e-Book PDF - Universidad de La Punta (ULP)

Plan de Inclusión Social (plan social del Gobierno deSan Luis) a cada familia”, explica Susana, quien ademásde usarla para estudiar, la utiliza para una actividadlaboral: “Hago pedidos de compras de cremasde Avon. Desde Buenos Aires me envían los pedidoscada 15 días”.Aunque había hecho un curso breve de computaciónen 2005, vivía atemorizada ante estas máquinas. “Unave estos aparatos y tiene miedo de tocarlos. Hice esecurso pero quedó en la nada”. Pero hoy se siente conmás confianza, porque se dio cuenta que le abre nuevospanoramas. “Por acá puedo entrar al mundo”, sonríealborozada Susana, quien una vez que se recibaquiere continuar con “cursos cortos en oficios comoartesanías” para luego montarse su propio negocio.A tono con ese deseo, dice que le “interesa mucho”aprender a dominar el Excel, ese programa de Microsoftque en muchas Pymes argentinas cumple un rolmucho más extendido que su función original de planillade cálculos.Los niños y adolescentes son habitúes de este Centrode Inclusión Digital. Hoy, por ejemplo, está LorenzoMontenegro (8): “Vine a bajar algo para estudiar. Tengocomputadora en la casa pero vine acá porque necesitoimprimir el mapa de San Luis con los nueve departamentos”.Lo acompaña Rodrigo Morel (11) quefue a buscar a su amigo. “Mientras, veo unos videos(admite). Estoy en 5º y casi no hacemos nada con la‘compu’, pero sí nos dan muchos trabajos prácticos”,manifiesta mientras sigue con las manos y la vista fijasen la máquina.62 |Más tarde nos encontraremos con Leonela Sosa (16),Brenda Funes (17) y Camila Gallardo (16), tres amigas ycompañeras de colegio que se quedaron sin vacante elaño pasado por ser muy repetidoras. Se les pasó la escolaridadpara terminar la primaria en modalidad EGB(Enseñanza General Básica) y ahora, con los cambiosen la ley de educación, apuestan a terminar los estudiosbajo la modalidad de secundario común.Compinches, las tres retomaron los estudios este añoen el CID de El Volcán. Coinciden en casi todas las preguntasque hacemos y se ríen todo el tiempo. Adolesshegot married, she moved to this little town in San Luis, and todayshe tries to make up for her lost time by going to classes three times aweek, between 6 pm to 8 pm.She has a desktop computer at home, “those provided by the InclusionPlan- a social plan that belongs to the Government of San Luistoeach family in the plan”, Susana explains, who besides using it tostudy, she also uses it for a job task: “I place orders for Avon products.They ship me products every 15 days”.Although she did a computing course in 2005, she was very afraidof these machines. “One sees these devices and is afraid of touchingthem. I completed the course but nothing happened”. But today shefeels more confident, because she feels that it opens new horizons. “Ican access the world from here”, she smiles; she wants to go on studyingafter graduating and take “short courses for handcrafts” so thenshe could open her own business. She is “very interested” in learninghow to use the Excel, that Microsoft program that for many small andmedium size companies in Argentina has a more extended role thanits original spreadsheet use.Kids and teenagers visit the Digital Inclusion Center every day. Today,for example, we find Lorenzo Montenegro (8): “I came to downloadsomething to study. I have a computer at home but I came herebecause I need to print the map of San Luis with its 9 departments”.Rodrigo Morel (11) came with his friend Lorenzo. “In the meantime,I watch videos- he admits-. I’m in 5th grade, we barely use the computer,but we do get a lot of practice works to do” he states withouttaking his hands off the keyboard or his eyes from the screen.Later, we meet Leonela Sosa (16), Brenda Funes (17) and Camila Gallardo(16), three friends and school classmates who could not accessschool last year for repeating so many years. They are now out of thesystem due to some changes in the educational law, and they are bettingon finishing high school now under the new system.They are very close friends, and they started the courses at the Center