16ACTUALIDADBARCELONAACTUALIDADNACIONALRecital de despedida en EspañaBRENDEL: LA TRADICIÓN CLÁSICAPalau de la Música Catalana. 27-XI-2008. Alfred Brendel, piano. Obras de Haydn, Mozart,Beethoven y Schubert.A punto de culminar sudecisión de retirarse delos escenarios, AlfredBrendel ha querido despedirsedel público españolcon este recital en elPalau, en el marco de laXXV temporada de Ibercamera,entidad con la queha mantenido una relación decomplicidad y fidelidad desdehace ya 14 años. Empecemos,pues, por felicitar al maestroque se jubila gloriosamente yestimar la elección del lugar yla ocasión.¿Fue la actitud expectantedel público, la emoción dela despedida lo que propicióla sensación de que nuncahabíamos escuchado a Brendelinterpretar mejor? Lo quees seguro es que, desde laaceptación respetuosa de sudecisión soberana, nos preguntamoscon cierta extrañezapor qué se va si, nos parece,le quedan muchos añospara verter a Haydn y aMozart, a Beethoven y aSchubert tan bien, si nomejor, de como lo hizo, deforma intensa y serena, enBARCELONAeste recital. También nos preguntamosdónde está la clavede esta excelencia. Seguramenteno hay una sola respuesta,una sola causa; hayalgunas —no muchas, tampoco.La más importante quizásea ésta: Alfred Brendeleligió un repertorio —la primeraEscuela de Viena y elprimer romanticismo que deella brota— que es la esenciade la tradición clásica en lamúsica y se mostró —súfralosu modestia— como legítimoy alto exponente de esa tradiciónpor lo que hace a lahistoria de su interpretación.Desde la pasmosa y apaciblediafanidad con que expusoel tema del Andante convariazioni, en fa menor, HobXVII:6 de Haydn hasta laexpresión de la serenidadfinal, subsiguiente a unaexposición de obstinada ycontrolada fuerza, con queSchubert se despide del pianoy casi de la vida, al finalde su Sonata para piano ensi bemol mayor, op. post., D.960, cada nota de Brendelen este recital fue un milagroo, si se quiere expresado deuna manera menos dramática,más racional (quizá así lopreferiría el reflexivo maestro),cada nota fue fruto deun complejo estudio intelectualy de una exquisitamanera sensorial, táctil, deverterlo. La esencia de losclásicos puede ser muy fácilmenteenturbiada si el intérpretese deja engañar por lailusión, vana, de que con suinterpretación puede poneralgo que la complete o lamejore. Si, en cambio, secoloca completamente al serviciode la obra clásica eingresa, por una inefablecombinación de razón y sentimiento,en su tradición, enla tradición clásica, esa esenciase le desvela y nos la desvela.Así lo ha hecho AlfredBrendel de forma ejemplardesde hace sesenta años. Esnatural que nos resistamos adejar de escucharlo en concierto.Por si acaso, en lugarde “adiós”, digamos “hastasiempre, maestro”.José Luis VidalRafa Martín
ACTUALIDADBARCELONA MADRIDTemporada de la OBCBRUCKNER FUE LO MEJORBarcelona. Auditori. 21-XI-2008. Iris Vermillion, mezzo. Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña. Director:Víctor Pablo Pérez. Obras de Mahler y Bruckner. 30-XI-2008. Camilla Hoitenga, flauta; Monica Groop, mezzo. OBC.Director: Ernest Martínez Izquierdo. Obras de Sibelius y Saariaho. 14-XII-2008. Elena de la Merced y Uli Haller,sopranos; Agustín Prunell-Friend, tenor. Coro de Cámara del Palau de la Música. OBC. Director: Carlo Rizzi. Obras deMozart y Mendelssohn.Víctor Pablo Pérez firmóuna intensa, sólida ybien calibrada versiónde la Tercera Sinfonía deBruckner. Antes de sumergirseen aguas brucknerianas,ofreció una selección de DesKnaben Wunderhorn con lacalida y expresiva voz de IrisVermillion. Estuvo fino en losdetalles, y, cosa más importante,en el color y la atmósferade cada lied. Lo extraordinariollegó con Bruckner,fraseado con acentos de unaexpresividad conmovedora ysonoridades densas, pero sinpesantez. La orquesta estuvoespléndida. Acudió pocopúblico al nuevo programade Ernest Martínez Izquierdocon la misma fórmula: unir lamúsica de Sibelius con la deKaija Saariaho, a quien laMONICA GROOPOBC interpreta en las últimastemporadas con más asiduidadque a cualquier otroautor vivo. Cosas que pasanpor estos lares. Lo mejor delconcierto fue la espectacularactuación de la flautista estadounidenseen Aile du songe,una exhibición de recursostécnicos y expresivos al serviciode una música de estáticorefinamiento. Menosinteresantes, a pesar de laexcelente actuación de MonicaGroop, las Canciones deAdriana, de contrastes enexceso forzados y una violenciasonora que nada aportaal lenguaje de la cotizadacompositora finlandesa. MartínezIzquierdo, eso sí, dirigióesta música, y la de Sibelius(En saga y La hija dePohjola) con precisión y texturasapasionantes. Por suparte, el italiano Carlo Rizzisí pudo ver la sala bastantellena con un programa degran repertorio: la mozartianaSinfonía Júpiter, que dirigiócon acusados contrastesy no poca velocidad, y laSinfonía nº 2 Lobgesang, deMendelssohn, donde laentrega del Cor de Cambradel Palau compensó la escasezde la plantilla. Del equipode voces solistas, hay quedestacar la bella voz y elimpecable estilo del tenorAgustín Prunell-Friend, quedebutaba con la OBC.Javier Pérez SenzHomenaje a MessiaenPÁJAROS SORDOSBarcelona. L’Auditori. 10-XII-2008. Jordi Masó, piano. Barcelona 216. Alumnos de la ESMUC. Director:Francesc Prat. Obras de Messiaen.El concierto de homenajea Olivier Messiaen (1908-1992), justo el día en quese cumplía el centenario desu nacimientos, nos ha dejadoun sabor agridulce. Laidea era buena, pero el resultadoartístico estuvo muy pordebajo del nivel de calidadque el Grupo InstrumentalBarcelona 216 suele brindaren su temporada. Abrieron lavelada con una correcta,aunque algo fría versión deOiseaux exotiques, En Lescouleurs de la Cité Céleste,obra en la que Messiaen conjugapasión ornitológica ydevoción religiosa, el buenhacer de Jordi Masó y elrigor de Francesc Prat nobastaron para disimular losdesajustes y la inexperienciade una plantilla repleta dejóvenes estudiantes de laESMUC, iniciativa encomiabledesde el punto de vistapedagógico, pero demasiadoarriesgada, dada la dificultadde una escritura que exigemuchas horas de vuelo a losJORDI MASÓmúsicos. Las cosas empeoraronen la obra que cerraba elprograma, la impresionanteEt exspecto resurrectionemmortuorum escrita para 34instrumentistas de viento yconjunto de percusión comoJordi Ribóhomenaje a las víctimas delas dos guerras mundiales.Impresionante partitura, deensordecedoras dinámicas,concebidas para espacioscomo la catedral de Chartres,que acogió su estreno en1964, pero letal en una salade cámara: la voluntariosaejecución casi nos deja sordosen los pasajes de mástremebunda percusión. Nopocos músicos y espectadorestuvimos que taparnos losoídos para soportar una avalanchasonora que seguramentedejó fuera de combateal uirapuru del Amazoniay la calandria, los dos pájarosque, como un bálsamo, aparecenen la sección máscelestial de la pieza.Javier Pérez Senz17