D V I S DC O SRECITALESRECITALES102LEONARD BERNSTEIN.Director.Obras de Mozart, Beethoven,Franck, Bruckner, Brahms yMilhaud. JUNE ANDERSON, soprano;SARAH WALKER, mezzo; KLAUS KÖNIG,tenor; JAN-HENDRICK ROOTERING,bajo. LEONARD BERNSTEIN, piano.FILARMÓNICA DE VIENA. SINFÓNICA DELA RADIODIFUSIÓN BÁVARA. ORQUESTANACIONAL DE FRANCIA. FILARMÓNICADE ISRAEL. Directores de vídeo:HUMPHREY BURTON Y DIRK SANDERS.5 DVD MEDICI ARTS 2057068 (Ferysa).1973-1990. 420’. N PNEste interesanteálbum,una especiede conmemoraciónorecordatoriodel nonagésimoaniversariodelnacimientode Leonard Bernstein —así lopresenta Medici Arts—, lo formanpelículas ya conocidas,pasadas por diversas televisionesy algunas de ellas publicadasanteriormente en DVD porseparado, ya comentadas asimismodesde estas páginas. Sonnovedad la Sinfonía de Francky las dos obras de Milhaud (elballet La creación del mundo yEl buey sobre el tejado), las trescon la Nacional de Francia, dediscreta filmación e interpretacionesintensas y vibrantes,como corresponde a la mayoríade las versiones de este director.La Novena de Beethoven,interpretada después de la caídadel Muro de Berlín (cambiode “Alegría” por “Libertad” en laOda final de Schiller), capta laemoción de ese momento histórico,aunque la versión, muybella y emotiva en ocasiones,especialmente en el movimientolento, quede por detrás de ladel propio Bernstein con Viena.Tampoco las Sinfonías nºs 1 y 3de Brahms con la Filarmónicade Israel, están al nivel de lasde la Filarmónica de Viena. ElMozart es efusivo y elegante,con memorable actuación delpropio director como pianistaen el Concierto nº 17, aunquela orquesta utilizada en la Sinfoníanº 39 sea excesivamentegrande, sin que ello suponga nifalta de claridad ni de precisión.Finalmente, lo mejor del álbuma juicio del firmante, una magníficaNovena de Bruckner conViena hecha en 1990, de cuandoBernstein estaba ya enfermo,y que también fue reseñadaen su momento desde estaspáginas. A pesar de su estadofísico, no hay un momento dedecaimiento ni de falta deintensidad, destacando en elespléndido conjunto el Adagiofinal, de indiscutible y profundabelleza.En suma, Bruckner, Mozart,Franck y el jazzístico Milhaud(por ese orden) se llevan la palma,aunque la claridad de filmaciónen el Teatro de losCampos Elíseos de París en losdos últimos deje que desear.Documento histórico importantela Novena de Beethoven delMuro de Berlín, y finalmente,un tanto decepcionantes lasSinfonías nºs 1 y 3 de Brahmscon la Filarmónica de Israel,que no están al nivel a que nostenía acostumbrados Bernsteinen otras de sus versiones (conla Filarmónica de Viena, sobretodo). El álbum tampoco tienela redondez y calidad generalde sus Beethoven, Brahms yMahler (todos DVD DG), sibien es una notable colecciónque satisfará con creces a todoslos seguidores del director.Enrique Pérez AdriánELISABETHSCHWARZKOPF. Soprano.Canciones y arias de Brahms,Gluck, Mahler, Menotti, Mozart,Schubert, Schumann, Strauss,Verdi y Wolf. GERALD MOORE,GEOFFREY PARSONS, piano. ORQUESTADE LA ORTF. Director: BERISLAVKLOBUCAR.MEDICI ARTS 3085268 (Ferysa). 1967-1970. 103’. R PNSi alguiennecesitaexplicacionessobre el artede ElisabethSchwarzkopf…¿No?Menos mal.Tampoco esnecesariorecordar su repertorio favorito,encabezado por Richard Strauss,seguido por Hugo Wolf y todoel elenco del Lied. Una querenciapeculiar es Mozart, aquí enobras de cámara y concierto.Hasta cuando asume a compositoresque le quedan lejos, comoVerdi y Menotti, la intención decada frase está asegurada y lahabilidad de la cantante parallevarlos a su territorio resultaevidente.Hay artistas a los que convieneno ver. Quien esto lea puedehacer su propia lista. Schwarzkopf,por el contrario, ganamucho si se la puede contemplar.Aún más: los que asistimos a susrecitales, sabemos que la merapresencia de la diva disipaba porla sala un aura seductora queparecía surgir de sus andares lentosy señoriales, su arte paramanejar velos y actitudes y hastalos silencios poblados de incógnitasy sugestiones que supo administrarcon extrema inteligencia.Cada canción, la misma granescena de Desdémona en elcuarto acto del Otelo verdiano,cuenta en ella como una personificacióndistinta, conseguidasin el menor despliegue teatral,hecha de profunda concentración,de ínfimos gestos y de unavariedad de rostros que se dibujansobre una misma cara. La eleganciadel atuendo, la exactituddel maquillaje y el peinado, lafotogenia infalible, todo sumadohace de sus presentaciones unespectáculo de fina armadura, dematiz, de constantes definicionesexpresivas. Afortunadamente, latelevisión ha documentado estasperformances que datan de sumadurez pero en las cuales laciencia musical de Schwarzkopfsupera cualquier limitación vocaltraída por los años. En especial,las tomas londinenses con Moorede acompañante (mejor: deasociado y comprimario), dotadasde color, nos suministrantoda la panoplia de sus recursos,en la corta distancia, tan importanteen el mundo de la músicacamerística.Los pianistas comprometidostampoco necesitan presentacióny el equilibrio sonoro conducidopor Klobucar, junto alexcelente colorido que exigenVerdi y Strauss, queda patente.Blas MatamoroJOSÉ SEREBRIER. Director.Obras de Wagner, Serebrier,Musorgski-Stokowski y Bizet.JOVEN ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA.NAXOS 2.110230 (Ferysa). 2007. 84’.N PEEste DVDcontiene elconciertocelebrado el7 de agostode 2007 en lacatedral deChesterdurante lagira europeaque ese año realizó la JONDE.Potente inicio con la oberturawagneriana de Los maestroscantores que permite apreciarde entrada el alto nivel de laorquesta tanto en lo que serefiere a las distintas seccionescomo al conjunto, admirablementecompactado y sabiamenteguiado por el experto Serebrier.Viene después la Sinfoníanº 3 del propio Serebrier, escritaen 2003 en tan sólo una semana.Obra intensamente dramática,a ratos realmente espectacular,de climas cambiantes y contrastantes,y una muestra másdel dominio de la escrituraorquestal de este interesantemúsico que conoce su oficio ala perfección en su doble vertientecreativa y como intérprete.Admirador confeso de Stokowski,al que conoció y trató,Serebrier incluyó en este muyatractivo programa dos de lasmás célebres orquestaciones —Una noche en el Monte Pelado yCuadros de una exposición—de aquel músico polémico,admirable y fascinante. Probablementemás fieles a los originalesmusorgskianos pero de unvirtuosismo inalcanzable para elmaestro ruso, estas dos orquestacionescaptan de inmediato aloyente y son de un gran efecto.La orquesta responde magníficamentebien y Serebrier realmentese luce. Merecidísimos aplausosal final y como propina unfragmento celebérrimo de Laarlesiana de Bizet en el ya clásicoarreglo de Giraud; conclusiónespectacular para un conciertorealmente espectacular.Muy recomendable, con buensonido y realización más bienaséptica, algo que permite apreciarsin la molesta “creatividad”de otros realizadores la músicaque escuchamos que, en últimainstancia, es lo que interesa deverdad.Josep Pascual
NEGRO MARFILALREDEDOR DEL OTROSONGS OF ANOTHER.PRIMAVERA ENSALÓNICA. Cantostradicionales de losBalcanes. SAVINAYANNATOU, voz.CONJUNTO INSTRUMENTAL.ECM 2057 (Nuevos Medios).2007. 52’. DDD. N PNTHE DOOR. Obrasde Mathias Eick.MATHIAS EICK, trompeta,vibráfono; JON BASLKE,piano; AUDUN ERLIEN,guitarra; AUDUN KLEIVE,percusión.ECM 2059 (Nuevos Medios).2007. 49’. DDD. N PN… más allá, del otro lado de los montes, cuando se acaba lallanuray el río lleva a los muelles, y al mar…Menahem Maruani. El barrio de las grandes dunas.Cómo vivir con la memoria de la sangre vertida, del exilio,de los seres humanos sacrificados a no se sabe qué odio,qué religión, qué intereses…?Crecí —nací— y viví durante muchos años en un puerto y desdemuy en un puerto y durante esos muchos años, de noche,tumbado en la terraza, escuchaba el viento que traía el ruido delas olas sobre el arrecife y el olor del fuego apagado… las cenizaslevantadas por el paso del viento me embriagaban como elhumo de los sueños… la cabeza apoyada sobre una piedra, losojos bien abiertos en la penumbra, soñaba con las nubes que seamontonaban, deseando la llegada de la lluvia… abajo, estabael río, y en sus orillas, gentes desconocidas esperaban indefinidamentelos barcos que les llevarían hacia países que no existen…gentes aparcadas en reservas y luego dispersadas porpueblos y gentes que tienen miedo de las palabras sin fronterasy de los hombres que las conservan o transmiten… gentes desconocidasde Armenia, de Pirin Macedonia, de Kazajstan, deGrecia, de Albania, de las tierras donde se habla yiddish, de Italiay dicen addio amore cuando zarpa el barco de Savina Yannatou,zarpa de Salónica, Salonico dice ella, el puerto de tantaspartidas y las lenguas mezcladas son como el sonido del maramarillo contra la costa negra donde rompe la línea de los arrecifes,es un dolor, o el recuerdo de un sueño, que me hacebien, que me duele, addio amore, sareri, za lioubih, omar hashemleyakov…… hace poco, acaso el año pasado o hace cien años, estaban enla playa, miraban como se deslizaban las nubes o los sueños,pensaban que nada podía separarlos de sus familias, de su ciudades,de sus amores, de sus lagos de bruma, de sus horizontesde tierra, hierba, líquenes, piedras, dunas de espuma o de arena—ondulaciones de osamentas, de pieles—[ … diez años, veinte años, ¿cuántos años? la memoria sedeshace en fibras… todo se ha vuelto silencioso… pero, en susmentes, el rumor de la vida continuaba su susurro, su caricia…hoy, el tiempo parece suave, el viento de la tempestad hacedido el sitio a los alisios, hoy la voz de Savina Yannatou hablade un tiempo pasado o pluscuampresente o imperfectocompuesto o antefuturo, pues pasando el tiempo escuchandoesas músicas, algo en el tiempo no cesa de pasar y hoy en la islamás crepuscular que todas las islas, y que las guerras, dondevivo, dormito o sesteo, noto contra mí su cadera redonda, elmovimiento de sus pechos cuando respira…… hoy, ando sobre la arena, a la búsqueda de mis trazas, entrelas algas que esconden el camino siguiendo la orilla brillantebajo una luna que dibuja sombras de una nitidez olvidada…hoy no existe ya nada sensato, nada soñado, nada sino elmovimiento del mar que roe y golpea la isla, el lento vaivén delflujo y reflujo, el sabor de la sal en nuestras bocas, en nuestrasgargantas… ]… ese mar de nadie hasta la otra orilla…Gina Rosmerholm, Il Porto Mareburgo… llueve sobre Oslo como llovía sobre el Brest de Barbara, unseptiembre húmedo, acaso cálido todavía, una atmósfera pesada,lanosa, acompaña el diálogo obsesivo, o repetitivo de estaobra escrita en ese Oslo que se parece al Puerto Mareburgo deGina Rosmerholm… las rejas de los cines se cierran, la lluviacae sobre las ventanas de todas las habitaciones del Hotel Central.Algunos fanales amarillos indican los dancings y los barestodavía abiertos… El sonido melancólico de la trompeta chetbakerianade Mathias Eick, la introducción soñadora del piano deJon Baslke, los acordes gettato, glissando o pizzicato de las guitarras,de la percusión, definen la languidez algo decadente deesta música, la diluyen en el anochecer monótono sobre la ciudadlenta. Es el reino del gris, de los grises, gris sobre gris hastael negro; frases crepusculares, piano negro como la noche,trompeta de sombra, labios negros y pechos oscuros. Y el ritmode la guitarra, del bajo eléctrico, del Fender y de la percusióncomo una lluvia [… y las hojas en la noche moviéndose en laextremidad de sus ramas, perdiendo sus gotas, recibiendo lasgotas de otras hojas y transmitiéndolas a otras en una cascadade roció o de espuma…] una lluvia muy dulce ahora, cada vezmás dulce que se va, gotas de lluvia en la noche mugiente orugiente o lágrimas de sangre, sombra más negra y vieja que lanoche… se calma la borrasca, menos lluvia, y las nubes se separande la luna, la acarician todavía.Pierre Élie Mamou103