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a los ojos—. La pregunta sería más bien... ¿Todavía me deseas tú...<br />
o me he pasado un poco<br />
—Te sigo deseando, muchísimo... —murmuró ella—. Pero me parece<br />
que no voy a ser capaz de moverme.<br />
—Al principio me moveré yo solo —dijo él con una sonrisa pícara.<br />
Proyectó un golpe de caderas hacia delante, tratando de encontrar<br />
el lugar exacto sin utilizar las manos para guiarse. Una vez que encontró<br />
el sitio, se deslizó lentamente hacia el interior de Myrna, agarrándola<br />
de los hombros y penetrándola más y más.<br />
—Mmm —murmuró Brian, hundiendo el rostro en el cuello de<br />
ella—. Primerísima Clase.<br />
—¿Qué —dijo ella frunciendo el ceño.<br />
—Nada.<br />
Los empujones de Brian eran lentos y profundos. Lentos y profundos.<br />
Lentos y profundos. Abriéndola al máximo, retirándose. La<br />
llenaba completamente. Myrna no había follado nunca con ningún hombre<br />
tan bien dotado. Tal vez fuese el tamaño lo que la emocionaba tanto.<br />
No, no, era el modo que tenía de utilizar su miembro. Myrna soltó<br />
otro gruñido porque volvía a sentirse muy excitada. Los breves jadeos<br />
que él emitía junto a su oreja producían en ella una espiral incontrolable<br />
de lujuria. Lanzó las manos hacia el culo de Brian y le clavó los<br />
dedos al tiempo que adelantaba las caderas para apretarse contra él.<br />
Los jadeos de Brian eran ahora más temblorosos, más marcados. Y los<br />
golpes que descargaba, más rápidos y duros. Y más duros. Y más duros.<br />
Más duros. Dios santo, sí, más duros. «Hazme sentir tuya, Brian.<br />
Expulsa de mí todo lo que no seas tú.»<br />
La cabeza de Myrna golpeó contra el cabezal.<br />
—¡Uy!<br />
—Lo siento —susurró él, y le frotó la cabeza con la mano—. ¿Demasiado<br />
fuerte<br />
—Me gusta mucho así —dijo ella negando con la cabeza.<br />
Brian la desplazó lateralmente en la cama y trató de introducírsela<br />
de lado, levantando una pierna por encima de ella, y envolviéndola por<br />
la cintura con la otra.<br />
—¡Oh! —gritó ella ante el cambio de la forma de estimularla. También<br />
así le gustaba.<br />
Brian la penetró de nuevo a fondo, mordiéndose el labio. Los gol-<br />
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