¿MISION CUMPLIDA? EVALUACIÓN DEL PROGRAMA DE ... - Novib

¿Misión cumplida? Evaluación Programa ON-LAC
de desarrollo con (falta de) equidad. Recién en la última media década se llevaron a cabo
investigaciones orientadas a discernir patrones con determinantes en áreas de combate de
pobreza, aumento del bienestar humano y conservación de la biodiversidad (Tekelenburg
et al., 2009). Existen mecanismos compensatorios (“trade-off”) que reflejan si el combate
de la pobreza se realiza con o sin aumento del bienestar, como también con o sin pérdida
de biodiversidad. Basados en un análisis de ganar-ganar contra perder-perder con
opciones intermedias, los modelos disponibles demuestran resultados con una
heterogeneidad mayor en América Latina que en otros continentes. Casos modelo en el
continente afirman que el desarrollo económico puede acoplarse con la conservación de
biodiversidad, mientras que otros demuestran una pérdida dramática de la misma.
Desnutrición, sociedad democrática y participación
En las fuentes de información de las áreas relevantes de la cooperación de Oxfam Novib en
las Metas 1 y 4, no se encuentra información disponible, desglosada por género. Datos en
relación con la seguridad alimentaria, inferidos del Informe de Desarrollo Humano (2010)
refieren a las tendencias registradas sobre una década y media (Ver Apéndice B).
La evolución de la seguridad alimentaria en los catorce países sigue un patrón basado en el
crecimiento demográfico, que va de un 24 % entre el inicio de los noventa y mediados de
la pasada década. En el grupo de contraste, el crecimiento fue mayor que en los siete
países de Oxfam Novib. En los catorce países bajó la participación de la población
desnutrida en promedio de 12.3 al 8.5%, es decir de uno en ocho hasta uno en doce
habitantes. Ambos factores ejercen una influencia, que en siete países resulta en un
descenso tanto relativo como absoluto de la desnutrición. La disminución permitió a 9.8
millones de personas no caer en esta categoría. Destacan Brasil (42 % de la reducción),
Perú (27 %) y Nicaragua (11 %) que lograron reducciones millonarias durante este
período. Solo Brasil supo hacerlo de manera sostenida.
En cinco países (Bolivia, México, Paraguay, Panamá y la República Dominicana), la
reducción en el porcentaje de la población desnutrida fue revertido por la expansión
demográfica, dejando un mayor segmento de población desnutrida en el 2006. Peor aún
resulta la situación en Guatemala y Venezuela donde, por evolución demográfica y por
condiciones internas, la población desnutrida creció en más del cincuenta por ciento.
La evolución de la seguridad ciudadana ha sido igualmente heterogénea. 34 Según la
clasificación mantenida por Amnistía Internacional, en los diez años hasta 2008, las
condiciones en Perú mejoraron significativamente. Mejoras más modestas se registraron –
según la escala de Amnistía – para Guatemala, Honduras, Nicaragua y Ecuador. En cambio,
las condiciones empeoraron en México y la República Dominicana. El estado más
alarmante sigue notado para Colombia que en diez años no se ha movido de la posición
con mayores violaciones de derechos humanos.
- la dependencia en exportaciones de la región de materias primas (52 %), más que en Asia Oriental y el
Pacífico (30%);
- la volatilidad de sus precios, con mayor exposición a recesiones;
- la presión ascendiente en el valor de la moneda nacional (con efectos adversos para otros sectores);
- el carácter no renovable del sector, con la no inversión de impuestos recolectados (excepto Chile y Brasil);
- el modesto efecto de empleo, puesto que la industria minera es intensiva en capital;
- los efectos dañinos para el medio ambiente, con potencial de conflictos con culturas indígenas y la sociedad
civil.
34 La seguridad ciudadana se mide también por medio de la tasa de homicidios, un índice donde solo Perú se
distingue con un nivel (inferior a los Estados Unidos) de 3.2 casos por cada 100,000 habitantes. En su gran
mayoría, los países de la región se mueven en el rango entre 10 y 25. En contraste, los países Colombia (39),
Guatemala (45), Venezuela (52) y Honduras (61) demuestran un nivel de inseguridad que en el último caso no
tiene igual en el mundo, incidiendo directamente en el bienestar individual y comunitario.
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