SEIS ESTUDIOS DE PSICOLOGÍA Jean Piaget - Colegio de la Loza
SEIS ESTUDIOS DE PSICOLOGÍA Jean Piaget - Colegio de la Loza
SEIS ESTUDIOS DE PSICOLOGÍA Jean Piaget - Colegio de la Loza
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
nismos funcionales comunes a todas <strong>la</strong>s etapas. Pue<strong>de</strong><br />
afirmarse, <strong>de</strong> una forma totalmente general (no so<strong>la</strong>mente<br />
comparando cada etapa con <strong>la</strong> siguiente, sino cada<br />
conducta, en el interior <strong>de</strong> cualquier etapa, con <strong>la</strong> conducta<br />
siguiente) que toda acción —o sea todo movimiento,<br />
todo pensamiento o sentimiento— respon<strong>de</strong> a una necesidad.<br />
El niño, al igual que el adulto, no ejecuta ningún<br />
acto, exterior o incluso totalmente interior, más que<br />
impulsado por un móvil, y este móvil se traduce siempre<br />
en una necesidad (una necesidad elemental o im interés,<br />
una pregunta, etc.). Ahora bien, tal como ha <strong>de</strong>mostrado<br />
C<strong>la</strong>paré<strong>de</strong>, una necesidad es siempre <strong>la</strong> manifestación<br />
<strong>de</strong> un <strong>de</strong>sequilibrio: hay necesidad cuando<br />
algo, al margen <strong>de</strong> nosotros o en nosotros mismos (en<br />
nuestro organismo físico o mental) se ha modificado, y<br />
se trata <strong>de</strong> reajustar <strong>la</strong> conducta en función <strong>de</strong> este cambio.<br />
Por ejemplo, el hambre o el cansancio provocarán<br />
<strong>la</strong> búsqueda <strong>de</strong> alimento o <strong>de</strong> reposo; el encuentro <strong>de</strong><br />
un objeto exterior <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nará <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> jugar,<br />
su utilización con fines prácticos, o suscitará una pregunta,<br />
un problema teórico; una pa<strong>la</strong>bra pronunciada por<br />
otra persona excitará <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> imitar, <strong>de</strong> simpatizar<br />
o engendrará reserva u oposición <strong>de</strong>bido a que entra<br />
en conflicto con alguna <strong>de</strong> nuestras ten<strong>de</strong>ncias. Inversamente<br />
<strong>la</strong> acción finaliza cuando existe una satisfacción <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s, o sea cuando se restablece el equilibrio<br />
entre el nuevo hecho, que ha <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nado <strong>la</strong> necesidad,<br />
y nuestra organización mental tal como esta se presentaba<br />
anteriormente a él. Comer o dormir, jugar o alcanzar los<br />
objetivos, respon<strong>de</strong>r a <strong>la</strong> pregunta o resolver el problema,<br />
lograr su imitación, establecer una re<strong>la</strong>ción afectiva,<br />
mantener el punto <strong>de</strong> vista, son satisfacciones que, en<br />
los ejemplos prece<strong>de</strong>ntes, pondrán fin a <strong>la</strong> conducta particu<strong>la</strong>r<br />
suscitada por <strong>la</strong> necesidad. En cada instante, podría<br />
<strong>de</strong>cirse así, <strong>la</strong> acción está <strong>de</strong>sequilibrada por <strong>la</strong>s<br />
transformaciones que surgen en el mundo, exterior o in-<br />
15