PECADORES - Ediciones B

—¿No tienes nada que hacer hoy —preguntó Myrna.
—Montones de cosas —dijo él—. Y todas ellas he de hacerlas con
tu cuerpo.
A Myrna le latió el corazón con fuerza. Sonrió. Tal vez Brian no
tenía problemas con su desinhibición.
—¡Qué vida tan ajetreada lleváis las estrellas del rock!
Brian permaneció callado unos instantes.
—¿Me has chupado como me la chupabas porque soy una estrella
del rock, o porque soy yo y te gusto
Myrna se estremeció.
—¿Te importa mucho eso
—Mucho.
—Me gustas. —Hizo una pausa—. Y también me gusta que seas una
estrella del rock. Me siento especialmente atraída por esos dedos tuyos,
tan mágicos. —Le cogió la mano y le besó las puntas de los dedos.
—Pero, si yo no fuera famoso, seguramente no querrías ni relacionarte
conmigo, me temo...
—Si no fueses famoso, seguramente me hubiese dado tanta vergüenza
saludarte siquiera, que no lo hubiese hecho ayer noche cuando me
acerqué a vuestra mesa. De todos modos, me hubiera gustado igualmente
chupártela como una chiflada, tanto si eras famoso como si no. Eres
extraordinariamente sexy, Brian.
—Creo que con esto me vale —sonrió él.
Myrna alzó la mano y le tocó aquel rostro tan bello.
—¿Te fastidia que las mujeres te aprecien por tu fama
—No siempre —dijo él, encogiéndose de hombros—. A veces sí.
Brian deseaba despertar en ella sentimientos reales, algo que fuese
más allá de la fantasía de una mujer que sabe que va a ligarse a un superrockero.
Myrna notaba estos pensamientos en la manera en que los suaves
ojos marrones del guitarrista la miraban. Lamentaba decepcionarle,
pero lo cierto era que estar con un rockero como él satisfacía sus
fantasías. Brian tendría que apañárselas para encontrar el modo de hacer
frente a la idea de que ella se iba a sumergir en el país de las fantasías.
Además, ¿qué importaba que Brian le hiciera sentirse como una puta
Estaba harta de fingir que era una buena chica. «Yo siempre supe cómo
eras realmente, y siempre me gustó que fueras así», dijo la voz de Jeremy
colándose de nuevo en sus pensamientos. Myrna sacudió ligeramente
la cabeza tratando de apartar la voz.
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