¿ Quién hubiera pensado en 1918 que el tratado de paz que se firmóllevaba en sí mismo los gérmenes de una segunda guerra mundial que estal<strong>la</strong>ríaen 1939 ?¿ Quién hubiera pensado en <strong>la</strong> prosperidad de 1927 que una catástrofeeconómica, que inició en Wall Street en 1929, se desencadenaría en todo elp<strong>la</strong>neta ?¿ Quién hubiera pensado en 1930 que Hitler llegaría legalmente al poderen 1933 ?¿ Quién hubiera pensado en 1940-1941, a parte de algunos irrealistas, quea <strong>la</strong> formidable dominación nazi sobre Europa y luego a los progresosimpresionantes de <strong>la</strong> Wehrmacht en <strong>la</strong> URSS hasta <strong>la</strong>s puertas de Leningrado yMoscú les sucedería un vuelco total de <strong>la</strong> situación ?¿ Quién hubiera pensado en 1943, en plena alianza entre soviéticos yoccidentales, que sobrevendría <strong>la</strong> guerra fría entre estos mismos aliados tresaños después ?¿ Quién hubiera pensado en 1980, a parte de algunos iluminados, que elImperio Soviético implosionaría en 1989 ?¿ Quién hubiera imaginado en 1989 <strong>la</strong> guerra <strong>del</strong> Golfo y <strong>la</strong> guerra quedesintegraría a Yugos<strong>la</strong>via ?¿ Quién, en enero de 1999, hubiera soñado con los ataques aéreos sobreSerbia en marzo <strong>del</strong> mismo año, y quién, en el momento en que son escritasestas líneas, podría medir <strong>la</strong>s consecuencias ?Nadie puede responder a estas preguntas al momento de escribir estaslíneas y tal vez permanezcan sin respuesta aún en el siglo XXI. Como decíaPatocka : « El devenir es ahora cuestionado y lo será para siempre ». El <strong>futuro</strong>se l<strong>la</strong>ma incertidumbre.2. LA HISTORIA CREADORA Y DESTRUCTIVAEl surgimiento de lo nuevo no se puede predecir, sino no sería nuevo. Elsurgimiento de una creación no se puede conocer por anticipado, sino no habríacreación.La historia avanza, no de manera frontal como un río, sino pordesviaciones que proceden de innovaciones o creaciones internas, o deacontecimientos o accidentes externos. La transformación interna comienza apartir de creaciones, primero locales y casi microscópicas que se efectúan en unmedio restringido primero a algunos individuos, y que aparecen comodesviaciones con re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong> normalidad. Si no se atrofia <strong>la</strong> desviación,entonces, en condiciones favorables formadas generalmente por crisis, puedeparalizar <strong>la</strong> regu<strong>la</strong>ción que <strong>la</strong> frenaba o <strong>la</strong> reprimía y luego proliferarse demanera epidémica, desarrol<strong>la</strong>rse, propagarse y volverse una tendencia cada vezmás potente que produce una nueva normalidad. Así ha sucedido con todos losinventos técnicos, el de <strong>la</strong> yunta, el de <strong>la</strong> brúju<strong>la</strong>, <strong>la</strong> imprenta, <strong>la</strong> máquina devapor, el cine, hasta el computador; así fue con el capitalismo en <strong>la</strong>s ciudades-Estado <strong>del</strong> Renacimiento; igualmente, con todas <strong>la</strong>s grandes religionesuniversales que nacieron de una predicación singu<strong>la</strong>r con Sidharta, Moisés,Jesús, Mohamed, Luther; también con todas <strong>la</strong>s grandes ideologías universalesprovenientes de algunas mentes marginales.<strong>Los</strong> despotismos y totalitarismos saben que los individuos portadores dediferencia constituyen una desviación potencial; ellos los eliminan y aniqui<strong>la</strong>nlos micro focos de desviación. Sin embargo, los despotismos terminan por37
ab<strong>la</strong>ndarse y <strong>la</strong> desviación surge, incluso al más alto nivel <strong>del</strong> Estado, demanera inesperada en <strong>la</strong> mente de un nuevo soberano o de un nuevo secretariogeneral.Toda evolución es el logro de una desviación cuyo desarrollo transforma elsistema donde el<strong>la</strong> misma ha nacido : el<strong>la</strong> desorganiza el sistemareorganizándolo. Las grandes transformaciones son morfogénesis, creadoras deformas nuevas que pueden constituir verdaderas metamorfosis. De todasformas, no hay evolución que no sea desorganizadora/reorganizadora en suproceso de transformación o de metamorfosis.No existen so<strong>la</strong>mente <strong>la</strong>s innovaciones y <strong>la</strong>s creaciones. También existen<strong>la</strong>s destrucciones. Estas pueden traer nuevos desarrollos : así como losdesarrollos de <strong>la</strong> técnica, <strong>la</strong> industria y el capitalismo han arrastrado <strong>la</strong>destrucción de <strong>la</strong>s civilizaciones tradicionales. Las destrucciones masivas ybrutales llegan <strong>del</strong> exterior por <strong>la</strong> conquista y <strong>la</strong> exterminación que aniqui<strong>la</strong>ronlos imperios y ciudades de <strong>la</strong> Antiguedad. En el siglo XVI, <strong>la</strong> conquista españo<strong>la</strong>constituye una catástrofe total para los imperios y civilizaciones de los Aztecasy de los Incas. El siglo XX ha visto el hundimiento <strong>del</strong> Imperio Otomano, el <strong>del</strong>Imperio Austro-Húngaro y <strong>la</strong> implosión <strong>del</strong> Imperio Soviético. Además, muchasadquisiciones se perdieron para siempre después de estos cataclismoshistóricos. Muchos <strong>saberes</strong>, obras de pensamiento, muchas obras maestrasliterarias, inscritos en los libros, fueron destruidos con estos libros. Hay unamuy débil integración de <strong>la</strong> experiencia humana adquirida y un muy fuertedesperdicio de esta experiencia en gran parte derrochada por cada generación.Sin duda alguna, hay un enorme desperdicio de <strong>la</strong> adquisición en <strong>la</strong> historia;muchas buenas ideas no han sido integradas, por el contrario han sidorechazadas por <strong>la</strong>s normas, los tabúes, <strong>la</strong>s prohibiciones.La historia nos muestra también sorprendentes creaciones como <strong>la</strong> deAtenas cinco siglos antes de nuestra era, donde aparecen tanto <strong>la</strong> democracia y<strong>la</strong> filosofía como terribles destrucciones no so<strong>la</strong>mente de sociedades sino decivilizaciones.La historia no constituye entonces, una evolución lineal. El<strong>la</strong> conoceturbulencias, bifurcaciones, desviaciones, fases inmóviles, estadios, periodos de<strong>la</strong>tencia seguidos de virulencias como en el cristianismo el cual incubó dossiglos antes de sumergir el Imperio Romano; procesos epidémicosextremadamente rápidos como <strong>la</strong> difusión <strong>del</strong> Is<strong>la</strong>m. Es un enjambre dedevenires enfrentados con riesgos, incertidumbres que involucran evoluciones,enredos, progresiones, regresiones, rupturas. Y, cuando se ha constituido unahistoria p<strong>la</strong>netaria, ésta acarrea como lo hemos visto en este siglo dos guerrasmundiales y erupciones totalitarias. La Historia es un complejo de orden, dedesorden y de organización. Obedece a determinismos y azares donde surgensin cesar el « ruido y el furor ». Tiene siempre dos caras opuestas : civilizacióny barbarie, creación y destrucción, génesis y muerte...3. UN MUNDO INCIERTOLa aventura incierta de <strong>la</strong> humanidad no hace más que perseguir en suesfera <strong>la</strong> aventura incierta <strong>del</strong> cosmos que nació de un accidente impensablepara nosotros y que continúa en un devenir de creaciones y de destrucciones.Hemos aprendido a finales <strong>del</strong> siglo XX que hay que substituir <strong>la</strong> visión deun universo que obedece a un orden impecable por una visión donde el universosea el juego y lo que está en juego de una dialógica (re<strong>la</strong>ción antagónica,competente y complementaria) entre el orden, el desorden y <strong>la</strong> organización.La Tierra, probablemente en sus inicios un montón de desperdicioscósmicos procedentes de una explosión so<strong>la</strong>r, se organizó así misma en unadialógica entre orden ↔ desorden ↔ organización, sufriendo no sólo erupciones38