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Darío Valcárcel<br />
Introducción<br />
anteriormente ministro de Relaciones Exteriores de Mijail Gorbachov,<br />
acusó a Rusia de llevar a cabo una guerra no declarada contra Georgia. En<br />
los enfrentamientos sucedidos en torno a 1992 jugaron un papel principal<br />
el millar largo de combatientes de musulmanes llegados de Cáucaso Norte,<br />
que desde Abjasia lucharon con sus hermanos de sangre circasianos contra<br />
los georgianos.<br />
Shevardnadze mostró una vez y otra sus capacidades diplomáticas; pero<br />
no pudo evitar que le desplazara de la presidencia Mijail Saakashvili,<br />
un joven prometedor alzado con la victoria en las elecciones de enero<br />
de 2004. Poco después de llegar a la jefatura del Estado, Saakashvili se<br />
refirió a la necesidad de mantener una buena relación con Rusia, aunque<br />
él se sintiera alineado con los occidentales. El intento de Saakashvili, ocho<br />
meses después, en el verano del 2004, de recuperar el control de la capital<br />
de Osetia del Sur, Tsinkivali, rompió lo que rusos y georgianos habían<br />
avanzado en su colaboración y proyectó una mala imagen de Saakashvili<br />
en el Kremlin.<br />
En todo caso, hasta 2008 la Federación de Rusia había considerado<br />
oficialmente a Abjasia y Osetia del Sur como territorios de soberanía<br />
georgiana, a pesar de las tensiones que han presidido las relaciones entre<br />
los dos países desde la desaparición de la URSS. Sin embargo, la acción<br />
militar de Tiflisi contra Osetia del Sur la noche del 7 de agosto de ese año,<br />
que causó la muerte de varios soldados rusos de la fuerza de interposición,<br />
convirtió a Rusia de mediadora en participante en el conflicto, ya que una<br />
falta de reacción ante el ataque podría percibirse en el Cáucaso Norte<br />
como una señal de debilidad que fortaleciese a los extremistas. Tras el<br />
incidente, se produjo un breve enfrentamiento, de cinco días, entre Rusia y<br />
Georgia. “The Russian invasion of Georgia has not changed the balance<br />
of power in Eurasia. It simply announced that the balance of power had<br />
already shifted, escribió George Friedman.<br />
13<br />
Citamos un estudio del Estado Mayor: “Con Estados Unidos cogido en<br />
Iraq y Afganistán, Rusia no desaprovechó la oportunidad de rehacerse y<br />
reconstruir su esfera de influencia. La recuperación económica sobre la<br />
base de las exportaciones de crudo y gas a precios elevados, y el rearme<br />
bajo el liderazgo de Vladimir Putin y Dimitri Mevdeved, han provocado<br />
una inclinación de la balanza de poder en Eurasia hacia el gigante ruso.<br />
Esta inclinación había sido percibida claramente por los principales<br />
aliados europeos, evidenciándola en la reunión de la OTAN en Bucarest<br />
en la primavera de 2008. La negativa de Francia y Alemania a la entrada de<br />
Georgia y Ucrania en la OTAN trasmitían un mensaje claro. El oso ruso<br />
se había recuperado y el episodio de Kosovo lo había irritado. Europa no<br />
debía enojarlo más”.