descargar nº 3-4 / 2009 - Sociedad Chilena de Salud Mental
descargar nº 3-4 / 2009 - Sociedad Chilena de Salud Mental
descargar nº 3-4 / 2009 - Sociedad Chilena de Salud Mental
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
"visión" una función esencial sin tomar en cuenta que<br />
viene como resultado <strong>de</strong> la integración paulatina <strong>de</strong> los<br />
datos somáticos y luego emocionales. El querer acce<strong>de</strong>r<br />
directamente a la integración cortical sin respetar el proce<strong>de</strong>r<br />
natural genera atrevimientos peligrosos. Los occi<strong>de</strong>ntales<br />
tien<strong>de</strong>n a <strong>de</strong>spreocuparse <strong>de</strong> la preparación física<br />
y luego psico-emocional al momento <strong>de</strong> inducir una<br />
modificación <strong>de</strong> la conciencia. Creen que pue<strong>de</strong>n abstenerse<br />
<strong>de</strong> las formas rituales que atribuyen a meras obligaciones<br />
culturales que no les correspon<strong>de</strong>n. Su pérdida <strong>de</strong><br />
la dimensión simbólica como activa, eficaz y operatoria,<br />
les hace pensar <strong>de</strong> que se trata <strong>de</strong> una recreación virtual<br />
sin mayor importancia y <strong>de</strong> la cual pue<strong>de</strong>n exonerarse.<br />
Los indígenas nos recuerdan entonces que hay invariantes<br />
universales y que si bien existen leyes <strong>de</strong> la naturaleza<br />
visible, existen igualmente leyes <strong>de</strong> la naturaleza invisible.<br />
En otras palabras nos hacen recordar que el mundo está<br />
or<strong>de</strong>nado y que lo peor que le pue<strong>de</strong> pasar al ser humano<br />
es <strong>de</strong> volverse auto-referente y olvidarse <strong>de</strong> que existe un<br />
"otro". La experiencia <strong>de</strong> EMC apunta entonces a reconectarnos<br />
con esta memoria ontológica y así reintegrar<br />
nuestro or<strong>de</strong>n interno en el seno <strong>de</strong>l gran or<strong>de</strong>n universal,<br />
lo que es profundamente curativo y sanador. Dentro <strong>de</strong><br />
la sesión <strong>de</strong> ayahuasca, el maestro-curan<strong>de</strong>ro restablece<br />
un super-or<strong>de</strong>n que permite a su paciente pasar por una<br />
fase <strong>de</strong> relativo <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n en el proceso <strong>de</strong> la exploración<br />
<strong>de</strong> sus <strong>de</strong>sarreglos internos y luego reintegrarse a sí mismo<br />
enriquecido <strong>de</strong> su experiencia. La intencionalidad <strong>de</strong>l<br />
sujeto hace eco entonces con la intencionalidad <strong>de</strong>l que<br />
dirige la experiencia. Ello nos remite a la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong><br />
los sistemas vivos como sistemas <strong>de</strong> información abiertos<br />
don<strong>de</strong> la acumulación <strong>de</strong> datos llega a activar tanto el<br />
sistema que lo lleva a una situación pre-caótica. En esta<br />
fase <strong>de</strong> hiperactivación <strong>de</strong>l sistema, se presenta una crisis<br />
don<strong>de</strong> se ofrece una bifurcación posible hacia la entropía<br />
(<strong>de</strong>generación y muerte) <strong>de</strong>l sistema o bien se presenta<br />
un salto cualitativo neguentrópico (vital) hacia un nuevo<br />
or<strong>de</strong>n integrador. Por ejemplo, una enfermedad fisica<br />
pue<strong>de</strong> resolverse o por lo menos aliviarse mediante la integración<br />
<strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong> esa patología somática a nivel<br />
psico-emocional. Del mismo modo, para una patología<br />
psico-somática como la <strong>de</strong>presión, el salto cualitativo<br />
pue<strong>de</strong> darse hacia el or<strong>de</strong>n trascen<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong> la dimensión<br />
espiritual. En cada uno <strong>de</strong> esos pasos, existe para el ser<br />
humano un momento <strong>de</strong> <strong>de</strong>liberación interna don<strong>de</strong> se<br />
encuentra solo con su conciencia profunda, diría ontológica,<br />
para optar libremente hacia la entropía o la neguentropía,<br />
hacia la muerte o hacia la vida.<br />
El mundo occi<strong>de</strong>ntal carece hoy en día <strong>de</strong> una cosmovisión<br />
compartida y más bien se encuentra en ese estado<br />
<strong>de</strong> crisis emergente don<strong>de</strong> una bifurcación se ofrece en<br />
su camino: la elección individual y colectiva por la vida<br />
o por la muerte. Esa ausencia <strong>de</strong> marco conceptual que<br />
sirva <strong>de</strong> referente universal impone una transferencia<br />
<strong>de</strong> las prácticas indígenas <strong>de</strong> EMC que sean pru<strong>de</strong>ntes.<br />
La tentación frecuente <strong>de</strong> abandono <strong>de</strong> las raíces occi<strong>de</strong>ntales<br />
para adoptar modales pertenecientes a culturas<br />
ajenas, plantea <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su inicio una incoherencia ya que se<br />
busca la reintegración <strong>de</strong> su naturaleza profunda negando<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio un componente esencial <strong>de</strong> esa misma<br />
naturaleza. La auto-negación <strong>de</strong> una parte <strong>de</strong> sí mismo<br />
<strong>de</strong> hecho impi<strong>de</strong> resolver procesos disociativos que son<br />
una característica <strong>de</strong> la patología occi<strong>de</strong>ntal colectiva. A<br />
este nivel también el abordaje intercultural requiere encontrar<br />
puentes que alcanzan dimensiones universales o<br />
invariantes <strong>de</strong> la naturaleza humana, tras <strong>de</strong> las fronteras<br />
culturales. Muchos antropólogos establecieron como<br />
imposible esta tarea, encerrando las prácticas indígenas<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un espacio supuestamente infranqueable para<br />
el occi<strong>de</strong>ntal. Ello se <strong>de</strong>be esencialmente a su acercamiento<br />
a esas prácticas, marcado por el distanciamiento <strong>de</strong> la<br />
supuesta y obligada objetividad científica cuya inanidad<br />
ya hemos señalado. El temor a per<strong>de</strong>r el estatus académico<br />
que les otorga su contexto occi<strong>de</strong>ntal les mantiene en<br />
la otra orilla don<strong>de</strong> se excluyen <strong>de</strong> la experiencia directa y<br />
viva. Sin embargo, ya sabemos que la integración cortical<br />
superior en esos casos no pue<strong>de</strong> abstenerse <strong>de</strong>l compromiso<br />
personal con el cuerpo y la psique. Este riesgo <strong>de</strong>spierta<br />
en las mentes occi<strong>de</strong>ntales un gran miedo, que es<br />
el <strong>de</strong> la pérdida <strong>de</strong> control y por en<strong>de</strong> <strong>de</strong> la locura. A la vez<br />
revela la presencia inconsciente <strong>de</strong> la fractura disociativa<br />
<strong>de</strong>l pensamiento y <strong>de</strong>l modo <strong>de</strong> vivir en un Occi<strong>de</strong>nte con<br />
ten<strong>de</strong>ncias esquizofrénicas, y señala con razón la necesidad<br />
<strong>de</strong> establecer sistemas <strong>de</strong> contención e integración<br />
<strong>de</strong> la conciencia. Se vuelve problemático el hecho que<br />
muchas autorida<strong>de</strong>s académicas, religiosas, políticas, enfrentadas<br />
a este temor (o hasta terror) personal, <strong>de</strong>cidan<br />
establecer una contención colectiva, proyectando así sus<br />
184<br />
PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL <strong>2009</strong>, XXVI, Nº 3 - 4 , 172 - 189