11.01.2015 Views

Galvarino y Elena - Luis Emilio Recabarren

Galvarino y Elena - Luis Emilio Recabarren

Galvarino y Elena - Luis Emilio Recabarren

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

llevaban a los pasajeros del barco al puerto. Entre ellos, el nuestro. Mi padre me dijo con<br />

serenidad:<br />

-Agárrate firme de mi cuello. No te sueltes ni por nada.<br />

Así lo hice. No tuvo que nadar mucho tiempo. Acudieron numerosas lanchas en auxilio de los<br />

náufragos. Salvamos la vida, pero no el equipaje. En estas condiciones, con lo puesto, y<br />

mojados, llegamos a cobijarnos en la casa de un viejo matrimonio relacionado con la familia de<br />

mi madre.<br />

Lo primero que hizo mi padre en Iquique fue matricularme en la Escuela N° 51 otra vez en<br />

segundo año. Luego salió a buscar trabajo. Lo consiguió en actividades diversas. Anduvo<br />

repartiendo pan en un carretón tirado por un caballo; estuvo en una embotelladora de bebidas y<br />

en un taller de herrería. En todas esas pegas pagaban poco. Subió a la oficina salitrera Santa<br />

Laura, para ver si su hermano <strong>Luis</strong>, que era Jefe de Pampa, podía ayudarlo a conseguir algo<br />

mejor. Este hizo que lo pusieran en una comisión que debía viajar periódicamente a Coquimbo,<br />

a comprar mulas para las carretas calicheras. Yo seguí por algunos meses en casa de mi tío <strong>Luis</strong>.<br />

A mi papá le dijeron que tomara contacto en Coquimbo con un hombre que conocía el ramo de<br />

la venta de animales, un proveedor ya conocido de aquella oficina, le tocó viajar varias veces a<br />

buscar las mulas. En la casa de aquel comerciante había una niña, con quien mi padre comenzó<br />

a tener conversaciones. Se enamoró, digamos. Ella se llamaba Sabina Cortés. Mi papá se afeitó<br />

el bigote, se veía bastante más joven y andaba cocoroco, hasta yo lo notaba. Al año y medio se<br />

casó con ella. Luego me comunicó: "Ella reemplaza a tu mamá". Me costó, pero terminé<br />

diciéndole mamá, porque era una persona muy buena. Tuvieron una hija, Rudy, hoy maestra<br />

jubilada, y un hijo, Ángel Gastón, por muchos años obrero ferroviario y también periodista<br />

radial.<br />

INFANCIA EN LA SERENA<br />

<strong>Elena</strong>:<br />

Según el certificado, yo nací en el pueblo de Arqueros. Ahí aparezco registrada. Parece cosa del<br />

destino. Cuando chica, siempre decía que me gustaría casarme con alguien que no tuviera<br />

apellidos corrientes como tantos que hay aquí: Vargas, Flores o González. Me gustaban<br />

apellidos de más sonido, como Arqueros y Urquieta. Tonteras de una. ¿Pero no había de<br />

casarme con un Arqueros en fin de cuentas<br />

Me crié con mi abuelo, en La Serena. Después mi papá y mi mamá se casaron, pero a mí ni<br />

siquiera me pasaron por el Civil. Mi abuelo no dejó nunca que me reconocieran, tal vez por<br />

temor de que me alejaran de su casa. Pasé siempre por hija de mi abuelo y de madre<br />

desconocida. Nunca tuve segundo apellido, en mis papeles soy González y nada más. Hasta<br />

hoy.<br />

Mi abuelo me dio todo su cariño y me enseñó muchas cosas. El era una persona muy agradable:<br />

alto, esbelto lo hallaba yo, tenía los ojitos azules, era blanco y tenía una como onda en el pelo<br />

echado atrás. Se llamaba Sixto González Vega y venía de Combarbalá. A los 20 años se había<br />

arrancado de su casa en el campo para venirse a vivir a La Serena. Empezó a trabajar como<br />

comerciante. Vendía leche. En ese tiempo no había, como ahora, leche en botellas. La<br />

distribuían en unos tarros grandes que llamaban alcantarillas. Claro que es un nombre muy feo.<br />

La vendían así, de a litros, de a medios litros, con medidas de latón. Entonces, él iba vendiendo<br />

leche casa por casa. Al comienzo tenía una carretela tirada por caballos, después tenía dos. Las<br />

carretelas son como carretones, pero más femeninas; por eso se llaman así, carretelas, porque<br />

son más arregladitas. más finas ellas. También tuvo un terreno cerca de La Serena y vacas que<br />

le daban la leche.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!