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237 - Scherzo

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D O S I E RRUPERTO CHAPÍMÁS ALLÁ DE LA REVOLTOSA:LA OBRA NO ESCÉNICA DE RUPERTO CHAPÍLa conmemoración del centenario del fallecimiento de un compositor puede ser la ocasión ideal para plantear nuevaslecturas sobre su obra o diferentes puntos de vista en torno a su personalidad creadora. Este recién estrenado Año Chapí nosbrinda la oportunidad de celebrar, con la importancia que se merece, a un músico que sólo desde hace pocos añosempezamos a comprender en toda su complejidad. Y es que la “problemática Chapí” es, con ligeras diferencias, la mismaque podríamos vincular a otros autores coetáneos a él como Tomás Bretón, Miguel Marqués o Emilio Serrano: ¿qué hay deChapí más allá del terreno de lo lírico? ¿De qué manera podemos conciliar al Chapí zarzuelista con el Chapí compositor decuartetos o de poemas sinfónicos?Desde que en 1993 el recordado musicólogo Luis G.Iberni leyese en la Universidad de Oviedo su tesisdoctoral sobre el autor de La bruja, la obra deChapí se ha venido estudiando y revalorizandocon justicia. Así, en 1995 el Instituto Complutense de CienciasMusicales (ICCMU) publicó la referencial monografía 1de Iberni y el volumen de Memorias y escritos del villenense2 . La misma institución, por otro lado, se ha encargadode la edición crítica de una parte considerable del catálogodel maestro que con motivo de este primer centenario seseguirá ampliando con la edición de un álbum de obrassinfónicas chapinianas.Ruperto Chapí (1851-1909) pertenece a la denominadaGeneración musical de la Restauración, que engloba a losautores e intérpretes nacidos entre 1845 y 1855 aproximadamentey que al rayar los años 80 de su siglo cuentancon alrededor de treinta y cinco años de edad. Para uncompositor español de esa etapa existían únicamente dosvías reales de subsistencia: la composición de zarzuela ola enseñanza (sin tener en cuenta el camino del virtuosismo,reservado a personalidades extraordinarias comoAlbéniz o Sarasate). Junto a los citados Bretón o Marqués,una pléyade de compositores lírico-dramáticos será la quenos encontremos al rebuscar entre los apellidos de loscompañeros de generación del xiquet de Villena: Chueca,Nieto, Brull, Rubio… El lugar que ocupe la composiciónde música sinfónica, camerística o religiosa en estos autoresserá cuanto menos, circunstancial o marginal. El casode Chapí, como veremos, no será muy diferente aunquesiempre en relación a una mente genialmente musical.De Villena a Granada118Una Villena perdida en el mapa de la provincia de Alicantede los años 50 y 60 del siglo XIX fue el medio en el quese crió Ruperto Chapí. Un pueblo modesto en el que, esosí, no faltaba su banda e incluso una pequeña orquestaeclesial dirigida, como contará Chapí en sus Apuntes sobremis primeros veinticinco años, por un “maestro de capillacon talento e instrucción, pero con la cabeza en un estadode extravío lamentable”. Con la gracia de una familiahumilde y aficionada a la solfa, Chapí ya dominaba el flautína los siete años y se introdujo junto a sus hermanos enla banda Música Nueva donde recibió lecciones de lenguajemusical y solfeo. No se harían esperar las primerísimascomposiciones de un chaval inquieto y deseoso por llegarlejos, como una Polka en do y un puñado de obras escritas“para un clarinete, dos trombinos y un bombardino” hoy,por supuesto, perdidas.Con doce años Chapí ya estaba aprendiendo a instrumentarpara banda completa y no tardaría en llegar su primertrabajo sinfónico: la obertura Un sueño, escrita hacia1863 para la Orquesta de Bocairente. Para banda, como nopodía ser de otra manera, escribirá la “gran fantasía” descriptivatitulada Un día entre bosques y que por desgraciasólo conocemos por las referencias de los apuntes citados.Lo mismo sucede con su primerísima zarzuela escrita, Laestrella del bosque (“¡Siempre bosque, mucho bosque!”), unpuñado de fantasías sobre motivos de óperas célebres y“un gran número de composiciones, hasta de género religioso”de 1867 que, en cualquier caso, el maestro tendráen muy baja estima.El 11 de septiembre de ese año Chapí partirá hacia Madridcon una meta clara en el horizonte: “o volver vencedor o noUnión Musical Española

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