derecho de no ser tratado como enemigo. A partir <strong>del</strong> siglo XX, <strong>la</strong> comunidad dedestino terrestre nos impone de manera vital <strong>la</strong> solidaridad.3. LA HUMANIDAD COMO DESTINO PLANETARIOLa comunidad de destino p<strong>la</strong>netaria permite asumir y cumplir esta parte de<strong>la</strong> antropo-ética que concierne a <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre el individuo singu<strong>la</strong>r y <strong>la</strong>especie humana como un todo.Esta debe trabajar para que <strong>la</strong> especie humana, sin dejar de ser <strong>la</strong>instancia biológico-reproductora <strong>del</strong> humano, se desarrolle y dé, al fin, con <strong>la</strong>participación de los individuos y de <strong>la</strong>s sociedades, concretamente nacimiento a<strong>la</strong> Humanidad como conciencia común y solidaridad p<strong>la</strong>netaria <strong>del</strong> génerohumano.La Humanidad dejó de ser una noción meramente biológica debiendo serplenamente reconocida con su inclusión indisociable en <strong>la</strong> biósfera; <strong>la</strong>Humanidad dejó de ser una noción sin raíces; el<strong>la</strong> se enraizó en una “Patria”, <strong>la</strong>Tierra, y <strong>la</strong> Tierra es una Patria en peligro. La Humanidad dejó de ser unanoción abstracta : es una realidad vital ya que desde ahora está amenazada demuerte por primera vez. La Humanidad ha dejado de ser una noción so<strong>la</strong>menteideal, se ha vuelto una comunidad de destino y sólo <strong>la</strong> conciencia de estacomunidad <strong>la</strong> puede conducir a una comunidad de vida; <strong>la</strong> Humanidad, de ahoraen ade<strong>la</strong>nte, es una noción ética : el<strong>la</strong> es lo que debe ser realizado por todos yen cada uno.Mientras que <strong>la</strong> especie humana continúa su aventura bajo <strong>la</strong> amenaza de<strong>la</strong> autodestrucción, el imperativo es : salvar a <strong>la</strong> Humanidad realizándo<strong>la</strong>.En realidad, <strong>la</strong> dominación, <strong>la</strong> opresión, <strong>la</strong> barbarie humanas permanecenen el p<strong>la</strong>neta y se agravan. Es un problema antropo-histórico fundamental parael cual no hay solución a priori, pero sobre el cual hay mejoras posibles, y elcual unicamente podría tratar el proceso multidimensional que nos civilizaría acada uno de nosotros, a nuestras sociedades, a <strong>la</strong> Tierra.Como tales y conjuntamente, una política <strong>del</strong> hombre 16 , una política decivilización 17 , una reforma de pensamiento, <strong>la</strong> antropo-ética, el verdaderohumanismo, <strong>la</strong> conciencia de Tierra-Patria reducirían <strong>la</strong> ignominia en el mundo.Aún por más tiempo (cf. capitulo III) <strong>la</strong> expansión y <strong>la</strong> libre expresión de losindividuos constituyen nuestro propósito ético y politico para el p<strong>la</strong>neta; ellosupone a <strong>la</strong> vez el desarrollo de <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción individuo ↔ sociedad en el sentidodemocrático, y el desarrollo de <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción individuo ↔ especie en el sentido de<strong>la</strong> realización de <strong>la</strong> Humanidad; es decir que los individuos permanecenintegrados en el desarrollo mutuo de los términos de <strong>la</strong> triada individuo ↔sociedad ↔ especie. No tenemos <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>ves que abran <strong>la</strong>s puertas de un <strong>futuro</strong>mejor. No conocemos un camino trazado. “El camino se hace al andar” (AntonioMachado). Pero podemos emprender nuestras finalidades : <strong>la</strong> continuación de <strong>la</strong>hominización en humanización, via acenso a <strong>la</strong> ciudadanía terrestre. Para unacomunidad p<strong>la</strong>netaria organizada : ¿ no sería esa <strong>la</strong> misión de una verdaderaOrganización de <strong>la</strong>s Naciones Unidas ?A propósito de una bibliografíaEste texto de proposición y de reflexión no incluye bibliografía. Por unaparte, el tema de los 7 <strong>saberes</strong> nos remite a una bibliografía considerable <strong>la</strong>1617Cf. Edgar Morin, Introduction à une politique de l’homme, nueva edición, Le Seuil Points, 1999.Cf. Edgar Morin, Sami Naïr, Politique de civilisation, Arlea, 1997.55
cual no sería posible inscribir en <strong>la</strong>s dimensiones de esta publicación. Por otraparte, yo no podría imponer una bibliografía selectiva. Es facultativo, paracualquier lector interesado formarse su propia opinión con <strong>la</strong> realización <strong>del</strong>ecturas. Además , cada país dispone de obras provenientes de su propiacultura y no se trata aquí de excluir<strong>la</strong>s, intentando hacer una selección.56