Documento_31900_20140929
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PORTADA<br />
FOTO: Latinstock Colombia / Corbis<br />
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Más libROs,<br />
MenOs bAlAs<br />
Los niños de 20<br />
países inmersos en<br />
conflictos armados<br />
ahora pueden<br />
estudiar en mejores<br />
colegios gracias<br />
a una gigante<br />
campaña global.<br />
Todos los días queda<br />
claro, con las imágenes<br />
de menores reclutados,<br />
heridos y<br />
desplazados en países<br />
como Colombia, Palestina<br />
o Irak, que los niños son los más<br />
afectados por los conflictos armados<br />
en el mundo. La guerra los aleja de<br />
sus hogares, les quita la inocencia y,<br />
como en un círculo vicioso, los deja<br />
sin oportunidades para salir adelante.<br />
Según cifras de las Naciones<br />
Unidas, de los 75 millones de niños<br />
que en 2006 no asistían al colegio,<br />
40 millones vivían en países con guerras<br />
civiles, conflictos armados o desastres<br />
naturales recientes.<br />
Por eso cuando Save The Children,<br />
una ONG británica que trabaja<br />
para garantizar los derechos de los<br />
niños desde hace 95 años, lanzó la<br />
campaña ‘Rewrite the Future’ (Reescribe<br />
el Futuro) en 2006, tuvo un<br />
impacto global inédito en la nonagenaria<br />
organización.<br />
La idea era recolectar donaciones<br />
para invertir en la educación de<br />
los niños y jóvenes de 20 países inmersos<br />
en conflictos armados o guerras<br />
civiles. El objetivo era mejorar<br />
la calidad de los colegios y lograr que<br />
los niños sin estudio pudieran ingresar<br />
al sistema educativo.<br />
En solo cuatro años, ‘Rewrite the<br />
Future’ recaudó 341 millones de dólares<br />
y logró que 1,4 millones de niños<br />
comenzaran a asistir a la escuela. Tras<br />
estudiar las necesidades de cada país y<br />
establecer posibles soluciones para cada<br />
caso, Save the Children construyó<br />
más escuelas, mejoró los caminos que<br />
las unen a los pueblos, capacitó a los<br />
profesores y padres de familia, entregó<br />
material educativo especial y, sobre<br />
todo, involucró a los estudiantes en la<br />
toma de decisiones de los colegios.<br />
En cada país, además, la campaña<br />
consiguió resultados específicos.<br />
En Afganistán, por ejemplo, más<br />
niñas –tradicionalmente marginadas<br />
de la educación– comenzaron a<br />
asistir a los colegios. En Nepal, los<br />
líderes políticos y los grupos armados<br />
firmaron un acuerdo para convertir<br />
a las escuelas en zonas de paz. Y en<br />
Guatemala, junto con las autoridades,<br />
condicionaron 170 bibliotecas escolares<br />
que benefician a 14.000 niños.<br />
Para lograrlo, Save The Children<br />
trabaja de la mano con los gobiernos<br />
locales y nacionales, y se articula con<br />
algunos organismos internacionales,<br />
a quienes impulsa para que inviertan<br />
en la educación de países en conflicto.<br />
De hecho, la organización ha logrado<br />
poner el tema en la agenda de las Naciones<br />
Unidas, el G8 y la Unicef.<br />
Por otro lado, trabajan de la mano<br />
con la comunidad. Les hacen entender<br />
que el problema es de ellos y<br />
los involucran en las soluciones. Así<br />
es como logran que los niños participen<br />
en los consejos estudiantiles,<br />
que los padres o profesores se asocien,<br />
y que para todos la escuela se<br />
convierta en su segundo hogar. Un<br />
lugar en donde pueden escapar de la<br />
violencia que viven día a día.<br />
De esa manera, Save the Children<br />
ha logrado mejorar la calidad<br />
en la educación de más de 10 millones<br />
de niños en zonas de conflicto y,<br />
desde entonces, trabajan para que<br />
tres millones de niños que estén<br />
afuera del sistema educativo hayan<br />
ingresado a las escuelas en 2015.<br />
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