-actualidadMariss Jansons, el heredero de MravinskyEl público madrileño tuvo ocasión de verlo y escucharlo hace unos cuantosaños dirigiendo una impresionante Séptima de Shostakovich a la Filarmónicade Leningrado. Intérprete sobrio y seguro, dotado de una técnicaformidable, Jansons es una de ¡as estrella rómpanles del actual universode la dirección musical. Con él ha hablado para nuestra revista ArturoReverter durante la última edición del Festival de Canarias.SCHERZO.—Empieza Vd. a ser conocidoen España al tiempo que progresafirmemente su carrera internacional. Anuestros lectores tes interesará, sin duda,saber algunos datos de su biografía.MARISS JANSONS.—Mi padre eradirector de orquesta y mi madre, queaún vive, cantante de ópera. Cuando yotenía tres o cuatro años me pasaba eldía en la ópera; no sabían con quién dejarme.Vivíamos en Riga.S.—Hasta qué punto influyó en su.vocación el que su madre fuera mezzosopranoy su padre músico; ¿qué enseñanzasrecibió de él?M.J.—Su influencia fue enorme enmi desarrollo. Desde mi infancia, porsu profesión, yo estaba en permanentecontacto con la música. Absorbía, díaa día, iodo tipo de información. Sin embargo,no puedo hablar de mi padre comomaestro porque en realidad no meenseñó él. Mi profesor de música se llamabaRabinovich; era un director de lavieja escuela que conocía perfectamenteel repertorio clásico y a autores comoStrauss o Mahler. Me gradué en el Conservatoriode Leningrado y proseguíluego en Viena mis estudios de direcciónde orquesta con el maestro Swarowsky;más tarde realicé en Salzburgoprácticas con Karajan. Y he sido durantemuchos años director asistente en Leningradocon Mravinski. He practicadola técnica del violín, de la viola, del chelo...Me he pasado estudiando más deveinte anos.S—¿Qué supuso para Vd. su contactocon Mravinski? ¿Qué enseñanzas recibióde él?M.J.—Sobre todo la labor de planificaciónde los ensayos. Mravinski hasido un extraordinario conocedor y organizadorde la orquesta; un profesory preparador sensacional.S.—¿Es cierto que ensayaba todos losdías, hubiese o no concierto, desde las10 de ¡a mañana?M.J.—No diré que tanto; pero sí quetrabajaba mucho, con horario muy intenso.Para un solo programa hacía seis,siete u ocho ensayos.S.—Viéndole a Vd. dirigir se estableceuna indudable semejanza entre losdos en lo que se refiere fundamentalmentea la organización de los planossonoros, a la construcción interior dela música. Hay una cierta falta en amboscasos de énfasis excesivo.44 <strong>Scherzo</strong>M.J.—Es verdad. Desde Mravinski,por ejemplo, se dislribuyen de formamuy original los músicos de la orquesta.V no sólo era magnifico en esto, enla labor de ensayos o en el conocimientode la orquesta, sino también en la organizacióny estructuración del materialsonoro y en el establecimiento delbalance ideal entre los distintos gruposde instrumentos. Esto último creo quees lo más importante para cualquier directorde orquesta.S.—¿Cree que existe, antes de Mravinski.una tradición directorial importanteen su país?M.J.—Sí. Puede decirse que la escuelarusa fue iniciada o fundada por AlexandreGauk o Nikolai Malko. PeroMravinski ha influido más que ningunoen los músicos posteriores; estuvo,no lo olvidemos, muchos años al frentede la Filarmónica de Leningrado.Con él surgió su escuela; la tnás importantey significativa.S.—¿Cómo se enfrenta un directorcomo Vd., hijo de una tradición y deuna cultura, a la música y a la culturaoccidentales, con las que tiene que convivirde continuo desde el momento enque desempeña un puesto fijo en unaorquesta como la Filarmónica de Oslo?M.J.—Vo no pretendo seguir únicamentelas tradiciones de la música rusa.Esta postura me parece un tantounilateral. He tenido la suerte de contarcon un maestro como Rabinovich—al que antes me he referido—,que meeducó en las diferentes maneras de percibirla música y de dirigir la orquesta.He tenido además la posibilidad de estudiarvarios años en Occidente y heviajado mucho. Estoy en condiciones deejercer, por tanto, un acercamiento plurala la música, con independencia delorigen geográfico de ésta o de la tradiciónen la que esté envuelta.S.—¿Pueden establecerse diferenciassignificativas entre la forma de tocar delas orquestas rusas y de las del occidentede Europa?M.J.—Hay diferencias. Pero lo idealsería tratar de sintetizar los tres aspectosmás importantes: la expresión, la sonoridadde los instrumentos de cuerdarusos; el virtuosismo y brillantez de lasorquestas americanas y, por decirlo así,la suavidad y la cultura del sonido delas Filarmónicas de Berlín o de Viena.Cuando dirijo a la formación de la quesoy titular, la Filarmónica de Oslo, tratode reunir, de sintetizar imaginariamente,esias cualidades, de obtener elmáximo partido de aquello con lo quecuento, que debe plegarse, en todo caso,a esos principios básicos que definen,sumados, unidos, a un conjuntoquizá utópico al que siempre debetenderse.S.—En Madrid hemos podido comprobarHace un año tos buenos resultadosde su política con esta orquestanórdica.M.J.—Sí; aunque, evidentemente, esepretendido ideal nunca se consigue pormucho trabajo que uno desarrolle, por
actualidadmucha inspiración que despliegue. Nohay ninguna orquesta en verdad perfecta;hay muchas estupendas, de altísimonivel, pero con apreciables limitaciones.Por ejemplo, las rusas son excesivamentefuertes, agresivas en los instrumentosde metal; mantienen con respecto alas occidentales notable desventaja enlos vientos de un modo general. Son,sin embargo, decididamente superiores—al menos no peores— en los decuerda.S.—La eterna cuestión que se haplanteado en relación con la interpretaciónde la música y del arte en generalha sido subjetividad frente aobjetividad. Usted, con todas las salvedadespropias del caso, parece más undirector objetivo, controlado, que un directorsubjetivo, excesivamente apasionado.Siempre, desde luego, un directorde técnica muy depurada.M.J.—En mi opinión un director debetener una concepción interpretativabasada en la reproducción objetiva deaquello que ha sido ideado por el compositor.Pero esto, claro es, pasa por elprisma de la subjetividad. Es una cuestiónde equilibrio: si una cosa prevalecesobre la otra, el resultado no serábueno. Cara al concierto siempre megusta dejar la posibilidad de hacer algunapequeña improvisación; algo quedeje paso a la emoción sin perder el absolutocontrol. En particular a la horade dirigir obras como las de Bartók oStravinsky.S.—¿Hay alguna razón para que dirijahabitualmente, como hacia Mravinski,con partitura?M.J.—Depende mucho de mi estadode ánimo, de mi estado psicológico.Normalmente tengo presente la partituraen la memoria al menos en un90%; no puedo dejar que, por algunarazón de tipo emocional, peligre el 10%réstame.S.—En Madrid tuvimos hace años laocasión de escuchar, con la Filarmónicade Leningrado también, a su padre,A rvid Jansons. Era un director más clásico,más a la antigua usanza; usted es,por el contrario, más puntillista, mássobrio... más objetivo, digámoslo otravez. En aquella ocasión su padre dirigióla Sinfonía Manfred de Tchaikovsky.M.J— Sí, puede ser. Creo que Tchaikovsky,por ejemplo, compositor tremendamenteapasionado y emotivo,debe ser tocado sin especial énfasis, concuidado, con control. Si se rebasa en éluna determinada medida, la interpretaciónpuede hacerse insufriblemente sentimentale incluso lacrimógena. Por esocreo que no está de más introducir uncierto elemento clásico en la interpretación.De tal forma se podrá obtenerla síntesis entre las grandes pasiones yel equilibrio que ha de tener cualquierrecreación musical.S.—¿En qué autores está interesadoactualmente?M.J.—Mahler sobre todo. He dirigidoya varias de sus Sinfonías. Sigo estudiándolocon gran interés.S.—Aparte Mravinski, ¿qué directoresle han gustado o le gustan más?M.J.—Karajan..., Carlos Kleiber...,Leonard Bernstein...S.—Lo mismo que para las orquestas,según comentábamos antes, la sumade las mejores cualidades de ellos¿daría el director ideal?M.J.—Bueno, está claro que en estemundo no existe el ideal; por otro lado,cada uno puede tener su propioideal. Pero pienso que los tres maestrosque acabo de mencionar, cada uno ensu estilo, está muy cerca de la cima másalia.S.—Lo más bello de la existencia humanaes, sin duda, no la consecucióndel ideal, sino su búsqueda permanente.M.J.—De acuerdo.S.—No lo ha citado usted, pero, porsus cualidades y características, tan especiales,sería interesante conocer suopinión sobre Sergiu Celibidache. ¿Leha visto dirigir?M.J.—Sí, he asistido a algunos de susconciertos por la televisión y le conozcopersonalmente. Me parece que es untipo de maestro muy próximo a Mravinski.He estado en sus ensayos: su formade trabajar es muy similar. Ladiferencia más importante creo que resideen el temperamento superior de Celibidache.Pero su extremado análisis,su cuidado en los planos, el supremoequilibrio que procura lo acercan a micompatriota.Arturo Reverter<strong>Scherzo</strong> 45
- Page 1 and 2: J-l'Año IV -ÍSTA DE M"I•ri"IIKO
- Page 3 and 4: EditaSCHERZO EDITORIAL, S.A.Cl Marq
- Page 5: -opinión •EL DISPARATE MUSICALr
- Page 8 and 9: TRIBUNA ABIERTAElogio de lo menorSi
- Page 10 and 11: actuolldodLujos vienesesEntre los m
- Page 12 and 13: -actualidad-Hogwood, contra corrien
- Page 14 and 15: actualidadViena: genio y figurasVin
- Page 16 and 17: -actualidad-Londres: un «Cosi» te
- Page 18 and 19: octuolidodEl Palau de Valencia.Un O
- Page 20 and 21: actualidadLos maestros con decorado
- Page 22 and 23: -octuolidodLa Caixa y su pasiónLa
- Page 24 and 25: -actualidad-Un Tannháuser inolvida
- Page 26 and 27: acluolidodFestival de Granada: En b
- Page 28 and 29: actualidad«Cello... e mar»Madrid.
- Page 30 and 31: octuolldodMehta, entre Oriente y Oc
- Page 32 and 33: actualidad32 ScherzoRenata Scotto,
- Page 34 and 35: octuolidodMadrid, 28 de marco. Sala
- Page 36 and 37: -octuolidoddosviolines, sin embargo
- Page 38 and 39: MAIGXABIA Dú I, 20 h.Madrid Brass,
- Page 40 and 41: - actualidad-La sensibilidad del si
- Page 42 and 43: - - •-—-• ••BEETHOVEN9SYM
- Page 46 and 47: c Las Qrandes Interpretaciones ^His
- Page 48 and 49: entrevistosCHERZO: Antes de la pres
- Page 50 and 51: entrevisto-Híirtioilíuiirl durant
- Page 52 and 53: - discosBEETHOVEN: Sinfonías n°l
- Page 54 and 55: discosne una Segunda Sonata exactam
- Page 56 and 57: discosresultados no menos extraordi
- Page 58 and 59: discosNo es la primera vez que Bake
- Page 60 and 61: discossu encuentro cor Fauré, D'In
- Page 62 and 63: discosESTUDIODISCOGRAFICOLa extrañ
- Page 64 and 65: -Ubros-ANTONIO GALLEGO: La música
- Page 66 and 67: -lo guío de scherzo-OPERASBARCELON
- Page 68 and 69: dosierLa más profunda música de l
- Page 70 and 71: -dosier-El héroe trágico y sus am
- Page 72 and 73: dosierme» (por utilizar el términ
- Page 74 and 75: -dosierEl porqué de Tristán e Iso
- Page 76 and 77: - dosier -de El mundo como voluntad
- Page 78 and 79: - dosier -Venecia. Como Wagner dice
- Page 80 and 81: -dosierLa presencia del mitoEs muy
- Page 82 and 83: dosierextático, no como fiesta del
- Page 84 and 85: -dosierEl era ella y ella era élPr
- Page 86 and 87: -dosierDiscografíaLa discografia d
- Page 88 and 89: dosier •nena no han permitido que
- Page 90 and 91: MADRID989Organizado porREVISU De MU
- Page 92 and 93: -donzopinoy William Forsythe. Y en
- Page 94 and 95:
estudioEl regreso de viejos amigosL
- Page 96 and 97:
•studfo •Carga expresivaU n añ
- Page 98 and 99:
• estudio-P = 72, que Kondrashin
- Page 100 and 101:
«studlonuestroartista las dos Sinf
- Page 102 and 103:
alto fidelidadElectrocompaniet vuel
- Page 104 and 105:
-jazzCuando llegue el momento de es
- Page 106 and 107:
l/V/1904: Fallece en Praga el compo
- Page 108:
AL SERVICIO vRM i DE LA MÚSICAREAL