El racismo y la Administración de Justicia - Biblioteca Hegoa
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ta características físicas o étnicas específicas que pudieran presumirse razonablemente<br />
eran propios <strong>de</strong> personas no españo<strong>la</strong>s. Esto, argumentaba el Tribunal, no era<br />
indicio <strong>de</strong> prejuicio racial. Uno <strong>de</strong> los seis magistrados que juzgaron el caso, Julio Diego<br />
González Campos, emitió un voto discrepante <strong>de</strong> <strong>la</strong> opinión mayoritaria, alegando que<br />
<strong>la</strong> introducción <strong>de</strong> <strong>la</strong> raza como criterio para seleccionar quién <strong>de</strong>bía ser objeto <strong>de</strong> un<br />
control <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> policía vulneraba el artículo 14 <strong>de</strong> <strong>la</strong> Constitución. <strong>El</strong> magistrado<br />
afirmó también que España era una sociedad multicultural y que el hecho <strong>de</strong> que<br />
numerosas personas <strong>de</strong> origen extranjero resi<strong>de</strong>ntes en España pudieran ser sometidas<br />
a controles <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad, posiblemente una y otra vez, sólo por su origen racial,<br />
no sólo afectaba a su dignidad personal, sino que frustraba su integración en <strong>la</strong> sociedad<br />
españo<strong>la</strong>.<br />
En Austria, en los últimos años se ha hecho patente un creciente <strong>racismo</strong> entre los<br />
funcionarios. Un informe emitido en abril <strong>de</strong>l 2001 por <strong>la</strong> Comisión Europea contra el<br />
Racismo y <strong>la</strong> Intolerancia, <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Europa, expresaba preocupación por <strong>la</strong> conducta<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> policía hacia <strong>la</strong>s personas pertenecientes a grupos minoritarios. También seña<strong>la</strong>ba<br />
que <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> <strong>la</strong>s disposiciones legales encaminadas a combatir el <strong>racismo</strong> y<br />
<strong>la</strong> discriminación no ofrecían una protección eficaz, y manifestaba profunda inquietud<br />
por el uso <strong>de</strong> propaganda racista y xenófoba por los políticos.<br />
En los últimos años, Amnistía Internacional ha documentado varios casos <strong>de</strong> malos<br />
tratos racistas a <strong>de</strong>tenidos, infligidos por <strong>la</strong> policía austriaca. Por ejemplo, según los testigos,<br />
los policías que agredieron a Mohammed Ali Syl<strong>la</strong>, ciudadano francés <strong>de</strong> origen<br />
africano, lo l<strong>la</strong>maron «negro hijo <strong>de</strong> perra» y otros términos <strong>de</strong>spectivos. Al parecer,<br />
uno <strong>de</strong> los agentes preguntó a una mujer que estaba entre <strong>la</strong> multitud que presenciaba<br />
<strong>la</strong> agresión por qué le preocupaba tanto un «negro asqueroso».<br />
<strong>El</strong> suceso tuvo lugar el 3 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1999 en una estación <strong>de</strong> metro <strong>de</strong> Viena. Los<br />
informes indican que <strong>la</strong> policía <strong>de</strong>tuvo a Mohammed Ali Syl<strong>la</strong> como presunto traficante<br />
<strong>de</strong> drogas. Según los testigos, los agentes le dieron puñetazos, patadas y golpes con <strong>la</strong>s<br />
porras mientras yacía en el suelo <strong>de</strong> una habitación a don<strong>de</strong> lo habían llevado. Después<br />
<strong>de</strong> golpearlo y <strong>de</strong>rribarlo, lo rociaron con un pulverizador <strong>de</strong> pimienta. En abril <strong>de</strong><br />
1999, Mohammed fue juzgado por resistirse a <strong>la</strong> <strong>de</strong>tención y por lesionar a los policías,<br />
y con<strong>de</strong>nado a nueve meses <strong>de</strong> prisión, ocho <strong>de</strong> ellos con suspensión <strong>de</strong> <strong>la</strong> pena.<br />
La forma en que <strong>la</strong> policía trató a los testigos en re<strong>la</strong>ción con este caso suscitó honda<br />
preocupación. Según los informes, no los interrogaron hasta transcurridos 20 días, y antes<br />
<strong>de</strong> ello, el máximo jefe <strong>de</strong> <strong>la</strong> policía <strong>de</strong> Viena pareció cuestionar públicamente su fiabilidad.<br />
Los informes también indican que el entonces dirigente <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los sindicatos<br />
policiales amenazó a los testigos con procesarlos, diciendo: «Sólo quieren proteger<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> policía a los africanos negros traficantes <strong>de</strong> drogas en lugar <strong>de</strong> proteger <strong>de</strong><br />
ese tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>licuentes a los padres y a los hijos». 66 En el 2000, Amnistía Internacional<br />
tuvo conocimiento <strong>de</strong> que dos policías acusados <strong>de</strong> maltratar y proferir insultos racistas<br />
contra Mohammed Ali Syl<strong>la</strong> intentaron <strong>de</strong>mandar a su vez a dos <strong>de</strong> los testigos pre-<br />
66 Austria ante el Comité contra <strong>la</strong> Tortura: Denuncias <strong>de</strong> malos tratos policiales (Índice AI:<br />
EUR 13/01/00/s).<br />
EL RACISMO Y LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA<br />
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