Salud pública e identidad - Memorias Conferencia PES 2012
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106 El sujeto, la ética y la salud La salud y la vida 107<br />
ampliación del horizonte de visibilidad, explicación<br />
de los fenómenos, desarrollo tecnológico y<br />
elemento de nuevo diálogo con la naturaleza y<br />
con la sociedad. En otras palabras, la constitución<br />
del ciudadano reclama la vuelta del sujeto<br />
—que fue expulsado por el siglo de las luces y<br />
el historicismo y que no pudo ser barrido por<br />
Foucault y por el posmodernismo—, pero al<br />
mismo tiempo requiere la razón para su propia<br />
constitución.<br />
La ética en las prácticas de la salud<br />
como posibilidad de construcción de<br />
ciudadanía<br />
Posiblemente, uno de los cometidos éticos más<br />
importantes en el campo específico de la salud<br />
radica en el retorno a una filosofía y a una práctica<br />
que entregue mayor importancia y peso a<br />
la salud y a la vida, sin olvidar los inmensos desarrollos<br />
científicos y tecnológicos alrededor de<br />
una enfermedad.<br />
La enfermedad ha estado profundamente relacionada<br />
con la ciencia, el Estado y el mercado.<br />
La clínica se construyó alrededor de la mirada<br />
sobre el cuerpo biológico enfermo. 24 El Estado<br />
también privilegió, como policía médica primero<br />
y en cuanto política social más tarde, su<br />
accionar alrededor de la enfermedad, mientras<br />
que el mercado en la misma, su factibilidad de<br />
intercambio y ganancia.<br />
El retorno del sujeto entraña comenzar comprendiendo<br />
al ser humano en su sí-mismo biológico<br />
para interpretarlo, como dice Edgar Morin<br />
25 en su auto-eco-organización, lo cual posibilita<br />
tratar al ser humano como un ser, máquina<br />
y una computadora. Pero al mismo tiempo que<br />
se constituye como un sí-mismo biológico, su<br />
yo también le permite construirse a través del<br />
lenguaje, la acción y por su principio de exclusión<br />
como ser humano individual y ratificar su<br />
yo. Por el principio de inclusión, se constituye,<br />
en cambio, en un ser social, en un sí-mismo que<br />
había múltiples lenguajes articulados por su yo,<br />
el otro, nosotros, el Ello. Un ser-así. 26<br />
En esa medida, tanto en el ámbito biológico<br />
como en su individualidad y sociabilidad, la enfermedad<br />
no constituye sino un accidente. En<br />
nuestro accionar cotidiano producimos y consumimos<br />
vida. Buscamos diariamente alimentarnos,<br />
cubrir nuestro cuerpo, recrear nuestra<br />
mente y espíritu, amar, defender lo que es nuestro,<br />
proyectarnos más allá de nuestros límites<br />
corporales a través de la procreación de nuevos<br />
vástagos. Buscamos expandir nuestro sentido a<br />
través de la tecnología y constantemente queremos<br />
aprender. Nos unimos con los otros para<br />
vencer nuestras propias debilidades, para dialogar<br />
con la naturaleza y extraer su riqueza y para<br />
conjuntamente forjar versiones de unidad que<br />
nos permita proyectarnos en el mañana; así forjamos<br />
todos los días e infinitamente realidades<br />
públicas y creamos nociones de centralidad o Estado.<br />
También sufrimos, tenemos miedo a enfermarnos,<br />
pero en ningún momento las ideas<br />
de enfermedad y muerte dominan nuestras<br />
vidas sino cuando ya no podemos “normalizar<br />
nuestro ser”. 27<br />
En estos momentos existe gran urgencia en comprender<br />
y defender la vida, como bien lo expuso<br />
Saúl Franco en el VI Congreso Latinoamericano<br />
de Medicina Social. La vida como el sí-mismo<br />
biológico humano y no humano que constantemente<br />
se depreda; la vida como humanidad de<br />
un Yo que tiene derecho a establecer un lugar en<br />
el mundo. La vida como el deber cultural y moral<br />
de reconocer al otro como sujeto vivo y libre y<br />
nunca supeditado al mercado de cuerpos y órganos,<br />
28 la vida y la salud como realidad cultural,<br />
ética y veraz, que se produce en el cotidiano vivir<br />
de la gente. La vida como lucha contra los fragmentos<br />
estallados de la modernidad, sean éstos,<br />
empresa, mercado y Estado que en ocasiones la<br />
desconocen en nombre del poder o del dinero.<br />
La ética tiene una palabra fuerte y comprometida,<br />
en relación a la vida, su criterio moviliza a actores<br />
comprometidos con ella. De esta forma, la<br />
ética construye ciudadanos de nuevo tipo. Como<br />
dicen Berlinguer y Garrafa, “Ante la perspectiva<br />
del avance del mercado ilegal de órganos humanos<br />
… es preferible confiar más en el progreso<br />
cultural y moral que en las normas jurídicas”. 29<br />
El retorno del sujeto significa, al mismo tiempo,<br />
el retorno a la vida y a la salud.<br />
Con esto no queremos dejar de lado la enfermedad<br />
y la muerte, las mismas que tienen que ser<br />
penadas en torno a la vida y no únicamente en<br />
relación a la racionalidad y a la ciencia. La iatrogenia,<br />
el exceso tecnológico, la prolongación de<br />
la vida de seres que ya no pueden establecer su<br />
autonomía o definir su autodependencia constituyen<br />
aspectos de singular importancia y que se<br />
encuentran en el tapete de discusión. 30<br />
Concomitantemente, la constitución de ambientes<br />
aptos para el ser humano entero reclama<br />
también la atención del ciudadano. En el ámbito<br />
específico de los servicios de salud, es fundamental<br />
comprender que éstos tratan sujetos enfermos,<br />
donde el primado de la razón científicotecnológica<br />
debe dialogar con la estética, con la<br />
ética, con la cultura propia del paciente, con las<br />
prácticas tradicionales de comportamiento y con<br />
aquellas que hagan relación a su cosmología. El<br />
simbolismo propio de las comunidades alrededor<br />
del saber y accionar en la salud y la enfermedad<br />
reclaman un puesto de importancia en<br />
todo lugar, pero con mayor énfasis en aquellos<br />
países donde las diferencias culturales internas<br />
son grandes. 31<br />
Pero el ambiente de la salud va más allá de los<br />
servicios. El ambiente natural fue explicado por<br />
las ciencias pero parece que no llegó a comprenderla.<br />
Nuestro espíritu guerrero y racionalista<br />
está derrotando a la naturaleza 32 y ha logrado<br />
globalizar el mundo produciéndonos una visión<br />
caleidoscópica y centrada en el cálculo de utilidad,<br />
donde existen sujetos desgarrados, una<br />
modernidad estallada y una naturaleza resentida.<br />
Es urgente forjar un diálogo ético con la naturaleza<br />
para no terminar de derrotarla.<br />
Hasta aquí, nuestra reflexión sobre la ética, la<br />
salud y los ciudadanos nos lleva a ratificar la<br />
necesidad de establecer nuevas formas de ver<br />
lo antiguo o a rehabilitar viejas formas de ver lo<br />
nuevo que fueron dejadas de lado por la modernidad,<br />
33 pero el encargo más difícil relacionado<br />
con el tema se refiere al hacer humano.<br />
24. Foucault, M. El nacimiento de la clínica: una arqueología de la mirada médica. México: Siglo XXI; 1966.<br />
25. Morin, E. La noción del sujeto. Op. cit.<br />
26. Rojas, C., Orellana, T., Mera, P. Los lugares creados por la libertad. Cuenca: Universidad del Azuay;<br />
1994.<br />
27. “Estar sano no es solamente ser normal en una situación dada, sino también ser normativo en esa<br />
situación y en otras situaciones eventuales. Lo característico de la salud es la posibilidad de superar<br />
la norma que define momentáneamente lo normal, la posibilidad de tolerar infracciones a la norma<br />
habitual e instituir nuevas normas en situaciones nuevas”. Canguilhem, G. Ideología y Racionalidade<br />
nas Ciencias da Vida, Lisboa; Edicoes 70.<br />
28. Berlinguer, G., y Garrafa, V. O Mercado Humano: Estudio Bioético da compra e venda de partes do corpo.<br />
Brasilia: Editora UNB; 1996.<br />
29. Ibídem, p. 1195.<br />
30. Domínguez, F. La ética y la dignidad humana ante la muerte.<br />
31. Granda, E. El cólera en Guayaquil. Quito: Fundación Ciudad; 1996.<br />
32. Bateson, G. Pasos hacia una ecología de la mente. Op. cit.<br />
33. Bateson, G. Pasos hacia la ecología de la mente. Op. cit.