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237 - Scherzo

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ENCUENTROSGIOVANNI ANTONINI136tenido a la música de Vivaldi. Algoextremo, con muchos contrastes. Enrealidad eso existía, pero tambiénintenté comprender cuál era el espíritude la música de Bach. Seguramentecontiene aspectos de la música italiana,sólo ya la forma es la del concertoitaliano, pero en un modo absolutamentepersonal. Cada concierto es unmundo en sí, y, a la vez, es esencialmentealemán. Así que nuestra aproximacióndebía ser diferente y creo quelos Brandemburgo que hicimos sondiferentes al Cimento dell’armonia ede l’invenzione que grabamos dosaños antes. Todo esto abunda en elhecho de intentar no tener siempre lamisma impostación para cualquier tipode música, de intentar buscar, deintentar comprender el espíritu decada compositor, sin perder un resultadooriginal, propio y reconocible.En cualquier caso, en los Conciertos deBrandemburgo o en las Suites para orquestade Bach, la influencia de la música italianay de la música francesa es evidente.¿Hasta qué punto una y otra se influyeronmutuamente? ¿Cuánto hay de la músicafrancesa en la italiana y viceversa?Esto resulta muy evidente, porejemplo, en la música alemana. Lamúsica alemana tenía dos grandesmodelos: de un lado, el italiano, delotro, el francés. De hecho en Alemaniahabía orquestas especializadas en lamúsica en estilo francés y otras en lade estilo italiano. Y la mezcla está claraen compositores como Bach o comoTelemann. Este último escribió, porejemplo, cerca de seiscientas ouverturesde influencia absolutamente francesa.Las Suites de Bach, las Inglesas olas Francesas, tienen también la mismaimpronta, la misma influencia aunquesean absolutamente bachianas. Sinduda, en esa época, la música francesay la italiana imperaban en toda Europa.Sin embargo, creo que la músicaitaliana acabó por triunfar, en el sentidode que llegó hasta a ponerse demoda en Francia y cambió en algo lamúsica francesa. Si tomamos, porejemplo, el estilo de las primeras suitesde autores de los primeros años delsiglo XVIII como Hotteterre o Couperiny las comparamos con música mástardía, de los años cuarenta o cincuenta,el aumento de la influencia de lamúsica italiana es evidente. Me gustaríaañadir que la música francesa enAlemania la encontramos de formamuy evidente en las suites de Bach ode Telemann, por citar dos de loscompositores alemanes más famosos.Sin embargo, a pesar de esta influencia,conservan siempre una esenciapersonal. Encuentro, sobre todo enTelemann, una impronta melancólicaque, aunque no tan fuerte, tambiénpuede hacerse extensible a Bach. Nosabría especificar exactamente porqué, pero siento en esta música unfuerte influjo del este de Europa. Engeneral, y en lo que respecta a lamúsica alemana, la influencia de estasdos corrientes fue clarísima. En segúnqué corte la influencia francesa eramayor, y en otras lo era la italiana. Yno sólo en la música, también en elmodo de vida. Los grandes compositorescomo Bach, Telemann o Haendel,supieron aprehender estos estilos yhacerlos suyos. En el caso de Telemann,creo que su música no ha sidovalorada como merece y, como ledecía, en sus suites al estilo francéshay siempre una melancolía que merecuerda más a los colores, los paisajes,el ambiente de la Alemania másoriental, de la Europa del este, y estoes algo que me fascina. Es un poco elmismo estilo que a veces encuentro enalgunas sinfonías de Haydn, en elperiodo de Esterháza, cuando trabajabaaislado en el castillo del príncipe,en Hungría. Si tomamos la Sinfonía delos Adioses, o la Trauer, por ejemplo,veo también esta melancolía que seguramenteestá ligada al tipo de vida, alpaisaje en el que, en este caso, Haydnvivía inmerso. Hay algo de biográficoen la música.Eso es inevitable. Incluso hoy día no podemosvivir aislados o componer fuera delmundo que nos rodea. La influencia detodo eso es innegable.Cierto. Si pensamos en los adagiosde Haydn, extremadamente largos,contemplativos, que, personalmente,me gustan mucho, y los comparamoscon los de las sinfonías escritas enLondres, más irónicas y espectaculares,la diferencia es evidente. Así que en lamúsica encontramos aspectos de lavida del compositor.Y todo este estudio, esta necesidad deconocer, de leer tratados, de intentarrecuperar un espíritu, ¿cómo se combinacon un momento en el que la profundidady el conocimiento parecen tener poco quedecir? ¿No cree que a veces algunos colegasse conforman con hacer música queparece bonita pero que sólo es eso?Sí, estoy absolutamente de acuerdo.Encuentro un gran nivel técnico enlas orquestas, en los solistas, pero, yvolvemos al discurso inicial, hay pocosentido del riesgo, hay poca originalidad.Diría que hay poco mundo en loque se hace. Tantas veces escuchamosejecuciones bien hechas pero que nonos hablan, no nos hablan de humanidad…No hablan de nada. Y son ejecucionesmuy bien hechas, muy precisas,pero, insisto, no hay un mundodetrás de ellas. Evidentemente no pasacon todos los intérpretes. Hay gruposexcelentes y profundos en la actualidad,pero, vuelvo a lo mismo, falta unmundo detrás de las notas. Las notasson lo que son, son lo que parecen

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