En vigilante espera - Acción Cultural Cristiana
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Mientras ...<br />
<strong>En</strong> nuestra sociedad hay una conciencia vivísima de los propios derechos por<br />
parte de cada individuo humano; comenzando por el derecho... a las vacaciones.<br />
Vaya por vía de anécdota dos casos recientes que nos han acaecido. Un amigo<br />
nuestro siente que se le han desmoronado sus vacaciones porque un familiar le<br />
localizó y le hizo abordar un problema que pedía urgente solución. Un grupo de<br />
personas, que se autoproclaman cristianas, se niega a asistir a un encuentro de<br />
trabajo social en tiempo de vacaciones porque, dicen, no hay que mezclar el compromiso<br />
cristiano con el «debido y merecido» descanso.<br />
Efectivamente, considerado en abstracto, ¿acaso no tiene derecho una familia<br />
a un mes de vacaciones?, ¿acaso no a una segunda vivienda en el campo, en<br />
la montaña o junto a la playa, con aire acondicionado si es posible?, ¿acaso no a<br />
poder enviar a sus hijos al extranjero a aprender idiomas?, ¿no tiene derecho un<br />
profesional de alta cualificación, un técnico, un ingeniero, un hombre de negocios,<br />
un piloto de aviación a ganar por encima de las 250.000 ptas. mensuales<br />
como mínimo?, ¿quién no lo tiene, en nombre de la libertad, a disfrutar de lo suyo,<br />
desde su cuerpo hasta sus bienes, según su voluntad, capricho o interés?, ¿por qué<br />
no vamos a tener derecho los españoles a los 10.000 dólares de renta percápita<br />
que ya hemos alcanzado?, ¿o a los miles o millones de nuestra cuenta corriente?,<br />
¿y a la renta de nuestro salario fijo?, ¿y a la seguridad que todo ello lleva consigo?<br />
Y en el orden social ¿quién va a negar sus derechos (por otra parte tan bien<br />
defendidos por sus usufructuarios) a los colectivos de controladores aéreos, conductores<br />
de RENFE, funcionarios con sueldo asegurado de por vida, obreros con<br />
sueldo fijo, profesores, inspectores de Hacienda, notarios, registradores de la propiedad,<br />
altos ejecutivos a punto de infarto por su trabajo, etc., si de ellos depende<br />
la estabilidad de la sociedad en su actual «orden vigente»? ¿Quién va a negar el<br />
derecho a vivir bien a los que viven bien?.. con lo que han trabajado por conseguirlo!<br />
Y en el orden nacional ¿no tiene derecho un país a una red de autovías?, ¿a<br />
un tren de alta velocidad?, ¿a numerosas universidades y centros de educación y<br />
formación?, ¿a una seguridad social y a una asistencia sanitaria? Sin duda, y ello<br />
es un signo del grado de desarrollo de una nación.<br />
Y en el orden internacional ¿no tiene, por ejemplo, la vieja Europa derecho<br />
al fruto de tantos siglos de pensamiento, de cultura, de esfuerzo económico, científico,<br />
técnico, etc.?<br />
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