Los recursos de las familias urbanas de bajos ingresos para ... - Cepal
Los recursos de las familias urbanas de bajos ingresos para ... - Cepal
Los recursos de las familias urbanas de bajos ingresos para ... - Cepal
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
familia ya ha sido mencionada: "Yo aprendí <strong>de</strong>s<strong>de</strong> chico lo que es la necesidad. Cuando<br />
tenía 6 ó 7 años, tenía que salir a pedir. Si no salía me castigaban en casa. Tenía unos<br />
padres muy estrictos, si no salís no tenés <strong>para</strong> comer. Salía con mi madre y mis hermanas.<br />
Hasta que un día pasé la vergüenza más gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> mi vida. Yo tenía una maestra que me<br />
quería muchísimo. Había salido con mi hermana a pedir casa por casa, hasta que<br />
llegamos a una en la que no sé por qué, no quería entrar. Mi hermana me dijo: si no vas,<br />
cuando vaya a casa le cuento a mamá y papá. Vas a esa casa y pedís, <strong>de</strong>cía mi hermana<br />
que era una <strong>de</strong> <strong>las</strong> mayores. Entonces voy, golpeo, y aparece la maestra. Me mira y me<br />
dice ¿Qué hacés acá? Me fui corriendo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahí hasta mi casa no paré. Corriendo y<br />
llorando, ¿cómo iba a ir yo al otro día a la escuela? ¿Cómo la miraba yo a la maestra?,<br />
siendo que yo toda mi vida fui el enamorado <strong>de</strong> <strong>las</strong> maestras, siempre se sacaron fotos<br />
conmigo, andaban conmigo <strong>para</strong> todos lados..."<br />
"Al otro día no quería ir a la Escuela, pero me obligaron. Entonces fui y <strong>las</strong> llamé a la<br />
Directora y a la maestra, fui a la dirección y les dije: yo lamentablemente tengo que salir a<br />
pedir porque en mi casa no da el sueldo. Mi papá está solo <strong>para</strong> trabajar, está muy metido<br />
en cuentas y no le da más." 'No te preocupes me <strong>de</strong>cían, lo que importa es que no <strong>de</strong>jes <strong>de</strong><br />
venir a la escuela. Pero una parte mía me <strong>de</strong>cía que no tenía que ir más, hasta que agarré<br />
un trabajito. Era un almacén, me tenía que levantar a <strong>las</strong> 4 <strong>de</strong> la mañana <strong>para</strong> ir al mercado<br />
a cargar, tenía 8 años. Después <strong>de</strong>scargábamos y empezábamos a repartir los pedidos. Le<br />
dije a la maestra, no puedo venir porque tengo que trabajar y ella arregló <strong>para</strong> que pudiera<br />
entrar un poco más tar<strong>de</strong>. Yo siempre llegaba cuando ya habían empezado a trabajar y<br />
<strong>de</strong>jaba una carilla <strong>para</strong> hacer lo anterior, hasta que me empecé a atrasar mucho. Yo no era<br />
el mayor, era casi el menor <strong>de</strong> mis hermanos, pero ellos no querían trabajar. Pero a mí me<br />
gustaba trabajar, no me gustaba lo ajeno. Porque tenía dos opciones robar o trabajar y a mí<br />
siempre me gustó trabajar, toda la vida. Entonces hablé con el patrón y me empezó a <strong>de</strong>jar<br />
salir un poco antes; me daba algo <strong>de</strong> comer y me ayudaban a hacer los <strong>de</strong>beres, él y la<br />
esposa, que luego falleció. Después empecé a volver al almacén <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la escuela, y<br />
cuando ellos me tomaron confianza no me <strong>de</strong>jaban volver solo y me llevaban a casa a <strong>las</strong><br />
diez <strong>de</strong> la noche. Trabajé allí hasta los 13 años. Gracias al almacén logré terminar la<br />
escuela. De ahí en a<strong>de</strong>lante yo mismo me pagué los estudios, mis padres no me pagaron<br />
nada. Mi padre a mí en la vida creo que me dio un cua<strong>de</strong>rno sólo."<br />
c. Expectativas <strong>de</strong> los adultos por continuar estudiando<br />
Algunos <strong>de</strong> los entrevistados expresan aspiraciones y <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> volver a estudiar,<br />
en tanto que otros ya lo están haciendo, pero la mayoría lo consi<strong>de</strong>ra un capítulo cerrado <strong>de</strong><br />
sus vidas, que difícilmente podrían volver a abrir.<br />
Entre los primeros, encontramos a Pablo (40) y Andrea (29) que viven en un<br />
asentamiento <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Maldonado y tienen dos hijos. Él es fotógrafo y trabaja por<br />
su cuenta, y ella tiene empleo realizando limpiezas en un edificio durante todo el año.<br />
Cuando Andrea termina su horario <strong>de</strong> trabajo (8 horas, 6 días a la semana) asiste a un<br />
Curso <strong>de</strong> Computación en la ORT. Pagar el curso representa un importante sacrificio <strong>para</strong><br />
ellos pero confían que le abrirá nuevas oportunida<strong>de</strong>s laborales. "Elegí eso porque es lo que<br />
en todos lados se está pidiendo, es un curso <strong>de</strong> un año con lo que uno sale pre<strong>para</strong>do <strong>para</strong><br />
un trabajo <strong>de</strong> oficina, que al menos es un trabajo más aliviado, no tan agotador." Su esposo<br />
afirma: "Ojalá que siga con esto <strong>de</strong> la computación, porque aunque no gane mucho más, no<br />
53