ACTUALIDADJAÉN / LA CORUÑAIX Festival de OtoñoUN NUEVO ESCENARIONuevo Teatro Infanta Leonor. 31-X, 2, 10, 11, 23-XI-2008. Orchestra of The XVIII Century. Director: Frans Brüggen. Obrasde Beethoven. Quinteto Celibidache. Obras de Boccherini y Schubert. Mozart, Las bodas de Fígaro. Director: MartinMazik. Carlos Bergasa, barítono; Aurelio Gabaldón, tenor; Yolanda Vidal, piano. Obras de Verdi y zarzuelas. JózsefLendvay, violín. Europa Philharmonie Magdeburgo. Director: Reinhard Seehafer. Obras de Beethoven, Paganini y Dvorák.Retomando el testigo deanteriores ediciones, despuésde cierto paréntesisen el año 2007, el Festivalde Otoño de Jaén ha programadodiez actos en el escenariodel Nuevo Teatro InfantaLeonor, recientemente inaugurado.Este hecho ha permitidorealizar una produccióndel Teatro Sociale di Rovigo(Italia) de Las bodas de Fígarode Mozart. Fue un espectáculodigno en las voces, especialmentela soprano TsvetanaBandalovska y los barítonosMarcello Lippi y JuanTomás Martínez. La direccióndel eslovaco Martin Mazikmantuvo el interés de larepresentación, débil en ladirección escénica de Ferrari,que era entorpecida por laJAÉNpresencia de la orquesta en elpatio de butacas al existirserios inconvenientes para suubicación en un foso al parecer,incomprensiblemente,demasiado profundo.La soberbia interpretaciónde las Sinfonía nºs 5 y 6de Beethoven por la Orchestraof The XVIII Century conel maestro Brüggen significóel punto culminante de laprogramación del festival.Adoptando el estilo delmomento histórico de la creaciónde estas obras, se distanciadel vibrato romántico,alcanzando un sonido puro,en el que los armónicos surgidosde la tímbrica de losinstrumentos de época realzanel fraseo y la articulacióndel discurso con luminosatransparencia. Es como estarante un “renacido” Beethovendescubriendo sus esencias.Lástima la escasísimaasistencia de público.Un acompañamiento desdibujadopor la falta de calidaddel piano que no pudosuperar la pianista YolandaVidal deslució el recital decanto del dúo formado porBergasa y Gabaldón en uninteresante programa dedicadoa Verdi y a pasajes de zarzuela.Sobriedad y empeñofueron las intenciones quedestacaron en el QuintetoCelibidache en el Op. 13, nº5 de Boccherini y en el D.956 de Schubert. ReinhardSeehafer, como principaldirector de la Europa PhilharmonieMagdeburgo desdehace una década, conectaperfectamente con suorquesta demostrando la técnicapropia del mejor oficiocomo apuntó con eficacia enla Obertura Coriolano deBeethoven. El violinista JózsefLendvay mostró espectacularidaden el Conciertopara violín y orquesta nº 2 dePaganini. La actuación ganóenteros en la Sinfonía “DelNuevo Mundo” de Dvorák,llevando a cierto entusiasmoal poco público presente enla sala, hecho habitual en lamayoría de los conciertos deeste festival que necesita convencimientoen sus organizadoresy adecuada difusión desus contenidos.José Antonio CantónCiclo de la OSGELECTRIZANTE MAHLERLa Coruña. Palacio de la Ópera. 21-XI-2008. Sinfónica de Galicia. Director: Carlo Rizzi. Obras de Vila, Mozart yStrauss. 28-XI-2008. Casey Hill, oboe. Director: Carlo Rizzi. Obras de Corigliano y Stravinski. 5-XII-2008. LauraAlonso, soprano. Director: Víctor Pablo Pérez. Obras de Gaos, Beethoven y Mahler. 12-XII-2008. Christian Iven,soprano. Director: Marc Albrecht. Obras de Berg y Mahler.22Dos conciertos dirigidospor Carlo Rizzi, directorque cuenta con las simpatíasde la Orquesta. En elprimero de ellos, tocó laobra del gallego EligioVila, Cantos y ritmos salvajes,de clara inspiracióntropical, que gustó al público;el autor recogió los aplausosdesde el palco escénico. Rizziplanteó la Sinfonía nº 39 deMozart de un modo vigoroso,exultante. Espectacular versiónde Así hablaba Zaratustra,de Strauss, que fue acogidacon bravos. En el segundoconcierto, el oboísta principalde la OSG, Casey Hill, interpretóel Concierto para oboe,de Corigliano, obra peculiar,interesante, con un solista delujo. Con El pájaro de fuego,LA CORUÑAen su versión original (1910)completa, se obtuvo un granéxito. Canceló el violinistaZimmermann (segunda vezque sucede con este artista)que venía a tocar el Conciertode Sibelius; en su lugar, elexcelente pianista Lucchesinitocó maravillosamente elCuarto, de Beethoven y dioun precioso bis: el ImpromptuD. 899, nº 2, de Schubert.Tres canciones de AndrésGaos para canto y piano(Fleurs d’amour, La silenciosa,¡Ay, mi amor!) fuerontocadas con una notable instrumentaciónde Trillo. LauraAlonso no pareció encontrarsecómoda en estas obras;estuvo mejor en la Cuarta, deMahler, que fue objeto de unamagnífica lectura por partede Víctor Pablo Pérez. MarcAlbrecht dio un excepcionalconcierto con las preciosasSiete canciones de juventud,de Berg, donde triunfó labelleza vocal y el arte delcanto de la soprano líricaChristiane Iven y una versiónelectrizante de la PrimeraSinfonía, de Mahler, que fuerubricada con una impresionanteaclamación. La OSG,excepcional, bajo una batutaprecisa, flexible y atenta a lamenor textura, al más pequeñodetalle.Debo dar cuenta brevementede otros tres actosmusicales: un notable conciertode López Cobos, al frentede la OSG, con música francesade inspiración religiosa(Messiaen, Trois petites liturgiesde la Présence Divine;Poulenc, Stabat Mater) quetuvo lugar el 30 de octubre; laconmemoración, el 8 denoviembre, del décimo aniversariodel Coro de la OSG,con intervención de la mencionadaagrupación vocal yde las otras dos corales de laSinfónica: los Niños Cantoresy el Coro Joven (Britten, Aceremony of Carols; Haydn,Missa brevis Sancti Joannes deDeo; Vivaldi, Gloria RV 589);en fin, el 16 de noviembre laOrquesta Joven, muy biendirigida por Rubén Gimeno,dio un excelente concierto(Haydn, Sinfonía nº 101;Takemitsu, How slow theWind; y Janácek, Sinfonietta).Julio Andrade Malde
ACTUALIDADMADRIDÉxito de Carsen, Belohlávek y MattilaRECORDAREMOS SIEMPRE ESTA KATIATeatro Real. 5-XII-2008. Janácek, Katia Kabanová. Karita Mattila, Miroslav Dvorsky, Julia Juon, Natasha Petrinsky, Guy deMey, Gordon Gietz, Oleg Bryjak. Director musical: Jirí Belohlávek. Director de escena e iluminación: Robert Carsen.Escenografía y figurines: Patrick Kinmonth. Coreografía: Philippe Giradeau.Cuando esta reseña lleguea los lectores, éstossabrán que la KatiaKabanová del Real hasido un gran acontecimiento.Es el quintoJanácek que vemos en elReal desde su reapertura, yprecede a la Jenufa que severá la próxima temporada.No vamos a descubrir estetítulo a los aficionados, queya saben que es una de lascinco grandes óperas delcompositor moravo. Sólohabría que recordar que esla más aristada, la más durade sus óperas, acaso con lasalvedad de De la casa delos muertos. Pero en Katiahay un personaje titularmuy rico, víctima de unosvalores rígidos y cruelesque ella misma lleva dentrode sí. Mientras que alrededorsuyo hay una serie detipos, pero en ningúnmomento personajes de sucomplejidad. Es, pues, unaópera para una cantantecon amplio registro. La finlandesaKarita Mattila esuna soprano capaz de hacerel Réquiem de Mozart y estaKatia, o de pasar de Paminay Doña Elvira a Isabel deValois, Eva Pogner, Tatiana,Tosca, Salomé y Jenufa,pasando por la Leonore deFidelio. Su creación de ladébil Katia podría chocarcon su presencia y su personalidad,pero esta artista,cantante y actriz de primerorden, diseña un personajecomplejo, aplastado, sufriente,a partir de unadirección excelente de Carseny de una versatilidad yamplitud vocal insólitas. Sucentro, su agudo, su susurroy su grito penetraron en losespectadores que quedaronpoco menos que pasmadosante la magnitud que Mattilale sabe dar a esta tragedia.Julia Juon, en el noamplio pero sí imponentepapel de la feroz Kananija,estuvo con su voz grave yMADRIDKarita Mattila en Katia Kabanová de Janácek en el Teatro Realcarnal muy a la altura. Tambiénlo estuvo en no pocamedida el tenor MiroslavDvorsky, de un lirismo contoques heroicos. Y NatashaPetrinsky en el cometido dela simpática y taimada Varvara.Los otros tenores noestuvieron al mismo nivel.Oleg Bryjak sobresalió enDikoi, ese breve cometidoque es contrapunto y complementobufo (pero nomenos brutal) de Kabanija.La puesta en escena deRobert Carsen, que tanespléndido recuerdo dejó enMadrid con Diálogos de carmelitas(junio de 2006), estállamada a convertirse enleyenda o en batalla que lecontaremos a nuestros nietos.El Volga, el río que semenciona al principio comofuerza de vida y que cierra laobra como principio demuerte, es protagonista totaljunto con Katia en esta esce-nificación de una óperaballet(porque en eso convierteCarsen este espectáculo,gracias también a Giradeau),en la que el agua, sobreel suelo y proyectada contrauna pantalla que difuminalas figuras, es un elementopermanente que empapa alas actrices que multiplican lafigura de Katia en una danzapremonitoria de muerte quese inaugura con las primerasnotas. Pero, además, la direcciónde actores está cuidada,es pródiga en sugerencias,en acciones que enriquecenel original de manera penetrante.No es la puesta deCarsen una de las muchasseudo-osadías que hemosvisto en tantos teatros, sinoun desentrañamiento de untexto, que va más allá de ladisección, que es comprensivo,síntesis más que análisis.Hay poco coro en estaópera (gente, la voz del río),y actuó con entrega a lasórdenes no sólo del foso,sino también de Carsen. Perohay en esta ópera unaorquesta de una riquezaabrumadora, que comosiempre en Janácek está presenteen la descripción o alusiónde las conciencias, lassituaciones, las premoniciones.Jirí Belohlávek es hoy elgran director checo, desaparecidosNeumann y Kubelik,y trabajó con la orquesta delteatro con la intensidad,dedicación y sabiduría, conel dominio que precisa unconjunto como éste. Y elconjunto respondió conenergía y con virtuosismo.Los tres grandes nombres deesta Katia (Mattila, Carsen,Belohlávek) tuvieron comobase, como paisaje, el sonidode una orquesta que estuvoa su altura.Santiago Martín BermúdezJavier del Real23