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descargar - Instituto Nacional del Teatro

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uno hurga, pone las fuentes de emisión donde deben<br />

estar para que el sonido esté en su lugar, para que<br />

el espacio sonoro sea amplio y no un punto clavado<br />

en la pared; si hay relación entre la cualidad de las<br />

voces, los sonidos de la banda sonora, con la calidad<br />

adecuada, con criterios de aparición y desaparición<br />

que articulan dramáticamente con la escena, si se da<br />

todo eso: SALUD.<br />

Las colaboraciones con Rubén Szuchmacher codirigiendo<br />

fueron buenas. En especial, Amor de Don<br />

Perlimplín con Belisa en su jardín [1988]. Desde que<br />

leí la obra por primera vez (hacía tiempo) destilaba su<br />

presencia sonora en cada párrafo, en los juegos de<br />

vocales, de repeticiones, de canciones sin cantar. Cine<br />

quirúrgico 3 es otra cosa. No sé qué es. Es un árbol en<br />

mi vida, árbol agradable, calmo y cálido. Sigo enamorado<br />

de esa obra, no sé si es buena o no, creo que sí<br />

en realidad. Independientemente de calificarla, fue<br />

un proyecto con el que me identifico, que transité con<br />

pasión, amor y una tranquilidad increíble. Necesitaba<br />

construir ese mundo, necesitaba hacer hablar a esas<br />

voces. Algo se acomodó en ese tiempo dentro mío,<br />

bueh, muchas cosas: entre otras, irme de Argentina.<br />

Pero se acomodó y necesitaba concretarlo, unir esas<br />

fichas, esas figuritas.<br />

Luego de esa obra, lo que vino y tan apasionante<br />

como Cine quirúrgico, en su momento, fue un proyecto<br />

que llevamos a<strong>del</strong>ante Alejandro Tantanian, Macchi<br />

y yo, Carlos W. Saenz 4 . Otra experiencia maravillosa<br />

en la que interactuamos a fondo, sin concesiones, con<br />

mucha discusión. Un proceso muy placentero y una<br />

obra que me gustaría volver a ver, a hacer. Tanta y yo<br />

estábamos en escena.<br />

Sobre los leves desplazamientos<br />

De todo esto el paso a las instalaciones fue solo un<br />

leve movimiento, un movimiento feliz. Fue como llevar<br />

al máximo mis obsesiones con la memoria sonora, con<br />

la manera de “exhibir” el sonido, de hacerlo sonar,<br />

de hacerlo presente. Es una etapa muy plena, como<br />

en las buenas y jóvenes épocas, en la que siento que<br />

tengo encima lo que tengo y, a la vez, tengo todo por<br />

probar y descubrir. Súmale que tengo un compañero<br />

de ruta genial como Macchi 5 a quien admiro, con quien<br />

la convivencia artística es riquísima en el medio de<br />

experiencias en las cuales, cada cual a su manera,<br />

estamos gozosos de hacer lo que hacemos sin red<br />

alguna. ¡Buenísimo!<br />

Vos me preguntás cuándo supe que tenía voz propia.<br />

En la danza fue más difícil saberlo, lo descubrí<br />

andando, en la marcha. Ahí supe que mi firma era<br />

mi firma, me identificaba. En el teatro empecé con<br />

el Fausto. Ahí puse toda la carne al asador. Fue una<br />

obra que tenía que ver conmigo, que tocó fibras que<br />

me apasionaban. Ahí supe rápidamente, para bien o<br />

para mal, que esa voz era mía. Aún estaba lejos la<br />

obsesión por la dramaturgia y por mi propio sustento<br />

teórico. Ahí era sangre e intuición, dos cosas que<br />

siempre me salvaron. Después, muchas cuestiones se<br />

me hicieron concientes, manejables. Eso me permitió<br />

ir un poco más allá.<br />

Es que así como no creo que un signo visual sea<br />

aislable, un signo musical tampoco lo es. En lo visual<br />

la percepción <strong>del</strong> espacio pasa por el oído. Aunque el<br />

componente visual es importantísimo, el oído es el que<br />

permite saber el atrás, el costado, el alto, el tamaño,<br />

todo eso. Sólo mirando una escultura o una pintura<br />

que está en un rincón, el oído te da la percepción<br />

periférica, global; es lo que la completa. De la misma<br />

manera, la situación de concierto o de estar en tu<br />

casa escuchando música, o donde fuere, está siempre<br />

teñido por lo visual. En los conciertos es siniestro –en<br />

tu casa puede ser distractivo– en la música popular<br />

es parte de la cosa, es ficción teatral, es maravilloso.<br />

Por eso cuando los músicos en cuestión “no tienen<br />

buena escena” algo falta, te aburre, te desconcentra<br />

de la música.<br />

3 Cine quirúrgico, primer trabajo de dirección<br />

de ED estrenado en el 2001, en El Portón de<br />

Sánchez.<br />

4 Carlos W. Saenz, trabajo montado en el 2003<br />

y coproducido por el Kunsten Festival, de<br />

Bruselas; el Hebbel Heatre, de Berlín, y el<br />

Mounsonturm, de Frankfurt.<br />

5 Jorge Macchi, uno de los artistas visuales<br />

contemporáneos de mayor proyección internacional.<br />

Desde 1998, Rudnitzky realizó junto<br />

a Macchi alrededor de 10 instalaciones en las<br />

galerías y bienales más importantes <strong>del</strong> mundo.<br />

De hecho, en el 2005 fueron seleccionados<br />

para representar a nuestro país en la Bienal de<br />

Venecia en donde presentaron una instalación/<br />

performance llamada La ascensión. En la página<br />

www.jorgemacchi.com. se puede apreciar<br />

un fragmento de ese trabajo.<br />

Nota: para mayor información sobre ER, visitar<br />

la página www.rudni.com<br />

<strong>Teatro</strong> & Música<br />

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