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El Estado y la Revolucion.pdf - Libros Para Descargar

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gradual de un orden— orden sin comil<strong>la</strong>s, orden que no se parecerá<br />

en nada a <strong>la</strong> esc<strong>la</strong>vitud asa<strong>la</strong>riada—, de un orden en que <strong>la</strong>s<br />

funciones de inspección y de contabilidad, cada vez más simplificadas,<br />

se ejecutarán por todos siguiendo un turno, acabarán por<br />

convertirse en costumbre, y, por fin, desaparecerán como funciones<br />

especiales de una capa especial de <strong>la</strong> sociedad.<br />

Un ingenioso socialdemócrata alemán de <strong>la</strong> década del 70 del<br />

siglo pasado, dijo que el correo era un modelo de economía socialista.<br />

Esto es muy exacto. Hoy, el correo es una empresa organizada<br />

según el patrón de un monopolio capitalista de <strong>Estado</strong>. <strong>El</strong> imperialismo<br />

va convirtiendo poco a poco todos los trusts en<br />

organizaciones de este tipo. En ellos vemos esa misma burocracia<br />

burguesa, entronizada sobre los “simples” trabajadores, agobiados<br />

de trabajo y hambrientos. Pero el mecanismo de <strong>la</strong> gestión<br />

social está ya preparado en estas organizaciones. No hay más que<br />

derrocar a los capitalistas, destruir, por <strong>la</strong> mano férrea de los obreros<br />

armados, <strong>la</strong> resistencia de estos explotadores, romper <strong>la</strong> máquina<br />

burocrática del <strong>Estado</strong> moderno, y tendremos ante nosotros<br />

un mecanismo de alta perfección técnica, libre del “parásito” y<br />

perfectamente susceptible de ser puesto en marcha por los mismos<br />

obreros unidos, dando ocupación a técnicos, inspectores y contables<br />

y retribuyendo el trabajo de todos éstos, como el de todos los<br />

funcionarios del “<strong>Estado</strong>” en general, con el sa<strong>la</strong>rio de un obrero.<br />

He aquí una tarea concreta, una tarea práctica que es ya inmediatamente<br />

realizable con respecto a todos los trusts, que libera a los<br />

trabajadores de <strong>la</strong> explotación y que tiene en cuenta <strong>la</strong> experiencia<br />

ya iniciada prácticamente (sobre todo en el terreno de <strong>la</strong> organización<br />

del <strong>Estado</strong>) por <strong>la</strong> Comuna.<br />

Organizar toda <strong>la</strong> economía nacional como lo está el correo para<br />

que los técnicos, los inspectores, los contables y todos los funcionarios<br />

en general perciban sueldos que no sean superiores al “sa<strong>la</strong>rio<br />

de un obrero”, bajo el control y <strong>la</strong> dirección del proletariado<br />

armado: he ahí nuestro objetivo inmediato. He ahí el <strong>Estado</strong> que<br />

nosotros necesitamos y <strong>la</strong> base económica sobre <strong>la</strong> que este Esta-<br />

V. I. Lenin <strong>El</strong> <strong>Estado</strong> y <strong>la</strong> revolución<br />

llegará a ser, con el tiempo, probablemente enorme; pero hoy, bajo<br />

el capitalismo, sería ridículo hacer resaltar esta diferencia, que sólo<br />

tal vez algunos anarquistas pueden destacar en primer p<strong>la</strong>no (si es<br />

que entre los anarquistas quedan todavía hombres que no han<br />

aprendido nada después de <strong>la</strong> conversión “plejanovista” de los<br />

Kropotkin, los Grave, los Cornelissen y otras “lumbreras” del anarquismo<br />

en socialchovinistas o en anarquistas de trincheras, como<br />

los ha calificado Gue, uno de los pocos anarquistas que no han<br />

perdido el honor y <strong>la</strong> conciencia).<br />

Pero <strong>la</strong> diferencia científica entre el socialismo y el comunismo<br />

es c<strong>la</strong>ra. A lo que se acostumbra a denominar socialismo, Marx lo<br />

l<strong>la</strong>maba <strong>la</strong> “primera” fase o <strong>la</strong> fase inferior de <strong>la</strong> sociedad comunista.<br />

En tanto que los medios de producción se convierten en propiedad<br />

común, puede emplearse <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra “comunismo”, siempre<br />

y cuando que no se pierda de vista que éste no es el comunismo<br />

completo. La gran significación de <strong>la</strong> explicación de Marx está en<br />

que también aquí aplica consecuentemente <strong>la</strong> dialéctica materialista,<br />

<strong>la</strong> teoría del desarrollo, considerando el comunismo como algo<br />

que se desarrol<strong>la</strong> del capitalismo. En vez de definiciones escolásticas<br />

y artificiales, “imaginadas”, y de disputas estériles sobre pa<strong>la</strong>bras<br />

(qué es el socialismo, que es el comunismo), Marx traza un<br />

análisis de lo que podríamos l<strong>la</strong>mar <strong>la</strong>s fases de madurez económica<br />

del comunismo.<br />

En su primera fase, en su primer grado, el comunismo no puede<br />

presentar todavía una madurez económica completa, no puede<br />

aparecer todavía completamente libre de <strong>la</strong>s tradiciones o de <strong>la</strong>s<br />

huel<strong>la</strong>s del capitalismo. De aquí un fenómeno tan interesante como<br />

<strong>la</strong> subsistencia del “estrecho horizonte del derecho burgués “ bajo<br />

el comunismo, en su primera fase. <strong>El</strong> derecho burgués respecto a<br />

<strong>la</strong> distribución de los artículos de consumo presupone también<br />

inevitablemente, como es natural, un <strong>Estado</strong> burgués, pues el derecho<br />

no es nada sin un aparato capaz de obligar a respetar <strong>la</strong>s<br />

normas de aquel.<br />

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