Documento_31900_20140929
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PORTADA<br />
2<br />
POR El BuEn TRATO<br />
Una tragedia familiar desembocó<br />
en la creación de un colegio<br />
que busca enseñar amor y<br />
respeto por encima de todo.<br />
Hace 14 años, a los profesores Justo Méndez y Ana Guzmán<br />
la vida les cambió cuando su hija María Mercedes murió<br />
en un accidente. Inspirados por este suceso, se dieron a la<br />
tarea de fundar Nuestra Escuela, una institución basada,<br />
como ellos mismos dicen “en el amor y el respeto”. Centraron<br />
su objetivo en jóvenes que habían salido de otros colegios<br />
por disciplina o bajo rendimiento, con dos preguntas<br />
fundamentales: ¿qué pasó en la escuela que no funcionó<br />
¿Cómo sería la escuela que funcionaría<br />
Estas premisas constituyen la base de su modelo, el<br />
cual fortalece la autoestima de los alumnos. Por eso, antes<br />
de ingresar, reciben un taller que mejora este aspecto.<br />
Luego se forman los círculos, grupos de diez estudiantes<br />
y un mentor que dialoga con cada uno de ellos y establece<br />
un plan propio de objetivos, encaminado a los intereses<br />
personales a largo plazo. Así cada quien se hace responsable<br />
de su proceso, diferente al de los demás, pero con todo<br />
el respaldo de la comunidad educativa. “De lo que se trata<br />
es de cambiar la forma de relacionarnos con la escuela”,<br />
comenta Méndez, quien agrega que “nuestra Escuela ha<br />
combatido con éxito el fenómeno de la deserción”.<br />
Méndez cree que esto obedece, por un lado, al concepto<br />
de comunidad educativa en el que las relaciones son<br />
horizontales. Por el otro, “el proceso educativo se basa en<br />
sus intereses y en lo que ellos mismos determinaron como<br />
necesario para alcanzar sus metas. Más bien somos una<br />
fuente de apoyo para que logren lo que se han propuesto”.<br />
FOTO: cortesía Nuestra Escuela<br />
3<br />
EDucAción cOn<br />
sEnTiDO lOcAl<br />
La Fundación Transformemos creó la primera unidad<br />
de software multilingüe para tabletas con el propósito<br />
de poner la tecnología al servicio de un objetivo, además<br />
brindar educación formal, pertinente y regionalizada<br />
a los jóvenes y adultos desertores del sistema educativo<br />
tradicional. Su primera pregunta fue ‘¿Ketterry nua’ (en<br />
lengua curripaco), que en español significa ‘¿quién soy’.<br />
Los contenidos textuales y audiovisuales, que responden<br />
a un currículo estructurado y pensado según el<br />
contexto social, también están disponibles en lenguas<br />
puinave, piapoco, sikuani y español, y forman parte del<br />
proyecto creado por esta fundación en las comunidades<br />
indígenas del departamento de Guanía, en la Amazonía<br />
colombiana, para brindarles la posibilidad de culminar<br />
sus estudios de primaria y bachillerato.<br />
Además de este departamento, Transformemos ha<br />
puesto en marcha el ‘Sistema Interactivo Transformemos<br />
Educando’ –en alianza con el sector público–, con<br />
340.000 adultos de 23 entes territoriales con el principio<br />
básico de abordar las asignaturas tradicionales, pero de<br />
forma contextualizada. Muestra de ello es el trabajo realizado<br />
en San Basilio de Palenque, en donde los estudiantes<br />
aprenden en lengua palenquera a partir de elementos<br />
de su cultura como la música y la gastronomía.<br />
El éxito del modelo también permitió que Cartagena<br />
fuera declarada primera ciudad libre de analfabetismo,<br />
luego de reintegrar a más de 30.000 ciudadanos<br />
al sistema educativo oficial. La metodología ha sido reconocida<br />
con el Premio Unesco Confucio de Educación<br />
para Jóvenes y Adultos, y, recientemente, fue escogida<br />
por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como<br />
una de las diez mejores innovaciones educativas del<br />
sector privado de América Latina.<br />
FOTO: cortesía Fundación Transformemos<br />
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