Subasta de Arte y Joyas 17 de noviembre de 2011

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BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO
(Sevilla, 1617-1683)
Niño Jesús dormido
óleo sobre lienzo
82,5 x 37,5 cm
se adjunta informe de D. Enrique Valdivieso
que se reproduce a continuación
Se trata de una obra característica de la escuela sevillana de la
segunda mitad del siglo XVII que presenta un prototipo iconográfico
creado por Bartolomé Esteban Murillo, el cual tuvo
una gran demanda entre la clientela de esta ciudad, y por ello,
el artista realizó varias versiones de este mismo tema. Por sus
características de estilo este lienzo, que puede considerarse
como original de Murillo, debe fecharse hacia 1660 y muestra
con claridad el dibujo y la expresividad que este pintor supo
dar a sus figuras infantiles.
Por otra parte, esta pintura tiene acreditada su originalidad
desde hace años, puesto que está catalogada en el libro
que sobre Murillo escribió Diego Angulo. En efecto, Angulo
estudió la obra cuando pertenecía a la colección Morales
Gutiérrez de Sevilla, señalando que existen tres ejemplares
casi idénticos de Murillo de este tema: en el Museo del Prado
de Madrid (fig. 1), en la colección del Duque de Osuna y en
propiedad de Morales Gutiérrez de Sevilla. Además, Angulo
precisó que esta versión de Morales Gutiérrez era la que
poseía “una factura más murillesca”, es decir, que era la que
más cercana se encuentra de la creatividad original de Murillo.
También Angulo señala que debió de existir un prototipo
original de este artista que se ha perdido y del que derivan los
demás ejemplares que se han citado. Al referirse a esta tela,
entonces en la colección Morales Gutiérrez, señala Angulo
que estaba mal conservada, pero que su calidad era buena.
Actualmente podemos señalar que, después de una excelente
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Fig. 1. Museo del Prado, Madrid.
restauración realizada en esta obra en enero del año 2000, se
ha recobrado su máxima calidad técnica al estar exenta de
suciedades y repintes.
Esta iconografía de Murillo que muestra al Niño Jesús dormido
sobre la cruz gozó por tanto de una gran popularidad
entre la clientela sevillana de la segunda mitad del siglo XVII,
y fue realizada fundamentalmente con destino a domicilios
particulares donde suscitaba una profunda devoción. Lógicamente,
el Niño dormido sobre la cruz evoca su futura pasión
y muerte, aludida en la calavera que sujeta con una de sus manos,
sobre la cual termina triunfando a través de la resurrección.
La escena de desenvuelve en un ambiente interior sumido
en la penumbra en la que destaca la figura del Niño que
admira por su belleza y por la suavidad y quietud espiritual
que emana de su figura.
D. Enrique Valdivieso
BIBLIOGRAFÍA
Curtis, Charles Boyd, Velázquez y Murillo, Londres-Nueva
York, 1883
Angulo Íñiguez, Diego, Murillo, Madrid, 1981, vol. II, p. 193,
nº 209
Valdivieso González, Enrique, Vanidades y desengaños en la pintura
española del Siglo de Oro, FAHAH, 2002, Madrid, p. 76
Valdivieso González, Enrique, Murillo. Catálogo razonado de
pinturas, El Viso, 2011
Salida: 360.000 €
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