15.05.2013 Views

La Otra Banda (1978)

La Otra Banda (1978)

La Otra Banda (1978)

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

produjo no a los meses sino a los pocos días después de arribar Abrahán Siriaco a San<br />

Francisco. Para otros, el Comandante Yépez lo hizo dormir, la primera noche de su<br />

llegada, en el cuarto de Maria Antonia y desde ese día todo quedó comprometido. Esta<br />

y otras versiones intercambiaban los pobladores, pero lo que nadie dudaba era que<br />

Abrahán Siriaco había hecho un gran negocio casándose con la hija del Jefe Civil.<br />

Le compró simbólicamente a su suegro una finca que éste poseía en la región de<br />

El Blanco, cuya extensión alcanzaba unas cien hectáreas que Siríaco se encargó de<br />

ampliar hasta limites desconocidos para la época, con el apoyo de su suegro, quien a su<br />

vez recibía respaldo irrestricto del Coronel Montemorro, primera autoridad del Distrito.<br />

-Cámbiemele el nombre en el documento que me va a ser, don Camilo, quiero<br />

que se llame <strong>La</strong> Siriaquera, a donde Ud. irá a divertirse con sus nietos, porque ya Maria<br />

Antonia está preñada.<br />

En <strong>La</strong> Siriaquera no había casa de habitación, ni ganado. Camilo Yépez le<br />

autorizó recoger algún ganado realengo que él tenía en una posesión comunera<br />

conocida como <strong>La</strong> Esperanza. Siriaco recogió todo el ganado que encontró con el<br />

hierro de Camilo Yépez, que en su total sumaban cuarenta y dos cabezas, pero le puso<br />

el hierro, una “Y” gigante, a más de cien becerros machos y hembras que estaban<br />

mostrencos. Estos, no se sabe si son de don Camilo, le comentaba a los peones que le<br />

ayudaban en la faena, pero tampoco se sabe de quién son. Nadie podrá reclamarlos. Así<br />

que empújenlos para <strong>La</strong> Siriaquera, don Eduardo -le decía a Eduardo González, el más<br />

famoso de los arreadores de ganado que había en la región, quien se sentía muy<br />

incómodo porque por primera vez, después de más de veinte años arreando ganado,<br />

tenía que hacerlo acompañado por policías que el Comandante Yépez le había<br />

suministrado a Abrahán Siriaco.<br />

Los alambres fueron levantados rápidamente en torno a los límites que señalaban<br />

los documentos de propiedad que había recibido, y en los cuales los testigos que<br />

firmaban la venta eran los dos policías que había contratado el Comandante Yépez,<br />

para el resguardo de la autoridad y para utilizarlos en la protección de sus propiedades.<br />

-Construyó una casa más o menos confortable, pero no pudo vivir en ella y<br />

menos recibir a su suegro, porque tanto él como su mujer fueron atacados por fiebres<br />

muy altas y tuvieron que ser trasladados a San Francisco, donde establecieron su<br />

residencia definitiva. Era la época del paludismo. Una vez recuperado estableció como<br />

norma viajar una o dos veces al mes a su hacienda, acompañado de un guardaespaldas y<br />

una mula de remonta. El guardaespaldas, debido a los tantos enemigos que se había<br />

creado en tan corto tiempo como el que necesitó para casarse y para enriquecerse. <strong>La</strong><br />

mula de remonta, porque después de superar la crisis de las fiebres experimentó un<br />

apetito tan voraz como sus deseos de hacerse millonario, que llegó a pesar más de<br />

ciento veinte kilogramos, lo que lo obligaba a cambiar de bestia después de una jornada<br />

considerable. <strong>La</strong> remonta se hacía ineludible, el viaje se hacía sin escalas prolongadas<br />

20

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!