El Estado y la Revolucion.pdf - Libros Para Descargar
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[6] Lenin alude a <strong>la</strong>s obras Crítica del programa de Gotha (capítulo IV, de<br />
C. Marx, y Anti-Düring, de F. Engels, así como a <strong>la</strong> carta de F. Engels a A.<br />
Bebel del 18-28 de Marzo de 1875.<br />
[7] C. Marx. <strong>El</strong> Capital t. I. [ volver]<br />
[8] Guerra de los treinta años (1618-1648): primera guerra europea, fruto<br />
del enconamiento de <strong>la</strong>s contradicciones entre diferentes grupos de estados<br />
europeos. Adquirió <strong>la</strong> forma de lucha entre protestantes y católicos. La guerra<br />
empezó con un levantamiento en Bohemia contra <strong>la</strong> tiranía de <strong>la</strong> monarquía<br />
de los Habsburgos y <strong>la</strong> ofensiva de <strong>la</strong> reacción católica. Los estados<br />
europeos que entraron después en <strong>la</strong> contienda formaron dos campos. <strong>El</strong><br />
Papa, los Habsburgos españoles y austríacos y los príncipes católicos de Alemania,<br />
unidos bajo bandera del catolicismo, combatieron contra países protestantes:<br />
Bohemia, Dinamarca, Suecia, república de Ho<strong>la</strong>nda y varios <strong>Estado</strong>s<br />
alemanes que habían adoptado <strong>la</strong> Reforma. Los países protestantes fueron<br />
apoyados por los reyes franceses, enemigos de los Habsburgos. Alemania,<br />
escenario principal de esta guerra, fue objeto del pil<strong>la</strong>je bélico y de <strong>la</strong>s pretensiones<br />
anexionistas de <strong>la</strong>s participantes en <strong>la</strong> conf<strong>la</strong>gración. La guerra terminó<br />
en 1648 con <strong>la</strong> firma de <strong>la</strong> paz de Westfalia, que refrendó el fraccionamiento<br />
político de Alemania.<br />
[9] Programa de Gotha: programa aprobado por el Partido Socialista Obrero<br />
de Alemania en su Congreso de Gotha (1875) en el que se unificaron los dos<br />
partidos socialistas alemanes existentes hasta entonces: los eisenacheanos<br />
(dirigidos por Augusto Bebel y Guillermo Liebknecht e influenciados ideológicamente<br />
por Marx y Engels) y los <strong>la</strong>ssel<strong>la</strong>nos. <strong>El</strong> programa adolecía de<br />
eclecticismo y era oportunista, pues los eisenacheanos hicieron concesiones<br />
a los <strong>la</strong>ssel<strong>la</strong>nos en <strong>la</strong>s cuestiones más importantes y aceptaron sus fórmu<strong>la</strong>s.<br />
Marx y Engels sometieron el proyecto de Programa de Gotha a una crítica<br />
demoledora /el primero, en su obra Crítica del Programa de Gotha; el segundo,<br />
en su carta a Bebel del 18-28 de marzo de 1875), viendo en él un<br />
considerable paso atrás en comparación con el programa eisenacheano de<br />
1869..<br />
[10] A fines del siglo XIX y comienzos del XX los medios gobernantes de<br />
<strong>la</strong> burguesía de diversos paises recurrieron a una complicada maniobra —<br />
dieron participación en gobiernos burgueses reaccionarios a algunos lideres<br />
reformistas de los partidos socialistas—, con el propósito de dividir el movimiento<br />
obrero y, por medio de concesiones insignificantes, apartar al proletariado<br />
de <strong>la</strong> lucha revolucionaria. En 1892, en Ing<strong>la</strong>terra fue elegido diputado<br />
al Par<strong>la</strong>mento John Burns, uno de los «traidores manifiestos a <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se obrera,<br />
vendidos a <strong>la</strong> burguesía por una cartera ministerial» (V. I. Lenin, La<br />
reunión del Buró Socialista Internacional). En 1899, en Francia entró en el<br />
Gobierno burgués de R. Waldeck-Rousseau el socialista Alejandro Esteban<br />
V. I. Lenin <strong>El</strong> <strong>Estado</strong> y <strong>la</strong> revolución<br />
imp<strong>la</strong>cablemente el oportunismo de este programa [9] ), este panegírico<br />
no tiene nada de “apasionamiento”, nada de dec<strong>la</strong>matorio,<br />
nada de arranque polémico. La necesidad de educar<br />
sistemáticamente a <strong>la</strong>s masas en esta, precisamente en esta idea<br />
sobre <strong>la</strong> revolución violenta, es algo básico en toda <strong>la</strong> doctrina de<br />
Marx y Engels. La traición cometida contra su doctrina por <strong>la</strong>s<br />
corrientes socialchovinista y kautskiana hoy imperantes se manifiesta<br />
con singu<strong>la</strong>r relieve en el olvido por unos y otros de esta<br />
propaganda, de esta agitación.<br />
La sustitución del <strong>Estado</strong> burgués por el <strong>Estado</strong> proletario es<br />
imposible sin una revolución violenta. La supresión del <strong>Estado</strong><br />
proletario, es decir, <strong>la</strong> supresión de todo <strong>Estado</strong>, sólo es posible<br />
por medio de un proceso de “extinción”.<br />
Marx y Engels desarrol<strong>la</strong>ron estas ideas de un modo minucioso y<br />
concreto, estudiando cada situación revolucionaria por separado,<br />
analizando <strong>la</strong>s enseñanzas sacadas de <strong>la</strong> experiencia de cada revolución.<br />
Y esta parte de su doctrina, que es, incuestionablemente, <strong>la</strong><br />
más importante, es <strong>la</strong> que pasamos a analizar.<br />
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