<br />
verda<strong>de</strong>ramente interesante. La <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> papá fue rápida: ha<br />
elegido un curso <strong>de</strong> «latín elemental» por correspon<strong>de</strong>ncia, que<br />
no ha tardado en llegar, y Margot se ha <strong>de</strong>dicado a él con<br />
entusiasmo. Es <strong>de</strong>masiado difícil para mí, aunque me habría<br />
gustado mucho apren<strong>de</strong>r latín.<br />
Como yo necesitaba también algo nuevo, papá ha pedido a<br />
Koophuis que le obtenga una Biblia para niños, con el fin <strong>de</strong><br />
ponerme al corriente <strong>de</strong>l Nuevo Testamento.<br />
-¿Es que quieres regalarle a <strong>Ana</strong> una Biblia para la fiesta <strong>de</strong> la<br />
Januka? -preguntó Margot, bastante consternada.<br />
-Si... pero pienso que la fiesta <strong>de</strong> San Nicolás será mejor<br />
ocasión -respondió papá-. No veo muy bien a Jesús en la Januka.<br />
Tuya,<br />
ANA<br />
Lunes a la noche, 8 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1943