¿Cómo traducir una escritura de compraventa - BIBLIOTECA ...

edundante, no debemos olvidar que según el Art. 2.378 “la sola declaración del
tradente de darse por desposeído, o de dar al adquirente la posesión de la cosa, no
suple las formas legales”, por lo que el Art. 2.379 dice que “la posesión de los
inmuebles solo puede adquirirse por la tradición hecha por actos materiales del que
entrega la cosa con asentimiento del que la recibe; o por actos materiales del que la
recibe, con asentimiento del que la entrega”. De modo que la toma de decisiones del
traductor a este respecto determinará la finalidad de la traducción (para que el texto se
entienda o para que refleje las relaciones de sentido de nuestra cultura jurídica). Ambas
decisiones son válidas, ya que el texto que vale es el original, en este caso, redactado en
castellano. Recordemos qué dice Sonia Colina al explicar la teoría del SKOPOS: “It is the
ST that has legal force, not the TT, which only serves the purpose of allowing target
language readers access to the document written in a language they don’t understand.”
(Colina: 23). Lo importante es que podamos tomar una postura a conciencia y que
sepamos conservarla distinguiendo aquellos casos en que la redundancia solo es
aparente de los que resultan de una redacción descuidada que puede mejorarse.
Sin embargo, la propuesta de Gattari a este respecto es interesante y sería bueno
trasladarla a todas nuestras traducciones de textos jurídicos. Al hablar de eliminar las
redundancias, Gattari, advierte que no es aconsejable caer en la formulación de
declaraciones innocuas:
“si la parte compradora dice que pagó con anterioridad tal afirmación no
cierra ninguna instancia y aún beberá probarse, porque lo afirmado le
favorece. Pero si el vendedor confiesa haberlos percibido, ya no podrá
reclamarlos en el futuro” (Gattari, 1985: 89).
Así, siempre es preferible conservar de entre las dos nociones correlativas la que
cierra la instancia procesal.
Luego, Gattari propone no utilizar la voz pasiva cuando es viable la activa y, por
ejemplo, cambiar la recurrente frase: “[...] Leída que les fue esta escritura, firman y
ratifican prestándole conformidad [...]” por “[...] Leo esta escritura a los otorgantes,
quienes la firman ante mí, doy fe” (Gattari, 1985: 82). Si tenemos en cuenta, además, lo
visto en el Capítulo I, en relación con el uso de los tiempos verbales, veremos que la
61