El Estado y la Revolucion.pdf - Libros Para Descargar
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Estas consideraciones son falsas y representan un retroceso respecto<br />
a lo expuesto por Marx y Engels en <strong>la</strong> década del 70, sobre<br />
el ejemplo de <strong>la</strong>s enseñanzas de <strong>la</strong> Comuna.<br />
Desde el punto de vista de <strong>la</strong> pretendida necesidad de una organización<br />
“burocrática”, los ferrocarriles no se distinguen absolutamente<br />
en nada de todas <strong>la</strong>s empresas de <strong>la</strong> gran industria mecánica<br />
en general, de cualquier fábrica, de un gran almacén, de <strong>la</strong>s grandes<br />
empresas agríco<strong>la</strong>s capitalistas. En todas <strong>la</strong>s empresas de esta<br />
índole, <strong>la</strong> técnica impone incondicionalmente una disciplina<br />
rigurosísima, <strong>la</strong> mayor puntualidad en <strong>la</strong> ejecución del trabajo asignado<br />
a cada uno, a riesgo de paralizar toda <strong>la</strong> empresa o de deteriorar<br />
el mecanismo o los productos. En todas estas empresas, los<br />
obreros procederán, naturalmente, a “elegir delegados, que constituirán<br />
una especie de par<strong>la</strong>mento “.<br />
Pero todo el quid del asunto está precisamente en que esta “especie<br />
de par<strong>la</strong>mento” n o será un par<strong>la</strong>mento en el sentido de <strong>la</strong>s<br />
instituciones par<strong>la</strong>mentarias burguesas. Todo el quid del asunto<br />
está en que esta “especie de par<strong>la</strong>mento” n o se limitará a “establecer<br />
el régimen de trabajo y a fiscalizar <strong>la</strong> administración del aparato<br />
burocrático”, como se figura Kautsky, cuyo pensamiento no se<br />
sale del marco del par<strong>la</strong>mentarismo burgués. En <strong>la</strong> sociedad socialista,<br />
esta “especie de par<strong>la</strong>mento” de diputados obreros tendrá<br />
como misión, naturalmente, “establecer el régimen de trabajo y<br />
fiscalizar <strong>la</strong> administración” del “aparato”, pero este aparato n o<br />
será un aparato “burocrático”. Los obreros, después de conquistar<br />
el Poder político, destruirán el viejo aparato burocrático, lo<br />
desmontarán hasta en sus cimientos, no dejarán de él piedra sobre<br />
piedra, lo sustituirán por otro nuevo, formado por los mismos obreros<br />
y empleados, contra cuya transformación en burócratas serán<br />
tomadas inmediatamente <strong>la</strong>s medidas analizadas con todo detalle<br />
por Marx y Engels: 1) No sólo elegibilidad, sino amovilidad en<br />
todo momento; 2) sueldo no superior al sa<strong>la</strong>rio de un obrero; 3) se<br />
pasará inmediatamente a que todos desempeñen funciones de control<br />
y de inspección, a que todos sean “burócratas” durante algún<br />
V. I. Lenin <strong>El</strong> <strong>Estado</strong> y <strong>la</strong> revolución<br />
“Si te fijas en el último capítulo de mi ’18 Brumario’, verás que<br />
expongo como próxima tentativa de <strong>la</strong> revolución francesa, no<br />
hacer pasar de unas manos a otras <strong>la</strong> máquina burocrático-militar,<br />
como se venia haciendo hasta ahora, sino romper<strong>la</strong> [subrayado<br />
por Marx; en el original zerbrechen ], y ésta es justamente<br />
<strong>la</strong> condición previa de toda verdadera revolución popu<strong>la</strong>r en el<br />
continente. En esto, precisamente, consiste <strong>la</strong> tentativa de nuestros<br />
heroicos camaradas de París” (pág. 709 de <strong>la</strong> revista “Neue<br />
Zeit”, t. XX, I, año 1901-1902).(Las cartas de Marx a Kugelmann<br />
han sido publicadas en ruso no menos que en dos ediciones, una<br />
de el<strong>la</strong>s redactada por mi y con un prólogo mío.)<br />
En estas pa<strong>la</strong>bras: “romper <strong>la</strong> máquina burocrático-militar del<br />
<strong>Estado</strong>”, se encierra, concisamente expresada, <strong>la</strong> enseñanza fundamental<br />
del marxismo en punto a <strong>la</strong> cuestión de <strong>la</strong>s tareas del<br />
proletariado en <strong>la</strong> revolución respecto al <strong>Estado</strong>. ¡Y esta enseñanza<br />
es precisamente <strong>la</strong> que no sólo olvida en absoluto, sino que<br />
tergiversa directamente <strong>la</strong> “interpretación” imperante, kautskiana,<br />
del marxismo!<br />
En cuanto a <strong>la</strong> referencia de Marx al “18 Brumario”, más arriba<br />
hemos citado en su integridad el pasaje correspondiente.<br />
Interesa seña<strong>la</strong>r especialmente dos lugares en el mencionado<br />
pasaje de Marx. En primer término, Marx limita su conclusión al<br />
continente. Esto era lógico en 1871, cuando Ing<strong>la</strong>terra era todavía<br />
un modelo de país netamente capitalista, pero sin militarismo y, en<br />
una medida considerable, sin burocracia. Por eso, Marx excluía a<br />
Ing<strong>la</strong>terra, donde <strong>la</strong> revolución, e incluso una revolución popu<strong>la</strong>r,<br />
se consideraba y era entonces posible sin <strong>la</strong> condición previa de<br />
destruir “<strong>la</strong> máquina estatal existente”.<br />
Hoy, en 1917, en <strong>la</strong> época de <strong>la</strong> primera gran guerra imperialista,<br />
esta limitación hecha por Marx no tiene razón de ser. Ing<strong>la</strong>terra y<br />
Norteamérica, los más grandes y los últimos representantes —en<br />
el mundo entero— de <strong>la</strong> “libertad” anglosajona, en el sentido de<br />
ausencia de militarismo y de burocratismo, han ido rodando completamente<br />
al inmundo y sangriento pantano, común a toda Euro-<br />
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