e-Book PDF - Universidad de La Punta (ULP)

En esto de desarrollarse está Mariana Pérez (36), unamorocha bien argentina que llega al CID con los librosbajo el brazo y va directo a buscar una computadoracerca de una de las estufas que entibian este espacio.“Vengo a terminar la primaria (cuenta, y sonríecon timidez). Éramos diez hermanos y teníamos quesalir a trabajar. Tenía 13 años cuando dejé la escuela.Siempre me gustó estudiar, y por eso retomé en juniode 2009”.Cuando se le pregunta si hubo alguna transformaciónen este año de estudio, responde: “He notadocambios en lo personal en este tiempo, me sientomás segura. Tengo 4 hijos, de 21, 17, 13 y 3. Se pusieronre contentos cuando les conté que iba a estudiar”.Mariana corre con una ventaja: trabaja sólo en la épocade verano, como empleada doméstica. Su maridotiene un trabajo permanente, haciendo perforacionespara el tendido del alumbrado público, y su hijomayor siguió sus pasos. Su primer contacto con unacomputadora para aprender fue cuando una de sushijas recibió una del programa Todos los Chicos en laRed. Pero en realidad, aprendió a manejarla cuandoretomó sus estudios en el CID. Ahora que se adviertemás segura se atreve a soñar. “Quiero terminar la primariay la secundaria. Además, ya estuve averiguandocursos en la ciudad para peluquería y corte y confección,para tomarlos junto con el estudio”, relata,motivada. Además, desde que va a clases, igual quesus hijos, puede compartir más cosas con los chicos.Cuando está en clase, tiene el chat encendido porsi en su casa hay alguna urgencia. Pero en realidad,cada vez que sus hijos se ponen en contacto con ellaes para decirle que se apure, que tienen hambre yque quieren que vuelva para que les haga de comer,según comenta, serena y feliz.| 67“Quiero terminar la secundaria, sólo terminé la primaria,porque a los 14 años empecé a trabajar”, nosasegura Roxana Borda (34), empleada administrativaen el centro de salud de El Trapiche y madre de doshijas de 14 y 10 años. De 8 a 14 trabaja en el centroasistencia y a las 18, todos los días concurre al CID. Reconoceque hay ocasiones en que se siente “aturdida”porque debe hacer “mucha tarea” y “entender las conhairedArgentinean lady who arrives to the Center carrying booksand goes straight to a computer located near one of the heaters thatwarm up the room. “I come to finish primary school- she tells, andtimidly smiles-. We were 10 brothers and sisters and we had to work.I was 13 when I dropped out of school. I always liked studying andthat’s why I came here in June 2009”.When asked about changes along this year of study, she answers: “I’venoticed some changes at a personal level during this time, I feel moreconfident. I have 4 children who are 21, 17, 13 and 3. They were veryhappy when I told them I was going to study”.Mariana has an advantage: she only works in summer as housekeeper.Her husband has a permanent job, drilling for the laying of thestreet lighting, and the elder son followed his steps. Her first contactwith a computer occurred when one of her daughters received a netbookwithin the All Kids Online program. However, she learnt to use itwhen she went back to study at the Center. Now that she feels moreconfident, she dares to dream. “I want to finish primary school andhigh school. Besides, I have been looking for course for hairdresser anddressmaking in the city, I could do both things at the time” she tells. Inaddition, since she goes to classes like her children, she can now sharemore with them. When she is in class her chat in connected, in casesomething happens at home. But she confesses that every time herchildren get in contact with her is just to ask her to hurry up becausethey are hungry and want her to go back home and cook for them.“I want to finish high school, I just finished primary school becausewhen I was 14 I started working”, Roxana Borda (34) assures. She is aadministrative employee at the Health Center in El Trapiche and sheis a mother of two girls who are 14 and 10. From 8 to 2 pm she worksat the welfare center and at 6 pm she attends classes every day atthe Digital Inclusion Center. She admits to feel “overwhelmed” sometimesbecause she has to do “a lot of homework” and “understandthe assignments”, but she tries to go over those difficulties with a solid