Salud pública e identidad - Memorias Conferencia PES 2012
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64 Práctica en salud y socialismo. Elementos para la reflexión La salud y la vida 65<br />
En este sentido, considero que debe darse un<br />
especial énfasis al análisis de la dialéctica entre<br />
los movimientos y los partidos; la realidad latinoamericana<br />
ha superado con su ingenio y lucha<br />
los preceptos organizativos tradicionales para<br />
encontrar nuevas formas de hacer política, demostrando<br />
muchas veces que los planteamientos<br />
de los partidos de izquierda han sido caducos<br />
a pesar de que supuestamente se han mantenido<br />
en la ortodoxia. Entonces, la misma connotación<br />
del término ortodoxia debe ser revisada<br />
con miras a comprender que la única ortodoxia<br />
existente es la dialéctica de la realidad concreta<br />
que debe ser diariamente reproducida espiritual<br />
y racionalmente en la cabeza de todos los que<br />
estamos interesados en la transformación social,<br />
constituyéndose así en intelectuales de los<br />
procesos particulares en los que nos movemos y<br />
en militantes de la vida.<br />
Solo así podremos encontrar en la diversidad de<br />
nuestro trabajo la posibilidad de que podamos<br />
empujar unitariamente el carro humanizado de<br />
la historia con una dirección prefijada, dirección<br />
que pasa a constituirse en partido, el mismo que<br />
prodiga la visión general necesaria. En otras palabras,<br />
considero que cualquier dirección, para<br />
ser adecuada, no puede surgir de las cabezas iluminadas<br />
de los dirigentes, sino de la propia dinámica<br />
social particular que tiene que ser comprendida<br />
con la mayor cientificidad como parte<br />
de una totalidad y que debe recibir el mayor empeño<br />
para el logro de su transformación.<br />
La dirección, entonces, no es dogma sino interpretación<br />
y voluntad en acción para el avance de<br />
todo, como comprensión explícitamente reproducida<br />
o teoría, y es, a su vez, autoconciencia de<br />
que la lucha revolucionaria constituye la única<br />
forma de proponer en el presente la superación<br />
futura de la escisión entre ser y la existencia, la<br />
ruptura de lo individual y lo colectivo, la abolición<br />
del doloroso mundo de la seudoconcreción.<br />
En esa medida, los movimientos sociales ganan<br />
especial vigencia en este momento en que los<br />
partidos de izquierda se encuentran consternados<br />
por la caída de sus dogmas, por la explicación<br />
de sus retrocesos burocráticos, por la justificación<br />
de los errores cometidos. Los movimientos<br />
sociales se encuentran, en cambio, hablando sobre<br />
la vida cotidiana, sobre la visualización de<br />
días mejores a pesar de la crisis, sobre el avance<br />
de la lucha por reivindicaciones concretas, sobre<br />
la posibilidad de encontrar direcciones conjuntas,<br />
sobre la unión y lo colectivo: en resumidas<br />
cuentas, están construyendo el socialismo que<br />
debe ser reinterpretado por el partido para ganar<br />
multilateralidad con el fin de posibilitar una<br />
dirección amplia y humana. De lo que se trata,<br />
según entiendo, es de apuntalar en mejor forma<br />
el crecimiento de estas expresiones y encontrar<br />
en la dinámica social los ejes de la dirección, dinámica<br />
que conjunciona el ser con el deber-ser<br />
y con el poder-ser, trilogía fundamental para la<br />
búsqueda de estrategias.<br />
Considero que en el momento actual es fundamental<br />
buscar la fuerza y la vida en la propia sociedad<br />
civil, descubriendo sus necesidades que se<br />
expresan diversamente, relacionándolas entre sí<br />
y buscando su posible unidad. Es en esa sociedad<br />
civil donde debe buscarse la dialéctica de la<br />
realidad que se da al margen del “Comintern” y<br />
de las decisiones partidarias sobre el deber-ser.<br />
Es en la sociedad donde deben descifrarse los requerimientos<br />
y la forma de fortalecimiento de<br />
sus organizaciones y la defensa y control social<br />
de instituciones públicas que, sin embargo, son<br />
importantes para el avance de la lucha. A la luz<br />
de estos planteamientos en el ámbito de la salud,<br />
desde diferentes campos parecen que se van<br />
conformando posibilidades del surgimiento de<br />
un movimiento de reforma sanitaria que pretende<br />
elevar el nivel de conciencia de la población<br />
y busca su movilización con miras a lograr<br />
niveles más altos de salud al mismo tiempo que<br />
pretende apuntalar, desde lo particular, el avance<br />
de la lucha y la transformación general de las<br />
condiciones de vida.<br />
El movimiento de reforma sanitaria considera<br />
que es fundamental cambiar el marco interpre-<br />
tativo de tipo biologicista sobre el proceso saludenfermedad,<br />
incorporando los aportes teóricos,<br />
metodológicos y técnicos de la epidemiología<br />
crítica que ha tenido un gran avance en Ecuador,<br />
así como continuar en el camino de la construcción<br />
de aquellos conocimientos necesarios para<br />
el desarrollo de un práctica individual y colectiva<br />
comprometida, que requiere los aportes teóricos,<br />
metodológicos y técnicos de la administración<br />
crítica, para posibilitar el control social de<br />
los servicios de salud.<br />
En este mismo campo, deberán forjarse todos<br />
los medios y recursos para la consecución de<br />
una nueva conciencia sanitaria en la población,<br />
en base a los aportes científicos brindados por<br />
las ciencias de la comunicación, las ciencias de<br />
la salud en general y la medicina social, así como<br />
del saber y cultura popular en salud. Será de<br />
gran importancia el compromiso que asuma la<br />
universidad para desarrollar y enriquecer esta<br />
propuesta. La conciencia sanitaria de la que hablamos<br />
se identifica como un compromiso para<br />
el cambio en salud que busca la universalización<br />
de los derechos sociales y la garantía del control<br />
social por parte de la población sobre los servicios.<br />
En este punto, es fundamental reconocer<br />
que requerimos abrir caminos a través de los<br />
cuales se puede construir tanto la democracia<br />
formal como la democracia directa.<br />
Si se habla de construcción y desarrollo de la<br />
cultura de las bases sociales, se debe al mismo<br />
tiempo identificar sus necesidades y las opciones<br />
de avanzar hacia la lucha por la libertad y<br />
el logro de conciencia de la población. En esta<br />
forma será posible organizar la lucha desde las<br />
necesidades sociales que ocurren en el presente<br />
con miras a buscar las opciones políticas para<br />
su avance y transformación en requerimientos<br />
cada vez más humanos. En otras palabras, se<br />
estaría abogando por la construcción no filosófica<br />
del sujeto social, sino por su construcción<br />
real, a partir de las necesidades que surgen desde<br />
la propia población, que avanzan a través de<br />
la lucha, desde necesidades utilitaristas hasta<br />
necesidades humanas, desde necesidades que<br />
solo focalizan el sustento del ego privado hasta<br />
necesidades que intentan construir el grupo, los<br />
grupos, lo social.<br />
La reforma sanitaria propone la forja de un movimiento<br />
sanitario que permita la unidad de todos<br />
los sectores comprometidos con la lucha por<br />
el derecho a la salud. Su estrategia radicaría en<br />
la ampliación del horizonte de visibilidad, cualificación<br />
organizativa y trascendencia de acción<br />
de todos los sectores inmensos en este movimiento.<br />
Así, es fundamental la deselitización de<br />
los investigadores y docentes en salud, es necesaria<br />
la superación de la actitud corporativista<br />
de los profesionales, técnicos y, en general, de<br />
los trabajadores de la salud, y el fortalecimiento<br />
de las organizaciones populares en su lucha más<br />
integral por la salud. Este planteamiento debería<br />
propender a la búsqueda mancomunada del<br />
ejercicio del derecho a la salud como expresión<br />
particular de la lucha por la abolición de las desigualdades<br />
económicas y sociales.<br />
La reforma sanitaria propone, por otro lado, que<br />
el movimiento sanitario ejecute las medidas más<br />
adecuadas para lograr una racionalización de las<br />
acciones que actualmente desarrollan los servicios<br />
de salud, así como su redireccionamiento,<br />
ampliación y dinamización de acuerdo a los requerimientos<br />
populares en salud. Los aspectos<br />
de planificación y gestión de acción deben ser<br />
encaminadas a cumplir los objetivos de una amplia<br />
participación administrativa por parte de la<br />
población.<br />
Para la efectivización de la reforma debe tomarse<br />
en consideración la lucha por la asignación<br />
de recursos presupuestarios indispensables, así<br />
como la reformulación de las actuales disposiciones<br />
legales que impidan su desarrollo.<br />
En general, el movimiento sanitario, a través de<br />
su reforma, propendería, en primer lugar, a fundamentar<br />
y activar la defensa de los componentes<br />
de la calidad de vida o reproducción social de<br />
la población ecuatoriana en los diferentes ámbitos:<br />
trabajo, transporte, educación, alimenta-