Sala Art - AELPA - Asociación Española de Letrados de Parlamentos

concerniente al respeto de los principios democráticos, a los que el art. 6º CEcondiciona la legalidad de los partidos políticos.En el mismo sentido afirma el Tribunal Constitucional (STC 68/2005,de 31 de marzo, Fº Jº 16) que “si bien a ningún ciudadano se le puede exigir,por principio, manifestar adhesiones o repulsas que han de nacer sólo, si lohacen de su libertad de expresión, es perfectamente aceptable en unasociedad democrática que, tan pronto se cierna sobre una agrupaciónelectoral la sospecha fundada de connivencia con el terror o conformaciones que han sido proscritas en razón de esa connivencia, puedaesperarse de ella (...) una declaración inequívoca de distanciamiento,rechazo y condena de cuanto representa una organización criminal y susinstrumentos políticos” (en términos similares: la STC 99/2004, FJ 19).La cuestión ha sido considerada, en primer lugar, por el TribunalConstitucional en relación a la impugnación de la constitucionalidad del art.9.3.a) LO 6/2002 en la STC 48/2003 (f. j. 10), en la que al referirse, en unobiter dictum, a “si la mera ausencia de condena puede ser entendida comoapoyo implícito al terrorismo” admitió que tal apoyo “puede llevarse a cabode modo implícito mediante actos concluyentes, en determinadascircunstancias”. Por acciones concluyentes se entienden en la doctrina actospositivos con aptitud comunicativa tácita en determinadas circunstancias.En la STC l68/2005, de 31.3.05 el Tribunal Constitucional trató unacuestión diversa, la de la negativa a condenar, y lo hizo, a diferencia de laóptica de la STC 48/2003, desde la perspectiva procesal. En esta sentenciael Tribunal Constitucional estableció que “la negativa a condenar” (es decirun acto positivo) juntamente con otros indicios, permitía tener por probada lavoluntad de fraude en relación al art. 44.4. LOREG. En este sentido sostuvoque la “condena inequívoca” autorizaba a tener por acreditada la voluntad dedistanciarse de un partido ilegalizado. Este precedente, sin embargo, sólo esaplicable parcialmente al presente caso, dado que en este proceso se tratasimplemente de la omisión de condenar. Pero, en dicha sentencia se80