La Otra Banda (1978)
La Otra Banda (1978)
La Otra Banda (1978)
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
LEONARDO HERNÁNDEZ tuvo que realizar varios viajes más al interior del<br />
Estado Falcón con la finalidad de comprar algún ganado, no ya para venderlo<br />
inmediatamente, sino para engordarlo en sus potreros y para el ordeño. Gran parte del<br />
ganado que compraba para cebar en su hacienda <strong>La</strong>s Vegas, era “trampeado” por<br />
Abrahán Siríaco en complicidad con el Jefe Civil de San Francisco. Sin embargo,<br />
continuaba sus incesantes viajes, en algunos de los cuales denunciaba en la Jefatura<br />
Civil de San Francisco, la pérdida de algunas cabezas de ganado.<br />
En uno de sus viajes se detuvo en Muñoz, en el negocio que tenía Jacobo<br />
Mendoza, próspero comerciante de <strong>La</strong> <strong>Otra</strong> <strong>Banda</strong>, para averiguar si alguien estaba<br />
interesado en vender ganado para engorde. Minutos después de su llegada, hacía lo<br />
mismo el Dr. José Antonio Riera, quien visitaba con mucha frecuencia al señor<br />
Mendoza. Hernández provenía de Altagracia y el Dr. Riera de Carora. Ambos<br />
comenzaban a sufrir la pérdida de ganado de sus respectivas haciendas, colindantes<br />
con <strong>La</strong> Siriaquera. No se veían desde que eran adolescentes, cuando Riera estudiaba<br />
Derecho y visitaba San Francisco en las vacaciones y Hernández hacía sus primeros<br />
viajes como tratante de ganado. Riera lo reconoció enseguida:<br />
-¡Leonardo!, Mucho gusto.<br />
-El gusto es mío, Dr. Riera.<br />
-Celebro que nos encontremos de nuevo, tenemos un enemigo común, a quien<br />
tenemos que ponerle un parao, si no lo hacemos nos deja limpios. Sabes que me refiero<br />
a Abrahán Siriaco. Ese es el que nos está robando el ganado.<br />
-Yo sospecho lo mismo, Dr. Riera, pero todavía no tengo las pruebas suficientes.<br />
-Mira, Leonardo, se nos ha perdido ganado a ti, a mí, a los hermanos Aquiles y<br />
Cornelio Oropeza y a Jacinto Campos. ¿Qué más pruebas queremos? ¿Atraparlo con las<br />
manos en la masa? Eso es imposible, las extensiones de tierras son inmensas y<br />
necesitaríamos más de cien hombres para cazarlo. En cambio para liquidarlo,<br />
necesitamos que uno de nosotros se amarre bien los pantalones.<br />
-Si yo llego a comprobar que el que me roba el ganado es Siriaco, yo lo arreglo<br />
solo, Dr. Riera.<br />
-Tenga cuidado con lo que dice, que aquí se acerca un muchacho que no debe oír<br />
conversaciones de este tipo -intervino Jacobo Mendoza.<br />
86