El Estado y la Revolucion.pdf - Libros Para Descargar
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confusa y pequeñoburguesa de Lassalle sobre <strong>la</strong> “igualdad” y <strong>la</strong><br />
“justicia” en general, Marx muestra el curso de desarrollo de <strong>la</strong><br />
sociedad comunista, que en sus comienzos se verá obligada a destruir<br />
so<strong>la</strong>mente aquel<strong>la</strong> “injusticia” que consiste en que los medios<br />
de producción sean usurpados por individuos ais<strong>la</strong>dos, pero que<br />
no estará en condiciones de destruir de golpe también <strong>la</strong> otra injusticia,<br />
consistente en <strong>la</strong> distribución de los artículos de consumo<br />
“según el trabajo” (y no según <strong>la</strong>s necesidades).<br />
Los economistas vulgares, incluyendo entre ellos a los profesores<br />
burgueses, entre los que se cuenta también “nuestro” Tugán,<br />
reprochan constantemente a los socialistas el olvidarse de <strong>la</strong> desigualdad<br />
de los hombres y el “soñar” con destruir esta desigualdad.<br />
Este reproche sólo demuestra, como vemos, <strong>la</strong> extrema ignorancia<br />
de los señores ideólogos burgueses.<br />
Marx no solo tiene en cuenta del modo más preciso <strong>la</strong> inevitable<br />
desigualdad de los hombres, sino que tiene también en cuenta que<br />
el solo paso de los medios de producción a propiedad común de<br />
toda <strong>la</strong> sociedad (el “socialismo”, en el sentido corriente de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra)<br />
no suprime los defectos de <strong>la</strong> distribución y <strong>la</strong> desigualdad<br />
del “derecho burgués”, el cual sigue imperando, por cuanto los<br />
productos son distribuidos “según el trabajo”.<br />
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“...Pero estos defectos —prosigue Marx— son inevitables en <strong>la</strong><br />
primera fase de <strong>la</strong> sociedad comunista, tal y como brota de <strong>la</strong><br />
sociedad capitalista, tras <strong>la</strong>rgos dolores para su alumbramiento.<br />
<strong>El</strong> derecho no puede ser nunca superior a <strong>la</strong> estructura económica<br />
y al desarrollo cultural de <strong>la</strong> sociedad por el<strong>la</strong> condicionado...”<br />
Así, pues, en <strong>la</strong> primera fase de <strong>la</strong> sociedad comunista (a <strong>la</strong> que<br />
suele darse el nombre de socialismo) el “derecho burgués” n o se<br />
suprime completamente, sino sólo parcialmente, sólo en <strong>la</strong> medida<br />
de <strong>la</strong> transformación económica ya alcanzada, es decir, sólo en lo<br />
que se refiere a los medios de producción. <strong>El</strong> “derecho burgués”<br />
V. I. Lenin <strong>El</strong> <strong>Estado</strong> y <strong>la</strong> revolución<br />
das a que se <strong>la</strong>s tome por una reproducción de <strong>la</strong>s formas viejas,<br />
y aun ya caducas, de vida social con <strong>la</strong>s cuales <strong>la</strong>s nuevas instituciones<br />
presentan cierta semejanza. Así, también esta nueva<br />
Comuna, que viene a destruir [bricht — romper] el Poder estatal<br />
moderno, ha sido considerada como una resurrección de <strong>la</strong>s<br />
Comunas medievales... , como una federación de pequeños <strong>Estado</strong>s,<br />
con arreglo al sueño de Montesquieu y los girondinos [19] ...<br />
, como una forma exagerada de <strong>la</strong> vieja lucha contra el excesivo<br />
centralismo...”<br />
“...Por el contrario, el régimen comunal habría devuelto al organismo<br />
social todas <strong>la</strong>s fuerzas que hasta entonces venía devorando<br />
el ‘<strong>Estado</strong>’, parásito que se nutre a expensas de <strong>la</strong> sociedad<br />
y entorpece su libre movimiento. Con este solo hecho habría<br />
iniciado <strong>la</strong> regeneración de Francia...”<br />
“...<strong>El</strong> régimen comunal habría colocado a los productores rurales<br />
bajo <strong>la</strong> dirección ideológica de <strong>la</strong>s capitales de sus provincias<br />
y les habría ofrecido aquí, en los obreros de <strong>la</strong> ciudad, los representantes<br />
naturales de sus intereses. La so<strong>la</strong> existencia de <strong>la</strong><br />
Comuna implicaba, como algo evidente, un régimen de autonomía<br />
local, pero no ya como contrapeso a un Poder del <strong>Estado</strong><br />
que ahora sería superfluo...”<br />
“Destrucción del Poder estatal”, que era una “excrecencia parasitaria”,<br />
su “amputación”, su “ap<strong>la</strong>stamiento”, el “Poder del <strong>Estado</strong><br />
que ahora sería superfluo”: he aquí cómo se expresa Marx al<br />
hab<strong>la</strong>r del <strong>Estado</strong>, valorando y analizando <strong>la</strong> experiencia de <strong>la</strong><br />
Comuna.<br />
Todo esto fue escrito hace poco menos de medio siglo, pero hoy<br />
hay que proceder a verdaderas excavaciones para llevar a <strong>la</strong> conciencia<br />
de <strong>la</strong>s grandes masas un marxismo no falseado. Las conclusiones<br />
deducidas de <strong>la</strong> observación de <strong>la</strong> última gran revolución<br />
vivida por Marx fueron dadas al olvido precisamente al llegar el<br />
momento de <strong>la</strong>s siguientes grandes revoluciones del proletariado.<br />
“...La variedad de interpretaciones a que ha sido so metida <strong>la</strong><br />
Comuna y <strong>la</strong> variedad de intereses que han encontrado su expre-<br />
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