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ENTREVISTA
“Yo soy producto
de la educación”
FOTO: Archivo Semana
Antonio Celia,
p r e s ident e
de Promigas,
es uno de los
empresarios
que más se
de s t aca en
el país gracias a su trabajo enfocado
en disminuir la pobreza
y mejorar la educación. Semana
Sostenible habló con él sobre los
retos que tienen el Gobierno, la
empresa privada y la sociedad
civil en materia educativa.
Este barranquillero no
tiene pelos en la lengua. Esa
audacia es la que lo ha posicionado
en la silla principal
de una de las empresas de gas
más importantes del país y,
además, como el director de
Empresarios por la Educación,
iniciativa que tiene como propósito
generar condiciones de
equidad a través del mejoramiento
de la calidad de la educación.
Esto es lo que piensa
sobre las nuevas metas que se
impuso el Gobierno y los retos
para lograrlas.
Antonio
Celia,
presidente
de Promigas
y director de
Empresarios
por la
educación.
Semana Sostenible: Este Gobierno
le está apostando muy
duro a la educación. Tanto así
que el Presidente puso como
meta que Colombia sea el país
más educado del continente
para 2025. ¿Tenemos las herramientas
para lograrlo
Antonio Celia: Sí las tenernos,
pero no por eso deja de
ser un reto monumental. Yo celebro
mucho que este Gobierno
haya puesto en primer lugar
a la educación pública. Es un
paso enorme. La gente está hablando
cada vez más del tema,
de pruebas PISA, ICFES, etc.
En Empresarios por la Educación,
que empezó hace 12
años, estamos mandando un
mensaje poderoso: queremos
que esta nación tenga, en su
totalidad, educación de calidad.
Todas nuestras iniciativas
cuentan con muy buenos
resultados. Hoy quisiera ver
apps para la construcción de
colegios, por ejemplo.
Se necesita una sociedad
civil exigente para pedirles
a sus mandatarios que les
den a sus niños educación
de primera calidad.
Semana Sostenible: Un tema importante
es dignificar la labor
del maestro. ¿Por qué es clave
que esto se haga cuanto antes
A.C.: En Colombia hay una
inversión de valores histórica
frente a este tema. En general
la educación no ha sido la “consentida”,
como debería ser. Ese
es el gran rezago de los países
en Latinoamérica. Enrique Cortés,
de los liberales radicales,
decía que el problema de este
país se reduce a uno solo: la
educación. Y es cierto porque
esta lo es todo: movilidad social,
libertad y desarrollo de
la personalidad. Y no ha sido
tratada así. Lo mismo se aplica
en el caso de los maestros. Hay
que consentir la profesión, es
decir, destacarla y resaltar sus
logros. Siempre serán la piedra
angular del sistema.
Semana Sostenible: Y usted,
¿por qué ha hecho una apuesta
tan grande por la educación
A.C.: Porque es lo que he
visto siempre a mí alrededor.
Yo soy producto de la educación
y por eso valoro mucho el conocimiento.
Para mí, es el pasaporte
que tiene cada uno para
ser y hacer lo que valora. En
Colombia y en el mundo, es necesario
ver qué le sirve a cada
uno e implementarlo.
Además de eso, debe haber
una voluntad política férrea
por parte de los gobernantes
locales porque la educación
está descentralizada. También
se necesita una sociedad civil
exigente para pedirles a sus
mandatarios que les den a sus
niños educación de primera calidad.
Pero hay que evaluar la
complejidad institucional que
hemos creado en este país, que
dificulta la ejecución de las políticas
públicas y complica la
interacción del ciudadano con
el Estado. Uno de los grandes
retos es hacer que los Estados
sean eficientes y que proporcionen
los servicios sociales que
las familias demandan.
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