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Gonzalo Rojas - Revista de la Universidad de México - UNAM

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© Sophie Calleintenta, el feto nunca sale y el<strong>la</strong>, vencida por el peso <strong>de</strong>su vientre, flota boca abajo amenazando con reventar.Estoy exhausta. Llevo recorrido un <strong>la</strong>rgo camino du -rante esa noche. Las escenas siguen <strong>de</strong>splegándose sinque pueda <strong>de</strong>tener<strong>la</strong>s.Hay un hotel <strong>de</strong> aleros altos, parecido a una hacienda<strong>de</strong> ma<strong>de</strong>rones pudriéndose bajo <strong>la</strong> luz cruda <strong>de</strong>l le -jano oeste. De pronto comienzo a gritar su nombre, elnombre <strong>de</strong> mi marido, aunque l<strong>la</strong>marlo así sea una inexactitudpropia <strong>de</strong> <strong>la</strong> costumbre y sus maneras <strong>de</strong> echarraíces en el lenguaje. Ya no es mi marido pues luego <strong>de</strong>seis años juntos <strong>de</strong>cidimos separarnos. Me cuesta traba -jo gritar, <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras salen espesas. “Ven, renté mi propiahabitación”, le indico. Mi marido llega, estamos hechosovillo uno <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l otro, entonces muerdo su espalday mi boca no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse porque tengo carameloen <strong>la</strong> <strong>de</strong>ntadura. “¿Sabes qué leí ayer?”, me in quie -re mientras intento <strong>de</strong>sencajar los dientes <strong>de</strong> su piel <strong>de</strong>papel para calcar. “Que una muchacha amaneció conun lunar negro en <strong>la</strong> mejil<strong>la</strong> y veinte días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong>aparición <strong>de</strong>l lunar, murió”. “¿Y por qué me lo cuentas?”,pregunto. “Para que tomes ciertas precauciones”,es su respuesta. Mi marido se aparta <strong>de</strong> mí, pren<strong>de</strong> uncigarro, mira al techo. Se vuelve <strong>de</strong> nuevo para apretarsu cuerpo contra el mío y me suelta al instante, en señal<strong>de</strong> rechazo. Se da <strong>la</strong> vuelta una y otra vez, el ansia le bulleen el interior, tiene insomnio.Todos los objetos atentan contra mí ahora, ahoraque vivo mis últimos días <strong>de</strong>l mes en el país, pues prontome iré a una is<strong>la</strong> en una tierra extranjera. Lo <strong>de</strong> <strong>la</strong> an -terior noche fue el colmo. Estaba en el auditorio <strong>de</strong> <strong>la</strong>sNaciones Unidas en Nueva York, al <strong>la</strong>do <strong>de</strong> un intérpreteruso que dirigía a un grupo <strong>de</strong> embajadores b<strong>la</strong>ncos,negros, marrones y amarillos. Veía sus bocas abrirsey cerrarse sin sonido, como si estuvieran en <strong>la</strong> pantal<strong>la</strong><strong>de</strong> un cine y me <strong>de</strong>jaran so<strong>la</strong> en <strong>la</strong>s butacas, en medio <strong>de</strong>un enorme silencio. Afligida, quise alcanzarlos cuandose iban, pero me di cuenta <strong>de</strong> que me faltaba el tobillo.El tobillo y el pie <strong>de</strong>recho. A falta <strong>de</strong> <strong>de</strong>streza para ca mi -nar con el muñón, <strong>de</strong>cidí arrastrarme siguiendo <strong>la</strong>s som -bras y sus murmullos en distintas lenguas, entre <strong>la</strong>s cualespu<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar el acento golpeado, norteño, <strong>de</strong> alguienque hab<strong>la</strong>ba en español.Es muy fácil poner cosas en <strong>la</strong> memoria y <strong>de</strong>spuésolvidarnos <strong>de</strong> lo que enterramos ahí. Todos los días, to -das <strong>la</strong>s noches vamos <strong>de</strong>jando briznas <strong>de</strong> nosotros; estoy aquello se queda ahí, en <strong>la</strong>s almohadas. ¿Y adón<strong>de</strong> vanesas briznas? Diminutas, recónditas, comienzan a cre -cer orgánicamente en una parte que ignoramos, hastaque se convierten en otro hueso, en una suave prominencia,en un moretón súbito que aparece en el mentónsin que sepamos por qué.Qué bueno que creamos enten<strong>de</strong>r todo <strong>de</strong> nosotrosmismos y en realidad no sepamos más que lo que se aso -ma: <strong>la</strong> punta <strong>de</strong>l iceberg.No he podido <strong>de</strong>scansar como <strong>de</strong>bería, eso tambiénes cierto. La ambigüedad <strong>de</strong> estar mitad en <strong>la</strong> vigilia, mi -tad en <strong>la</strong> inconsciencia, <strong>de</strong> alguna manera justifica <strong>la</strong> na -turaleza <strong>de</strong> lo que he estado imaginando o recordando<strong>de</strong> vidas pasadas o futuras. De lo que ya aconteció y seniega a <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> mí, y <strong>de</strong> lo que está por venir yanticipa su cara. Acabo <strong>de</strong> renunciar a mi trabajo, <strong>de</strong> se -pararme <strong>de</strong> mi marido, <strong>de</strong> guardar mis pertenencias y<strong>de</strong> per<strong>de</strong>r otras, incluido el gran conge<strong>la</strong>dor que fue <strong>la</strong>dicha y el orgullo <strong>de</strong> mi etapa doméstica, y me entreten -go en preparar el próximo viaje. Uno no pue<strong>de</strong> echar to -do por <strong>la</strong> borda en medio <strong>de</strong> una tormenta, ¿o sí? No esgran cosa. Sólo estoy nerviosa y busco probar suerte enotro lugar. Ni siquiera he comprado mi pasaje. Ni si -quiera sé si <strong>la</strong>s personas que me rentarán una habitaciónen una is<strong>la</strong> muy lejos <strong>de</strong> aquí son <strong>la</strong>s que son. Es lógicoel recelo, mi precaria estabilidad. Soy <strong>de</strong> una nación don -<strong>de</strong> <strong>la</strong> duda es <strong>la</strong> norma, y los <strong>de</strong>sajustes interiores y <strong>la</strong>sconjeturas, una herencia genética.No he <strong>de</strong>scansado bien y tampoco ayuda el perro.Me alojo en el <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> un primo que toca elsaxofón en una banda y pocas veces vuelve. La mayor68 | REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE MÉXICO

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