Documento_31900_20140929

Opinión
El verdadero
debate de la educación
Por Felipe Villar Stein*
Después del
debate citado
por los senadores
Claudia
López y Antonio
Navarro,
que contó con
la participación de la Ministra
de Educación, la Directora del
ICBF y el Director de Planeación
Nacional, la gran conclusión
es que todos están de
acuerdo sobre lo fundamental.
La educación es lo más importante
y necesita más recursos
para mejorarla. Si están de
acuerdo, ¿dónde está el debate
Hay acuerdo sobre la importancia
y altísimo retorno social
de la inversión en educación, en
particular en programas de los
años iniciales como De Cero a
Siempre. También sobre la necesidad
de más y mejores maestros,
y respecto a lo imperativo de mayores
cupos y mejor inspección
y vigilancia en Educación Superior.
Lo que no se ve son pasos
decididos para poder financiar
esta inversión. Al final del día,
el debate de hoy es: de dónde y
cómo vamos a sacar los recursos
que necesitamos para ser un país
más educado. Lo que falta, según
los senadores, son 47 billones
de pesos para el cuatrienio. La
Ministra, por su parte, habló de
1,98 billones de pesos para mejoramiento
de calidad en Básica
y Media, y 1,54 para la jornada
única. Es decir, 3,52 billones de
pesos anuales adicionales solo en
estos dos componentes.
Aplaudo el esfuerzo realizado
por los senadores de tomarse
el tiempo para estudiar el sec-
Los recursos actuales
no alcanzan para los
propósitos del Gobierno.
*Felipe
Villar Stein,
Fundador de
T&T (Teaching
and Tutoring)
tor y preparar una presentación
sobre la problemática central
de cada uno de los niveles de la
educación. Sin embargo, lo más
valioso fue poner sobre la mesa
soluciones y la cuantificación del
costo de las mismas. Los recursos
actuales no alcanzan para
los propósitos propuestos por el
Gobierno y sorprende que sean
los senadores quienes terminen
planteando alternativas de
financiación. La tarea que está
haciendo el Ministro de Hacienda
para ajustar el presupuesto y
que el plan de gobierno tenga financiación,
es titánica. Lo grave
es que las dos tareas anteriores
no incluyen las necesidades de
las nuevas metas educativas.
Una fuente de financiación
será lo que vayamos a dejar de
gastar en guerra. Sin embargo,
eso solo llegará en el mediano
plazo ya que el postconflicto
tendrá necesidades propias de
ese proceso, las cuales seguro
absorberán los ahorros iniciales
en balas. La fuente inmediata y
real es el aumento de impuestos.
Haciendo una matemática
básica pero útil para el debate,
supongamos que un incremento
del 1 por ciento a la tasa general
del IVA logra recaudar 1,66 billones
anuales, entonces se necesitaría
un aumento del 2 por
ciento destinado exclusivamente
para educación, que solamente
alcanzaría a financiar la jornada
única y el mejoramiento de
calidad en Básica y Media.
Entiendo que el IVA afecta
proporcionalmente más a los
que menos ganan. Sin embargo,
también es cierto que la inversión
en educación pública beneficia
directamente más a los de
menores ingresos. Los doctos
en materia tributaria deberán
construir propuestas audaces,
viables y equitativas para que
Colombia empiece a invertir en
lo que todos creemos como lo
más importante: la educación.
Mientras tanto, todos los colombianos
debemos estar dispuestos
a pagar esta inversión.
FOTO: Archivo Semana - Guillermo Torres
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