Hacia una mejor calidad de nuestras escuelas - Página principal
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excesivo, la falta <strong>de</strong> iluminación o ventilación, la forma en la que están<br />
acomodadas las bancas, la falta <strong>de</strong> limpieza, son todos ellos obstáculos al<br />
aprendizaje. Gran parte <strong>de</strong> estos problemas tienen soluciones mucho más<br />
sencillas que las <strong>de</strong> los ennumerados arriba.<br />
La falta <strong>de</strong> disciplina<br />
Es muy común que los maestros señalen como uno <strong>de</strong> los problemas<br />
fundamentales el que se refiere a la falta <strong>de</strong> disciplina <strong>de</strong> sus alumnos. Es<br />
conveniente señalar que en general hay falta <strong>de</strong> disciplina en un grupo <strong>de</strong><br />
alumnos cuando ocurre <strong>una</strong> <strong>de</strong> dos cosas o la combinación <strong>de</strong> ambas: a) cuando<br />
la escuela como organización no tiene disciplina --cuando no hay reglamentos, o<br />
cuando habiéndolos, éstos no se cumplen; cuando el funcionamiento escolar es<br />
errático; cuando las sanciones se aplican en forma subjetiva o arbitraria-. Y b)<br />
cuando no está ocurriendo un proceso <strong>de</strong> aprendizaje. Los niños en general son<br />
felices cuando apren<strong>de</strong>n. Su curiosidad y su capacidad <strong>de</strong> asombro son enormes.<br />
Se aburren cuando no están aprendiendo. Y cuando se aburren, se indisciplinan.<br />
Ambas causas apuntan a la presencia <strong>de</strong> otros problemas que <strong>de</strong>ben ser<br />
analizados y solucionados para resolver <strong>de</strong> raíz el problema <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong><br />
disciplina.<br />
El tiempo real <strong>de</strong> enseñanza<br />
Algunos <strong>de</strong> los problemas anteriores se generan por el solo hecho <strong>de</strong> que el<br />
tiempo <strong>de</strong>stinado a la enseñanza efectiva no es ni el que se requiere para que el<br />
aprendizaje tenga lugar, ni siquiera el que oficialmente está estipulado. Las<br />
ausencias <strong>de</strong> los maestros o sus llegadas tar<strong>de</strong>, el tiempo <strong>de</strong>stinado por ellos<br />
mismos a otras activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la escuela, el uso <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong>l salón <strong>de</strong><br />
clases para imponer disciplina, limpiar el salón, corregir tareas, etc., reducen<br />
este tiempo notablemente. El tiempo <strong>de</strong>dicado a la enseñanza es el espacio<br />
<strong>de</strong>stinado al aprendizaje. Si éste se encuentra notablemente reducido, es <strong>de</strong><br />
esperarse que también el aprendizaje se vea reducido. Cuando el tiempo <strong>de</strong><br />
enseñanza limitado se convierte en rutina, en ocasiones es difícil incluso percibir<br />
éste como problema, y por tanto imposible imaginar soluciones.<br />
Los recursos para la enseñanza<br />
Muchas <strong>de</strong> las <strong>escuelas</strong> en las que apren<strong>de</strong>n nuestros alumnos tienen<br />
recursos limitados. En algunos países, el aula amueblada y el pizarrón son los<br />
únicos recursos <strong>de</strong> los que se dispone. Otras <strong>escuelas</strong><br />
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